No promises ✨ shawmila

❝Out of the frying pan, into the inferno.❞

"Baby please no promises cause we won't keep our promises"

Desde el día en el que Camila me dio una segunda oportunidad, todo ha cambiado entre nosotros. Ella se quedó aquí en Toronto para que nuestra relación pueda seguir adelante, incluso rentó un departamento y consiguió una beca en la secundaria Pine Ridge High School, así estaremos más cerca.

Yo también he tratado de cambiar, tal y como se lo prometí.

Es bueno saber que no se va a terminar lo nuestro. No del todo.

Aunque no creo que vuelva a ser como lo fue en un principio.

Hasta a mi mamá le da gusto que Camila se quedara. A mi hermana también, se la pasa diciendo cosas como: "los shippeo, chicos" o "yo quiero ser como ustedes de grande"... Créeme Aaliyah, no vas a querer ser como nosotros.  Ojalá tengas a alguien bueno, no como yo. Para nada. Es lo último que quiero para ti.

Cambiando de tema, hoy en la noche me voy a ver con Camila, vamos a ir a cenar. Yo le dije que fuéramos a un restaurante, pero ella prefirió un picnic; dice que le recuerda a Bajo la misma estrella. Al final terminé accediendo.

Mi mamá dijo que me ayudaría con la comida, no quiere que lo arruine si cocino yo mismo. Gracias mamá.

*   *   *

- ¿Me da una docena de tulipanes?- pregunté a la trabajadora de la tienda de flores en donde me encuentro.

- ¿Tulipanes?...- dijo la castaña encargada- Hoy en día ningún chico compra tulipanes, pero si compran rosas y flores más económicas.

- Bueno, a mi novia le gusta Bajo la misma estrella, así que...

- Ah, ya veo... como en la parte donde Augustus lleva a Hazel de picnic...

- Tal y como esa parte- dije a lo que la castaña asintió sonriente.

Después de dos minutos de espera, la trabajadora me entregó un ramos con 12 tulipanes y naranjas.

- Que tu novia sepa que tiene un gran novio...

- Creo que ella no contestaría lo mismo- dije recordando todos los malos momentos por los cuales la hice pasar-. ¿Cuánto te debo?

- 23 dólares.

- Bien, más vale que le gusten...- golpe justo en la codicia.

- Le van a gustar- contestó la castaña mientras me tendía las flores. Las tomé.

- Gracias- dije antes de dejar la tienda.

En el camino a su departamento en el centro de la ciudad, diviso que el cielo nunca ha estado más bonito que hoy. Seguramente la vio sonreír, ya que su sonrisa es capaz de iluminar hasta el alma más negra y triste. Tal como lo hizo con la mía.

Camila llegó a mi vida para mejorarla de maneras que no siquiera se puede imaginar.

*Llamada entrante de Camila*
- ¿Estás lista?- pregunté a través de la línea- Ya voy en camino hacia tu casa.

- Si, si lo estoy- contestó cortante y alterada.

- Hey... ¿pasa algo?

- Sí, me acabo de pegar en el dedo meñique del pie con la pata de la cama y tengo un puto dolor...

- Oye, tranquila, no hace falta que digas groserías- Camila siempre se enoja mucho cuando le digo que cuide su lenguaje.

- ¡Joder, Shawn! Me dices que me tranquilice cuando fui yo la que se lastimó y no tú... así que ¡muérete por eso, Mendes!

- Te recuerdo que yo tengo menos probabilidades de morir antes que tú- comencé tratando de imaginar la cara de enojo que tiene Camila en estos momentos-. ¿Quién sabe?, tal vez mueras por qué tu dedo se cae y se infecta todo tu cuerpo y...

- Iuuug, ¡que asco!- me interrumpió-. Tú ganas, voy a morir primero.

- Me da gusto que al fin aceptes tu derrota...

- Peter Raul tu...

- Adiós...- colgué el teléfono dejándola a media oración.

*   *   *

- ¿Cómo sigue ese dedo?- Apenas estaba volteando a verla, estaba cerrado mi Jeep.- Dime que estoy soñando...- Camila iba vestida hermosa, nunca se había visto tan bien.

- No, no estás soñando Mendes, si me pegue en el dedo, ¿quieres verlo?- Hizo una mueca que en lugar de demostrar dolor, me dio demasiada risa.

- Si es igual que tú cara, prefiero quedarme con la duda...- Dije al mismo tiempo que cubría mi cara con ambos manos para cubrir el golpe que vendría después.

- ¡Oyeee!- Dicho y hecho, empezó a golpearme con su bolsa.- Mi cara no es fea...

- No, claro que no.- La abracé y la levante del piso.- De hecho, es la más bonita que jamás he visto.