Memoria

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Ahora su fastidio era un poco más que desde hace rato, si bien la energía no le alcanzo para salir de esa tienda ahora iba en el saco de ese hombre, ya después escaparía para volver a casa

-he llegado-grito el hombre y pronto se escucho a alguien correr

Siendo sacado del saco, el pequeño niño le miro con unos ojos brillantes

Se sintió sonrojar por alguna razón que no entendió muy bien, pero apenas el adulto entrego el juguete, ese niño le tomo con cuidado como si fuera a romperse pasando su hermosa mirada sobre él para después sonreír

-es perfecto papa-informo y abrazo a su padre que le revolvió un poco el cabello-¿puedo jugar afuera con él?

-claro pero recuerda no te vayas lejos, debes estar en la casa antes de que se haga de noche para cenar

-¡si!-yendo hacia afuera con ánimos

Mientras tanto el pequeño príncipe estaba confundido y abochornado por alguna razón que escapaba de él, su instinto le dijo que ese niño iba a apreciarle, que iba a quererle

"Solo me quedare unos días cuando este mas fuerte"-pensó como una clase de excusa

Era solo una excusa barata que con los días dejo de decirse, quería quedarse allí, junto a Himori.

Con una mirada brillante "mori" le hizo sentir algo, había un algo diferente, el niño le trataba bien como si intuyera que él estaba vivo, hablándole, contándole cosas, sueños, ocurrencias cualquier cosa, sosteniéndolo con cuidado cada que lo tomaba en brazos.

El termino cayendo en ese encanto, logrando tomar forma humana más tiempo, ayudándolo, cumpliéndole "deseos" como hacía con Misaki. Conforme creció no le dejo de lado, incluso aunque tenía amigos y demás Saruhiko era su prioridad

-esto es ridículo-se tiro con cuidado en su furton abrazando la almohada-no estoy enamorado, no estoy enamorado

Un joven Akiyama Himori de 16 años de edad seguía repitiéndose eso durante una hora, dando vueltas en el furton, tratando de convencerse a sí mismo en vano de que no estaba enamorado

-quizás...solo un poco enamorado

En un mueble cercano, el juguete se cayó de la nada, llamando la atención de su dueño, que rápidamente fue hacia el

- Ru-san ¿Cómo te caíste?-suspiro tomándole con cuidado pasando sus dedos por los pequeños brazos, las piernas y finalmente el pecho donde encontró algo, extrañado hizo un poco de lado la yukata viendo una pequeña grieta-¡¿Qué?!

Saruhiko en ese momento entendió por fin lo sucedido y se sintió el mayor estúpido del mundo

Era solo su fallido primer amor, ya no había como seguir negándoselo, se había enamorado a primera vista de esos ojos negros y aquella sonrisa

De su actitud, de su humor, de sus días malos, de sus días nostálgicos, de la risa, del llanto, de los secretos que solo el sabría, de verlo irse siempre tan sereno, de lo ingenioso que podía ser, se enamoro de la inocencia de ese niño que estaba creciendo en alguien aun mejor

Fue solo amor a primera vista

Esa noche intento irse, lo intento de verdad, salir por la ventana, no volver jamás alejarse antes de ser olvidado y tirado como siempre pasaba, los niños crecen, olvidan sus juguetes incluso aquel al que llamaban favorito, sería solo una decoración un tiempo más y después fuera él o su madre quien le guardarían.

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