Hatred

268 38 8
                                    

En cuanto llegué a mi casa me tiré al sofá importándome poco la ropa totalmente mojada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En cuanto llegué a mi casa me tiré al sofá importándome poco la ropa totalmente mojada. El paraguas lo tiré junto a la puerta nada más entrar. ¿De qué va ese psicólogo? Si cree que voy a volver la semana que viene lo lleva claro. Sabía que no tendría que haber ido a ese lugar...

- Quién me mandaría a mí hacerle caso a ese idiota...

Y hablando del rey de roma, justamente tuvo que llamarme para interrumpir mi momento de relajación. Saqué el móvil de mi bolsillo, estaba un poco mojado pero no le pasó nada, y le colgué. No estaba con ganas de hablar ahora mismo. Pero a la nada me volvió a llamar y al final tuve que contestarle.

- Qué.
- Uh... Veo que no te ha ido muy bien.
- ¿Y qué esperabas?
- Tenía una leve esperanza de que todo saldría bien~
- Ya, pues muchas gracias por pagarme esa cita pero yo no vuelvo a ir allí.
- ¿Eh? ¿Por qué? ¿Tan mal te ha ido?
- Mal se queda corto... Lo único bueno ha sido que solo he estado cinco minutos.
- ¿Tan poco?...
- Ese psicólogo es muy raro... Siempre con una odiosa sonrisa y de buenas a primeras se pone totalmente serio, hablándome como si supiese lo que me pasa... Y tan pronto como se le fue la sonrisa le volvió. Encima quiere que vuelva allí... Lo lleva claro.
- Hm... Vas a ir.
- ¿Ah? Te he dicho que yo no vuelvo a pisar ese lugar.
- Lo harás quieras o no~ Pagué para seis sesiones, por eso iré contigo para asegurarme de que no te escapas.
- ...no voy a salir de mi casa para tener que volver a ver a ese psicólogo.
- Oye~ A lo mejor con el tiempo te cae bien~ Por lo menos inténtalo.
- Ya hice el intento de ir, no pienso hacer otro intento para volver.
- Bueno... Te llevaré a la fuerza~
- Tú inténtalo y te quedas sin barba...
- Ya...~ Uy~ Tengo que dejarte, tengo visita~
- De acuerdo... Adiós.
- Adiós~ No hagas nada peligroso...
- ...sí.

Le colgué antes de que dijese algo más. Bastante había durado la llamada. Odiaba que me hablase como si supiese manejar la situación... Puede que nos conozcamos desde hace unos años pero aún no podía contarle todo sobre mí. No después de aquello. Todos los que creía que eran mis amigos empezaron a alejarse de mí por desinterés o porque no les importaba demasiado, perdiendo así la seguridad en mí mismo. Intenté volver a empezar desde cero pero se me hacía difícil ya que, debido a mi caracter, nadie se me acercaba -y yo tampoco ponía mucho empeño-. Excepto Francis, por eso aunque a veces me entren ganas de matarlo por gilipollas tengo que aguantarlo, igual que hace él conmigo. Pero una cosa es ser un buen amigo y otro una madre... Que hay veces que me controla más que a un perro. Yo sé lo que hago con mi vida, no necesito a nadie que me esté vigilando, y sé que se preocupa ya que cuando me conoció estaba peor -era como un puto emo-. Pero vi que hacer esas cosas no tenía sentido. Por hacerme daño no iba a cambiar el pasado, y lo que dicen de que el dolor físico te alivia el emocional es una gran mentira. Por lo menos en mi caso.

Después de estar un rato tumbado en el sofá decidí levantarme e ir al baño para darme una ducha. A lo mejor me ponía enfermo por estar tanto tiempo empapado y así no tendría que ir al psicólogo de nuevo. Lo odiaba, odiaba su comportamiento y esa estúpida sonrisa. Tal vez sea porque yo ya no puedo sonreír, pero prefiero no pensar en eso. Me dirijo antes a mi habitación para coger ropa limpia y entro en el baño. Más tarde sigo con mis tareas, que se limitan básicamente en intentar buscar un trabajo y no incendiar la cocina. La segunda de ellas es un caso perdido, así que seguramente cenaría comida rápida -para variar-.

IllusionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora