Memories

235 34 6
                                    

Llegué corriendo a casa y nada más entrar me apoyé en la puerta, arrastrándome hacia abajo hasta llegar al suelo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Llegué corriendo a casa y nada más entrar me apoyé en la puerta, arrastrándome hacia abajo hasta llegar al suelo. Abracé mis piernas y comencé a llorar en silencio. Ni siquiera sabía por qué estaba llorando pero simplemente no pude evitarlo. Ni me di cuenta de que estaba completamente mojado. El móvil empezó a sonar, pero lo ignoré completamente. Francis llamó unas pocas veces más hasta que, al parecer, se cansó. Agradecí que dejara de intentarlo, quería estar en completo silencio... Pero eso solo duró unos cinco minutos. Alguien llamó al timbre, sobresaltándome un poco. No tenía ganas de ver a nadie ahora mismo.

- ¿Arthur? Estás ahí ¿verdad?

Me quedé en silencio intentando calmarme para dejar de llorar. Me levanté despacio y antes de abrirle a Francis me limpié las lágrimas que aún descendían por mis mejillas.

- ¿Qué quieres?...
- Arthur... ¿Qué ha pasado? Alfred me llamó diciendo que te fuiste de la sesión.
- ¿Y qué?
- ¿Por qué no me llamaste? Estás todo mojado...
- No importa...
- ...¿has estado llorando?

Desvié la mirada para que no viera mi cara. Supongo que los ojos rojos me delataron.

- ...no...
- Arthur-
- Déjame... N-no quiero hablar con nadie ahora...
- Pero ¿qué ha pasado en la cita?...

Intentó acercarse a mí pero lo detuve antes de que entrase en la casa.

- Nada... Vuelve a tu casa.
- ¿Qué? No pienso dejarte solo en ese estado.
- ¡No soy un crío ¿vale?!

Le grité con la voz algo temblorosa y rápidamente cerré la puerta antes de que pudiese entrar.

- A-Arthur por favor, no quiero que-
- ¡Estoy bien! ¡Y-ya sé lo que tengo que hacer!...
- Pero-
- ¡Vete!
- ...¿seguro que estarás bien solo?
- ¡Sí! S-solo déjame en paz...

Me volví a arrastrar por la puerta sentándome de nuevo en el suelo. Escuché a Francis soltar un suspiro pesado y alejarse un poco de la puerta.

- Está bien... Mejórate...

Se alejó por completo, y una vez que me aseguré de ello me levanté yendo hacia mi cuarto y me cambié de ropa. No tenía ganas de nada, ni de comer. Solamente quería dormir para que se pasase cuanto antes este día de memorias indeseables. Pero al final no sirvió de nada. En cuanto me dormí, empecé a tener la misma pesadilla de siempre: todo oscuro... Solo se oían gritos y voces intentando hablarme pero no entendía nada, y de repente no podía respirar, sintiendo cómo me ahogaba poco a poco. Era algo estresante... Pero de la nada me encontraba en una habitación blanca con la palabra "culpable" escrita en la pared con sangre. Después de esto me desperté agitado, ya acostumbrado a tener ese sueño, y miré el reloj de mi mesita. Solo eran las 21:42... Seguía sin tener hambre así que me quedé mirando el techo de mi habitación hasta que al final, por el cansancio, conseguí dormirme a duras penas de nuevo.

IllusionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora