16. Lovesick.

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Capítulo dedicado a las chicas que les gusta el NAMJIN. 


Una semana después...

El doctor Kim estaba tomando tranquilamente un café en la cafetería del hospital.

Esperaba a Ken pacientemente, pues éste lo había invitado al teatro y aunque Jin no deseaba salir, pensó que debían hablar de su futuro.

Específicamente, deseaba romper el compromiso de matrimonio y devolverle la sortija, pero quería hacerlo con calma, hablando tranquilamente mientras cenaban.

Justamente por la mañana de ese día había hablado con sus padres. Les dijo que había decidido no casarse con Ken y aunque sus padres se sorprendieron bastante, le dieron todo su apoyo, como siempre.

Jin miraba su reloj pulsera, tamborileando los dedos sobre la mesa. Ken llevaba media hora de retraso y seguramente cuando llegara ni siquiera le daría una excusa, pues siempre sucedía igual. Realmente estaba harto de eso y lo terminaría sin dudar.

Al fin, su novio apareció, le dio un suave beso en la mejilla y luego le dijo que había surgido algo y tenía que irse rápido, pues tenía una cena con la Sociedad de Cirujanos de Nueva York, así que solo había ido a hospital para avisarle y además porque se había quedado de ver en la entrada del mismo, con otros doctores para que los recogiera una limusina.

- ¿Me has tenido esperándote durante más de media hora y ahora te vas así, sin más? ¿Entonces la invitación al teatro? – Le preguntó un Jin muy molesto.

-  Lo siento. El teatro podemos dejarlo para otra noche y tú sabes que... - Comenzó Ken, pero su rostro no reflejaba nada de pena y tampoco parecía lamentarlo en lo absoluto, haciendo que Jin se molestara aún más, por lo que se levantó, dejando unos dólares para pagar su consumo.

- Solo olvídalo. Mañana iré a tu consultorio. Ya hice una cita para asegurarme que al menos me darás la misma atención que a cualquiera de tus pacientes. Me urge hablar contigo. – Y se dio la vuelta, sin esperar lo que le dijera Ken.

Saliendo del hospital, iba a tomar un taxi, pero se encontró son Schwan quién lo vio demasiado enojado y se acercó a él, colocando el brazo sobre su hombro, como el buen amigo que era.

- ¿Qué te pasó Jin? Luces realmente enojado, amigo. –

- Fue Ken. Me hizo esperarlo más de media hora y luego llega y me dice que no puede quedarse. En verdad, no me respeta en lo absoluto. –

Schwan no dijo nada, aunque en su mente le daba la razón a su amigo por estar furioso.

- Ven conmigo. Hay una fiesta de cumpleaños en el salón del hotel Holiday Inn y podemos ir a que te relajes un rato. ¿Qué te parece? –

- No conozco a nadie y la verdad... - Iba a negarse, pero Schwan lo jaló consigo y tomándolo del brazo, caminó hacia su automóvil que estaba en el estacionamiento del hospital.

- Nada. No te dejaré que te regodees en la soledad de tu habitación. Vendrás conmigo, cenaremos muy rico y luego, te llevaré a tu casa. – Y ambos chicos se fueron al hotel.

Afortunadamente, Jin iba bastante bien arreglado, con un traje azul príncipe, camisa blanca, corbata guinda y unos muy brillantes zapatos de charol, pues una de las cosas que le gustaba, era verse bien, arreglado y limpio.

En cuanto llegaron a la fiesta, Scwhan lo presentó a los demás invitados quienes lo saludaron sonriendo, e hicieron que el muchacho se sintiera bien entre ellos.

Cenaron opíparamente, y luego de una hora más o menos, Jin se quedó sentado en la barra del bar, observando como los demás se divertían, mientras él esperaba a Schwan, pues deseaba irse.

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