Cruce

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Salió de la tienda con un par nuevo de lentes, su visión sí que lo agradecía mas aun el hecho de lo fácil que era conseguir unos nuevos, no había tantas preguntas, ni siquiera tenía que hacer tantos tramites los cuales encontraba molestos desde que recuerda y finalmente en cuestión de unas horas tenia de nuevo buena visión.

Agradecía ser bueno en temas monetarios, no es que fuera rico pero después de que había terminado maldito sus amigos volvieron al castillo por medio de los pasadizos secretos, dando con pequeñas cámaras con el oro y demás tesoros suficientes.

Eran buenos administrando el dinero y le enseñaron a serlo también para que el día que fuera rey pudiera restablecer la economía, lamentablemente aquello nunca paso, de hecho era como si ese periodo de la historia nunca hubiera ocurrido, como si toda la historia anterior a él y sus padres fue borrada por esa misma gente.

Los tesoros, dinero y oro fueron repartidos equitativamente, cada quien fue responsable de lo que le toco pero fueron guardando para el día en que él fuera humano de nuevo...cosa que tampoco paso. En ese tiempo era fácil ocultar el dinero en alguna parte del bosque, pero el tiempo pasaba con ello el cambio, también tenía que contar el hecho de que no siempre podía ser humano y tenía que moverse como la marioneta que era, sobrevivir midiendo 25 centímetros.

También aprovechando los libros de magia se volvió algo hábil en eso, no tenia más que hacer después de todo, incluso hubo un tiempo en que logro guardar su dinero en el banco, solo gastando lo necesario, guardándolo para el futuro, a veces lo sacaba todo y lo ocultaba otras lo terminaba cambiando y renovando era una lata.

Aunque ahora su dinero se iba en otras cosas, mejor dicho en otra persona, cada que Misaki quería algo el terminaba comprándolo, poniéndolo donde pudiera encontrarlo, era solo "buena suerte"

Si Misaki quería unos audífonos nuevos, el los compraba y los dejaba donde solo el peli naranja pudiera dar con ellos, ya sea en mitad del camino, de un callejón, todo era fácil con un poco de magia, incluso el reloj que llevaba modificado por el mismo, era bueno con la tecnología, nada mal para una marioneta maldita de más de 100 años, eh?

Su bella flor era conocido por ser un chico con suerte, algunas de las cosas que quería se le eran dadas por "casualidad"

Apresurándose para llegar al molesto bar, mas aun no quería que Ana le viera, esa niña debía ser capaz de ver los secretos de la gente o algo como para descubrirlo en poco tiempo

-Saruhiko-la voz queda y femenina le hizo quedarse helado, Ana de nuevo le había encontrado en sus paseos, acercándose a él mirándole atreves de aquella canica

-tch-suspiro, no es que se quejara de ella o algo pero los niños seguían siendo su molestia principal

-Misaki ya está en su habitación-informo

-¡¿Qué?! Maldición tarde demasiado

-está peleando con rikio dentro del bar

-tch no puedo volver ahora sin que le vaya peor a ese idiota

-entremos juntos

-bien supongo que es la mejor opción -la tenue luz le envolvió y de nuevo volvió a su forma, Ana saco de alguna parte una chaqueta pequeña que le quedara era conveniente para tener una excusa

-¿Ana?-totsuka le llamo pues de un tiempo para acá la pequeña desaparecía por pequeños lapsus de tiempo

-voy

-¿uh? ¿Qué traes allí?-le pregunto sonriente y curioso -¿una muñeca?-la niña asintió y fue de forma rápida hacia donde se encontraba Misaki-aunque da algo de miedo-murmuro solo viéndola irse

MarionetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora