Illusion

Begining

- Vamos Arthur... Por lo menos inténtalo.
- Es que no entiendo cómo me va a ayudar un puto psicólogo.
- Por favor... Solo inténtalo ¿vale? Dicen que es muy bueno tratando a los pacientes~
- Ya... Aunque le cuente toda mi vida no va a poder hacer nada.
- Arthur...
- Agh está bien Francis... Ya iré.
- Bien~ Ya pedí cita para esta tarde.
- ¿Qué? ¿Por qué lo has hecho?
- Porque si tengo que esperar a que lo hagas tú no irías nunca.
- ...touché.
- Te conozco ya desde hace mucho tiempo Arthur, sé cómo eres~
- sí, claro... Solo me conoces por 5 años.
- Bueno... Si me contaras más sobre ti pues-
- No quiero contarle mi vida de mierda a nadie, y por eso no sé para qué tengo que ir a ese psicólogo...
- Podrá ayudarte Arthur...
- Como no sea mago lo dudo.
- Sé más optimista hombre.
- Ya no me queda de eso... Luego hablamos.
- Está bien... Adiós. Cuídate.
- Sí...

Colgué el teléfono y lo dejé en la mesa con un suspiro. No me importaba que Francis se preocupase tanto pero no es como para pedir cita con un psicólogo... Nadie puede ayudarme. Después de todo, ¿qué pueden hacer ellos? Como no tenga ese psicólogo poderes sobrenaturales y pueda cambiar el pasado no creo que vaya a ayudarme. Aparte, ya de por sí odio a los psicólogos. Escuchan todo lo que le dices como si les importase algo -porque le pagan que si no anda que iban a estar escuchando todas tus mierdas- y creen que podrán ayudarte dándote unos simples consejos como confía en ti mismo o no te rindas. ¿Confiar? ¿Rendirse? ¿Acaso saben de lo que hablan? Pero el peor de todos es "la aceptación de lo que ha pasado es el primer paso para superar las consecuencias de cualquier desgracia". Como si fuese tan fácil... Hablan mucho pero nunca hacen nada.

- ¿Por qué tengo que ir?...

De repente me llegó un mensaje al móvil. Supuse que era de Francis ya que, de todos modos, no puede ser de nadie más. Me acerqué para cogerlo y leer el mensaje.

Se me olvidó decirte que la cita es a las siete~ Ya sabes donde está la consulta. Diviértete~ ♡

- Cómo lo odio...

Solté el móvil y me tumbé en el sofá para dormir un poco antes de tener que ir a esa absurda cita.

Ya a las siete menos cuarto estaba preparado para salir. Bajé las escaleras hasta el portal pero antes de salir me quedé mirando el exterior a través del cristal de la puerta.

- En serio, esto tiene que significar algo...

Estaba lloviendo de tal manera que de lo poco que había llovido ya se había formado un pequeño río que bajaba por la calle. Como si no fuese poco, ahora tendría que ir andando hasta la consulta bajo un diluvio. Volví a subir a casa para coger un paraguas, y después de por fin salir del edificio fui lo más rapido que pude hacia allí. Al rato conseguí llegar pero estaba completamente mojado. El paraguas me sirvió de poco. No sabía ni por qué había ido allí al final... Pudiendo haberme quedado en casa. Pero ya que Francis había pagado esta sesión no podía faltar.