Al fin, después de un viaje en avión de varias horas, al fin me encuentro en el apartamento que me renta mi padre. Aún no lo entiendo, según él era más seguro que yo estuviera en un gran apartamento, sola, a si yo me quedaba en una residencia de la universidad con una compañera de habitación. Le rogué para que me dejase quedar en una residencia, y se negó, diciéndome "Hija, el que vivas en un apartamento es la única condición que doy para dejarte ir". Lo sé mi padre puede ser muy raro a veces pero bueno, lo amo, y no niego que la vista que tengo es espectacular.
Sentada en el gran sillón volteo a todos lados y observo atenta todos los detalles del apartamento, es muy lindo en realidad, venía amueblado así que pues es una gran ventaja, aunque todavía quedaban unos cuantos detalles, sonreí y rápidamente me acerco a la caja mas pequeña de todas de las que tenía y sonrío ampliamente al observar lo que hay adentro, saco el primer portarretrato, en la imagen me encuentro sonriente mientras mis padres me dan un beso en cada mejilla, la coloco a un lado del televisor; en el segundo portarretrato estoy en medio de cuatro hermosas chicas, mis mejores amigas, en la orilla se encuentra Daniela, una chica hermosa, alta de cabello castaño, unos ojos verdes pequeños y una enorme sonrisa, las más popular de las cinco, pero bueno como no sería así si ella es muy amigable y fiestera, le agrada a todo el mundo, enseguida de ella se encuentra Julieta, un poco más chica, rubia natural, según ella, tez blanca y unos ojos marrón oscuro, ella es la más despistada, pero al momento de que ocurría algo era la primera en acudir a tu auxilio, después de ella salgo yo, bueno la más alta de las cinco, mi cabello oscuro, casi negro, ondulado como el de las otras chicas, tez morena y mis ojos bueno verdes tendiendo a miel, según ellas ese es mi atractivo, pues que les digo sobre mí, era la más callada de todas, tal vez por eso se me dificulta tener más amigos, después se ve a Lorena, de la misma estatura que la de Daniela pero más delgada que todas, cabello castaño y ojos grises, mi hermosa Lorena, la más dulce de las cinco, mi mejor amiga, por último pero no menos importante, se ve a Ximena, sonriente como siempre la veía, cabello castaño mucho más claro que el mío, y unos ojos café oscuro enormes, la madura del grupo, la que nos regañaba cuando hacíamos lo que no debíamos, bueno por lo general regañaba más a Daniela.
Oh mis bellas chicas, como las iba a extrañar, ellas se quedaron estudiando en México, juntas, en la misma universidad, de hecho viven juntas, comparten un departamento cerca de la universidad, un departamento que elegimos entre todas, si así es incluso yo les ayude a escogerlo.
Se viene a mi mente el momento de la despedida, el adiós definitivo.
*Flashback*
Estábamos ya en el aeropuerto esperando a que llamaran mi vuelo. Sentadas todas en esas incómodas sillas, cuando se escucha por los altavoces.
-"Vuelo número 232 con destino a Nueva York, favor de abordar"-
Me levanto del asiento rápidamente al igual que lo hacen mis amigas y mis familiares, me acerco a mi dulce Lorena y le doy un fuerte abrazo.
-Te adoro linda, nunca nunca nunca, las olvidaré, a ninguna.
-Vamos Sammy, aún puedes arrepentirte. – dice Lorena secándose las lágrimas mientras se aleja de mi abrazo.
-Sí, viviríamos las cinco juntas, como decíamos que lo haríamos de pequeñas, ¿Recuerdas Sam?- Daniela se acerca para darme un fuerte abrazo y un beso tronado en la mejilla.
-Lo sé chicas, pero saben que no puedo quedarme más aquí, no después de lo sucedido – digo derramando una pequeña lágrima – tengo que buscar una manera de empezar de nuevo.
-Pero lo prometiste, lo prometimos todas. – dice Ximena, regañándome como siempre solía hacerlo con todas nosotras.
Me acerco para darle un abrazo pero se aleja.
-Las promesas no se rompen. – dice bajando la mirada.
-Teníamos 9 años Ximena, y bien sabes que después de lo ocurrido, puedo romper esa promesa. – le digo levantando su mirada.
-Lo sé.- dice finalmente y se lanza a mis brazos y me da un fuerte abrazo. Ninguna de las dos lo soporta y rompemos en llanto.
-Cuídalas.- digo separándome y dándole un beso en la mejilla.
