Hecho Pedazos

XVI

Hecho Pedazos

-16-
"Juntos"

Caí de rodillas, me sentia débil... Demasiado debil. Aquella sensación que recorria todo mi cuerpo me tenia perturbado ¿asi se siente cuando extraen tu chakra?

Pues debo decir que es una completa mierda.

Pero era una mierda que estaba dando resultado...

Era algo nebuloso, pero estaba ahí... Él estaba ahí, su cuerpo estaba formandose frente a mi gracias al chakra rojo que se me era extraído. Una lagrima de felicidad resbaló por mi mejilla; era real. Solo un poco más y al fin podria ser feliz.

—Kurama...— susurré

Los fragmentos de mi destruido corazón reaccionaban; sabían que Kurama sería capás de unirlos a todos... Y sanar aquello que se hizo pedazos.

Mis párpados comenzaban a pesar, me sentia agotado, ya no tenia energías...

Antes de caer en la inconsciencia sentí como unos brazos me rodeaban.

—Bien hecho, cachorro...— escuché y caí dormido.

* * *

—Tu...— murmuró Shikamaru

Al ver claramente de quien se trataba todos se relajaron, excepto Sai.

—Gaara...— se tensó —¿Que haces aqui?

—Sai, yo...— dio un paso adelante para acercarse al pelinegro pero este retrocedió —Necesito hablar contigo

—Tú y yo no tenemos nada de que hablar— frunció los labios con rabia.

Gaara iba a decir algo pero Sakura le interrumpio.

—Chicos, estamos en una misión, tenemos que irnos— le recordó a Sai, luego fijo la mirada en Gaara —Lo siento Gaara-san pero estamos muy ocupados ahora

El pelirrojo suplicó con la mirada a Sai para que le dejara hablar al menos por unos breves minutos, pero Sai desvío la mirada.

—Sakura tiene razón, ahora tengo algo mas importante que hacer. No tengo tiempo para hablar con usted, Kazekage— pasó por el lado del pelirojo para seguir la búsqueda junto a los demás, pero al sentir como Gaara le sujetaba el brazo se detuvo. Vio de reojo que todos ya se habían adelantado asi que decidió terminar rápido con esto de una vez por todas. Se soltó del agarre del jinchūriki de la arena y rápidamente lo tomo del cuello pegandolo a su cuerpo.

—Pero que...

—Siempre quise hacer esto...— dicho aquello; Sai junto sus labios con los del, ahora sorprendido, pelirrojo. Pero antes de que el contrarió reaccionará, se separo —Y esto... ¡es por la cachetada!— soltó el cuello de Gaara y con su mano hecha un puño le golpeó el rostro con todas sus fuerzas provocando que el Kage cayera —Escuchame bien... Sabaku no Gaara— comenzó a hablar antes de que el chico de la arena se levantara —Yo...no sere el segundo plato de nadie ¡asi que no te atrevas a acercarte a mi!— dio media vuelta —Espero que te pudras en el infierno, maldito bastardo— dijo y se fue.