Guerra entre razas.

Parte-10

Bellatrix estaba en el suelo, Jake en frente de ella enseñando los dientes, y en medio dos magos, un hombre-lobo y una vampiresa hacían de barrera para proteger a la híbrida.

Jake gruñó y al se unieron mas gruñidos. Algunos empezaban a transformarse.  Michael sacó los dientes.

-Alejaros de mi hija.-gruñó.

Los lobos callaron, la loba blanca dio un paso hacia delante junto con el anciano, el cual había pedido una muerte honrada para Bellatrix.

-Mirad que tenemos aquí.-dijo la loba-Un traidor junto a su asquerosa mujer..-Isabelle la sonrió enseñando los colmillos.

-Alejaros de mi hija.-repitió Michael justo cuando la luna lo bañó todo con su brillo.

La loba rió y miro a Marcus y Aural.-¿Y esos dos?

Marcus hizo una reverencia con su encanto habitual.

-Encantado, mi señora.-sonrió-Soy un simple forastero de lejanas tierras y de sabiduría muy por encima de la vuestra.

-¿Me estas llamando tonta?

-Alice,-dijo el lobo anciano refiriéndose a la loba blanca-con lo magos no se puede hablar.

Marcus se echó a reír como un loco. 

-Así que sabes lo que soy, viejo.

Alice gruñó ante aquello, pero fue el anciano quien dio un paso hacia delante.

-Estas muy lejos de tu casa, brujo.

-Lo se, siempre estoy lejos de casa.-Marcus se relajó y sonrió-Estas muy estropeado, los años te han hecho mucho daño, viejo amigo.

Todos los allí presentes se giraron a mirarles asombrados.

-En cambio tu, estas más joven incluso.-el lobo anciano se acercó y el brujo le abrazó-Siempre tan espontaneo...

-Te fuiste sin avisar.-susurró el mago.

-Hablaremos de eso más tarde.-se separó y los miro a todos-Se acabo, la híbrida es perdonada.

Hubo gruñidos de quejas, pero nadie se atrevió a empezar una discusión con el anciano. Este se giró a la híbrida que se había transformado en la muchacha que era. No hubo agradecimientos ni por parte de ella ni de su familia, pero Isabelle le dedicó al anciano una mirada que al anciano le basto para que al menos aquella vampiresa le pareciese amistosa. 

-Bien, será perdonada.-dijo Alice-Pero merecemos una explicación de porque están en nuestro territorio.

-No las necesitas,-Michael dio un paso hacia delante-mi hija no sabía que esto era vuestro...

-No olía a lobo donde me quedé dormida.-dijo Bellatrix en su defensa, a lo que Alice gruño.

El anciano se giró y la miró.-¿Donde la encontraste?

La loba blanca y tres de sus compañeros dieron un paso hacia atrás.

-Alice...¿Estaba fuera de nuestro territorio?-preguntó Jake volviendo a ser humano.

Ella gruñó y salió corriendo con sus tres compañeros.

-Jake,-dijo el anciano al ver que el hombre-lobo iba a salir detrás de ella-déjalos marchar.

Jake gruñó y los tres hombres-lobo, junto a Alice, huyeron en dirección al castillo de Alexander.