-Sabes que siempre ha sido así. – dice soltando una pequeña risa.
-Mi despistada July, ven. – le digo a la rubia que estaba todavía sentada con las manos en su rostro. Al escucharme se quita sus manos del rostro y levanta la mirada, niega, y vuelve sus manos a su rostro. – Vamos July no te pongas así, - digo hincándome frente a ella tomando sus manos – no es que este muriendo o algo así, solo me voy a estudiar, aún nos veremos en vacaciones.
-Pero, ¿Por qué no podemos llamarte? – dice mirándome, no puedo creer que le tengo que explicar de nuevo. – Es injusto.
-"Personas que abordaran el vuelo 232 a Nueva York, favor de abordar" – se escucha de nuevo por los altavoces.
Levanto la vista al cielo y doy un largo suspiro.
-Vamos linda, sabes que ustedes más que nadie me lo recuerdan, me recuerdan lo sucedido, me recuerdan los buenos y los malos momentos. – tomo aire- Hermosa, no significa que no las ame, las amo con todo mi corazón, son mis hermanas, pero por el momento no queda más que separarnos, un semestre, solo un semestre les pido, después de eso nos veremos en las vacaciones y cuando regrese a Nueva York para un nuevo semestre, será todo diferente entonces sí, hablaremos todos los días, nos mandaremos mensajes, hablaremos por Skype, todo lo que tú quieras linda, pero les pido este semestre, este semestre para mí, para tratar de mejorar, para tratar de olvidar, sabes que lo necesito Julieta.
Se levanta de su asiento y yo hago lo mismo. Entonces me abraza y me da un beso en la frente.
-Sam, te voy a extrañar mucho. – dice finalmente en eso se acercan todas y me dan un gran abrazo de oso.
-Yo las voy a extrañar con mi alma. Recuerden que no somos amigas, somos hermanas.
-Y así será siempre. – dice finalmente Lorena.
*Fin del Flashback*
Dejo el portarretrato al lado del que estoy con mis padres y me tumbo en el sofá, no aguanto más y rompo en llanto.
Se preguntaran porque les prohibí que me hablaran, incluso que me mandaran un solo mensaje; no lo entenderían es muy complicado. Incluso hice un trato con mis padres, que dejaría que me llamaran una vez cada quince días, para ver si me encontraba bien. Mi madre casi muere cuando les dije, pero no sé cómo mi padre logró convencerla.
Tengo que empezar de nuevo, tengo que olvidarlo, tengo que olvidar su sonrisa, sus cálidos besos, la forma en la que me tomaba en sus brazos, el cómo sentía que mi corazón saldría de mi pecho cada vez que me decía "te amo", sus ojos grises que hacían que mi corazón dejara de latir y después latiera más fuerte en tan solo un segundo, la vez que me hizo suya por primera vez, el cómo cada que estábamos juntos nos sentíamos como si fuéramos uno.
Y si para olvidarlo tengo que alejarme de todo lo que conozco eso haré, aunque me duela.
Me levanto del sofá y camino hacia la puerta que da a un balcón, me recargo en la orilla y observo detenidamente esta gran ciudad, nada que ver con el pueblo en el que solía vivir, en el que crecí. Recorrí todo rápidamente con la mirada y soltando un suspiro susurre:
"Bienvenida a tu nuevo hogar Samantha, bienvenida a New York"
HOLA!!!! bueno soy nueva escribiendo aquí, casi nunca subo lo que escribo y pues bueno no se porque me animé a subir por aquí pero bueno espero y les guste, esto es SOLO EL PRINCIPIO, no sabemos que le paso a Samantha para que se alejara así de su familia y amigos, y menos que sucederá con ella duranté su estadía en NYC!!!
Enserio espero y les guste. :D de antemano gracias a los que lean y aprecio todo tipo de comentarios, algún error que noten, algo que les gustaría que pasara lo que quieran, porque voy a ir subiendo mientras lo escriba así que ni siquiera yo se que pasara :O
En la multimedia pueden ver a nuestra Samantha Reynolds
P.S. Sammy ya tiene twitter, de hecho al hacerlo me inspiré un poco para hacer la historia :P es @SammyReynolds95
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Pretending
RomantikUna historia que te hará preguntarte: ¿Realmente existe el verdadero amor? ¿Durará para siempre? ¿Se puede amar después de sufrir por otro amor? Samantha Reynolds con 18 años, se pregunta eso casi a diario, una mujer con sueños perdidos y reencontra...