Capítulo 2

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Los rayos de sol entrando por las cortinas dan directo en el rostro de Maddie, quien comienza a abrir sus pequeños ojos, unos minutos después está completamente despierta. Estira sus pequeñas extremidades y se sienta al borde de la cama, mete sus pies en sus pantuflas de león y se pone de pie. Sale de su habitación sin saber muy bien hacía donde ir. Es domingo y por lo tranquilo que está todo es temprano, así que ir con su madre no es una opción, es el único día junto con el sábado que puede dormir hasta tarde. Niall definitivamente tampoco es opción, hoy es su último día de holgazán ya que consiguió trabajo en una cafetería de 7 de la mañana a 3 de la tarde. Así que su última y única opción es Liam quien seguramente esté durmiendo tranquilamente. Cuando está caminando hacía el cuarto del castaño escucha un sonido prominente de la primera planta. Aprieta su peluche de felpa en su pecho y comienza a bajar las gradas, cuando llega a la última revisa con la vista la sala y no encuentra nada fuera de lo normal. Se acerca a la puerta de la cocina y escucha un tarareo, entonces se tranquiliza y abre con un poco de dificultad la puerta, fallando al intentar sostenerla haciendo que se cierre de un portazo que retumba en toda la cocina.

Por Liam;

—Mierda— solté al mismo tiempo que el sartén en mis manos caía aterrizando en mi pie y por primera vez ame las pantuflas esponjosas de "conejitos" que la Señora Maura me había regalado. Me agache para recogerlo y lo dejé el la estufa mientras llevaba una de mis manos hasta el pecho, mi corazón iba a mil por hora por poco y me daba un paro cardíaco con el susto que me había llevado. Cerré mis ojos mientras mi pulso se tranquilizaba, sentí como algo se enredaba en mi pierna y volví a entrar en pánico. Abrí mis ojos con miedo y baje la vista hasta que encontré un par de pupilas verdes. Volví a cerrar mis ojos para estabilizar de nuevo mi pulso.
—Dios Maddie, que susto me has dado— le hablé para luego bajar a su altura.
—Perdón Li— acaricie su cabello y la tome en un brazo, me levante y acomode el sartén en una hornilla pero no podía prenderle fuego solo con una mano entonces camine hacia la silla más cercana y senté a la pequeña.
—¿Qué haces Liam?— pregunto mientras acomodada el peluche en su regazo.
—El desayuno cariño— luego de eso todo volvió a quedar en silencio, media hora después la mesa ya estaba servida.
—¡LISTO!— gritó la pequeña bajando de la silla.
—Bien, tú ve a despertar a mami y yo iré por Niall ¿Está bien?— asintió y salió de la cocina, terminé de acomodar los platos en sus lugares y me dirigí a la habitación del rubio.
Subí las gradas y camine por el pasillo, me detuve en la penúltima puerta y cuando iba a tocar escuche la voz de Niall.
—Si si...lo..lo se Zayn pero...hemos pasado por esto antes...sólo debes..solo debes tranquilizarte ¿Está bien?...si aquí te espero...adiós— colgó y la habitación quedo en silencio otra vez. ¿Qué le había pasado a Zayn?, "Hemos pasado por esto antes" ¿A qué se refería Niall con eso?, "Aquí te espero" eso quería decir que Zayn vendría ¿cierto?. Di tres toques a la puerta y grité —Niall el desayuno esta servido— no espere una respuesta y corrí hacía mi cuarto. Entre y cerré la puerta detrás de mí, abrí el armario y tome una camisa verde un poco claro unos jeans negros y mis botas café.
Cuando estuve listo entre al baño peine mi cabello, esté estaba liso excepto por las puntas que se estaban ondulando un poco lo cual estaba perfecto porque no quería parecer desesperado, me di una última vista en el espejo y salí de la habitación justo cuando el timbre sonó, por lo visto nadie se había levantado así que baje las escaleras y me dirigí a la puerta. Tomé la manija y la presione hacía bajo di un paso atrás y abrí. Zayn estaba del otro lado, vestía casual, su cabello estaba alborotado y ni hablar de su rostro, parecía muerto en vida, piel pálida, labios resecos, ojos decaído con grandes ojeras debajo, se miraban un poco hinchados como si hubiera llorado. Se veía enserio mal.

Por Zayn;

Liam me veía preocupado así que trate de sonreirle pero quedó más como una mueca.
—Hola— mi voz salió casi como un susurro. El parpadeo rápido fruncio el ceño y abrió sus labios, parecía que diría algo pero luego sacudió un poco la cabeza y relajó su rostro trazando una bonita sonrisa que logro tranquilizarme y habló.
—Hola— está ves logre darle una sonrisa real, abrió más la puerta y se corrió —Entra— agregó e ingrese, mi vista viajo por la casa hasta que me detuve en las gradas donde la pequeña bajaba.
—Hola Maddie— salude tratando de sonar animado, llegué hasta el final de las escaleras y ella se detuvo en el penúltimo escalón y me vio fijamente, con una reacción casi igual a la de Liam. Y de repente se lanzó a mis brazos, la cargué acomodondola en mi brazo derecho.
— ¡Vaya! Que bueno verte Zayn, ¿Acabas de venir?— subí la vista y Maura me sonrió yo le devolví el gesto.
—Si acabo de llegar, espero no le moleste— Maddie seguía en mi brazo jugando con mi cabello.
—No no, por supuesto que no cariño— terminó de hablar y agradecí que no preguntará nada delante de los demás aunque estaba seguro que cuando estemos a solas me interrigaria por horas.
La Señora Maura me obligó a comer con todos los demás, no estaba de ánimo pero no quería que la mayor me diera un sermón, el desayuno fue bien a pesar de todo, nadie hizo preguntas sobre mi estado y todos trataban de hacerme reír aunque las únicas personas presentes que lo lograban eran Maddie y Liam. Terminamos de comer y ayudé a Maura a levantar la mesa pero Niall me arrastró hasta su cuarto cuando tuvo la oportunidad.
—¿Qué mierdas hizo esta vez el hijo de puta?— preguntó Niall tan despreocupado como siempre.
—Niall te recuerdo que estás hablando de mi padre— dije con un tono cansado, Niall nunca cambiaba.
—¿Y eso qué?— soltó Niall dejándose caer en la cama —Eso no le quita lo hijo de pu—
—Niall— lo corté antes que dijera lo que yo ya sabía mejor que nadie.
—Ya, ya. Ya entendí— hablo sentándose al final de la cama, me senté a la par de él y mis ojos se nublaron instantáneamente, no importaba cuantas veces estuviera metido en esta mierda, siempre lograba herirme un poco más. Los brazos de Niall me rodearon y yo acurruque mi cara en su cuello mientras sollozos salían de mi garganta.
—Niall podría prestarme tu por....— levanté la mirada y lo único que vi fueron unos ojos café que poco a poco se iban llenando de lágrimas.
—Liam...— hablé pero él ya se había ido.

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Gracias por leer.


T.

El Plan De Maddie (Ziam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora