7. SECRETOS.

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Taehyung fue bajando lentamente las escaleras en medio de la oscuridad. Conocía perfectamente esa casa y sabía dónde estaba la oficina de Jung, así que se dirigió hacia ella sin dudar, pero cuando llegó la encontró cerrada con llave.

─ ¡Maldición! – Dijo en voz muy baja y luego se quedó ahí, pensando.

Volvió a subir a la habitación y entró para buscar la llave de la oficina. Miraba a Hoseok que seguía dormido y tomó su pantalón para meter la mano en la bolsa, con la esperanza de encontrar la llave adentro, pero no estaba ahí.

"¿Dónde demonios guardas la llave, Hoseok?" – Le preguntó sin hablar. Decidió que quizás estaría en el llavero que colgaba a un lado de la puerta de entrada y salió de la habitación para buscarlo ahí.

De pronto, Hoseok se despertó y abrió los ojos con un poco de pesadez. Movió la mano para buscar a Taehyung, sintiendo la cama vacía. Entonces se sentó y lo llamó.

─ ¡Tae, amor, ¿Dónde estás?! - Preguntó sin obtener respuesta.

Se levantó y se vistió rápidamente y al fin, encendió la luz de la habitación en la que solo estaba él.

Su mente comenzó a trabajar locamente.

De pronto, se le hizo muy raro que Taehyung desapareciera de la habitación, pues no se imaginaba que cosa podría estar haciendo en la que fuera su casa, pero que ahora no tenía nada que le perteneciera.

Como era domingo, no había nadie trabajando en las oficinas y todas las habitaciones estaban cerradas con llave. El único que dormía ahí era él, así que el muchacho no podría entrar a ningún lado, aunque quisiera.

Hoseok salió de la habitación y fue bajando las escaleras poco a poco, en medio de la oscuridad, tratando de no hacer ruido. Con la experiencia de muchas batallas, podía deslizarse por la casa sin ser notado por los demás.

Sus ojos, acostumbrados a la oscuridad, buscaban con ansiedad al menor. Llegó hasta el primer piso y vio una luz en la cocina. Rápidamente se deslizo hasta allá y vio a Taehyung sirviendo dos vasos con leche y con dos sándwiches en un plato.

─ ¿Qué haces, Taehyung? – Le preguntó serio.

El muchacho se giró asustado y casi tira la leche, pero detuvo el vaso a tiempo. Luego sonrió y le contestó.

─ Iba a subir algo para comer. Tengo hambre y baje a prepararnos algo, amor. – Le contestó con su mirada más cálida y una sonrisa preciosa.

Hoseok respiró tranquilo, sintiendo que su corazón volvía a latir con normalidad y luego sonrió aliviado. No sabía por qué, pero había pensado mal del menor.

─ ¡Eres un tragón, cariño! – Lo amonestó, pero se acercó hasta él y tomó uno de los sándwiches para morderlo. Estaba delicioso. – Gracias, amor. – Le dio un beso y Taehyung lo abrazó con fuerza, haciendo que Hoseok se sintiera mal por haber pensado cosas indebidas de ese chico tan tierno e inocente.

─ Tenía ganas de sorprenderte, pero bajaste y ya no podré hacerlo. – Se quejó el menor, haciendo un puchero y tomando la charola para comenzar a subir.

─ Pondré cara de sorpresa cuando lleguemos arriba. – Bromeó Jung, de excelente humor, siguiendo al chico por detrás.

Taehyung solo lo miró y sonrió.

─ Muy gracioso, hyung. – Le dijo y ambos entraron a la recamara, para sentarse y comer lo que el menor había preparado, mientras platicaban.

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