True love exists © [✔]

cap 3

Un suspiro fastidioso se me escapa y trato de concentrarme en lo que tengo frente a mí. No puedo decir que mi día fue el mejor porque la realidad es que, como todo lo demás en esta estúpida habitación, mi propia existencia apesta. Miro alrededor del lugar y todo lo que veo me molesta un poco más. Esa falda me la puse para la primera cita. El vestido lo utilicé cuando fuimos a bailar. Ese conjunto me lo puse para una reunión que hubo en la casa de los Hilsinc (Familia de los novios de mis hermanas) Y todo lo restante no me llama la atención para salir en nuestro aniversario. Han pasado tres meses, pero para mí, es como sí hubiera pasado cinco años juntos. Debo verme bonita y nada me agrada para este día.

Odio el asqueroso sistema de moda.

Mi irritación previa aumenta incondicionalmente. Me dejo caer al colchón con una mano en el pecho y la otra arriba de mi cabeza. Pienso en los miles de vestuarios que vi por internet y, por supuesto, ninguno tengo a la mano.

En este preciso momento es donde debería tener a mi amiga dándome apoyo, pero ¡NO!. La muy cretina decidió irse con su novio de paseo...y digo novio no en la forma en que me caiga mal, sino porque se supone que habíamos quedado en vernos sin ninguja justificación.

Mi cabeza la vuelco nuevamente al armario lleno de ropa y, me pregunto si aún me quedará lo que estoy pensando. Me levanto de la cama y rebusco la chaqueta de cuero negro con franjas doradas que mi abuela, que en paz descanse, me regaló para navidad. Cuando la encuentro, la sacudo. No ha pasado mucho desde la última vez que la vi. ¿Dos años? Creo que si me entra.

Bueno, al final resultó esta opción, y no estaría mal con pantalones con un dobladillo ancho. Y tengo unos botines que solo los usé en una ocasión. Encontré la ropa adecuada para hoy. Espero que Rick esté tan emocionado como yo.

Y si lo que quiero hacer sale bien, mi outfit es perfecto. Personalmente, según mi lógica, es mejor usar pantalones. Pero tengo una corazonada, y no sé si es porque hoy me voy a entregar a él. O si son los nervios del momento.

«Debe ser eso, nadie en su sano juicio estará saltando de felicidad por que perderá la virginidad con el amor de su vida. Todos debieron cagarse en los pantalones ese día.»

Aunque esté dispuesta a dar este gran paso, se que estaré segura. He esperado mucho para tener una pareja, y ahora que lo tengo, mi universo tiene sentido. Mi vida, mi camino y mi destino es él.

Una sensación de vacío se forma en mi estómago otra vez. Parpadeo y sigo sin entender cómo diablos es que este fastidioso presentimiento apareció. Es como sí algo dentro de mí me gritase un «¡NO!» rotundo.

Me doy la vuelta, exhalo en modo tranquilizador y empiezo andar escalera abajo.

He logrado sosegarme un poco, así que me tomo la libertad de apartar mis mechones de cabello y ponerlos atrás de las orejas para seguir mi trayecto hacía la sala.

Sonrío ampliamente al ver a Amanda, doy un salto al último escalón y abro los brazos hasta enrollarlos en el cuerpo flacuchento de la mejor amiga de mi madre.

— Te ves radiante como siempre — Soy capaz de percibir la sonrisa en el tono de su voz — Es difícil creer que ya vas a cumplir 16. Aún recuerdo cuando corrías en pañales llorando y suplicando para que no me vaya — Una sonrisa satisfecha se apodera de mis labios y, luego de abrazarla un poco más, nos soltamos.

— Por favor, no menciones eso frente a mí novio — Hago una mueca con pesar.

— No es secreto que tus gritos despertaban a medio mundo — Una media sonrisa torcida se dibuja en sus labios.

— Te golpeare con el palo de golf en donde me dejes en vergüenza — Apesar de mis palabras exasperadas, no para de sonreír.

— ¡Por el amor de Dios! ¡Deja el dramatismo! — Dice, al tiempo que me empuja y rueda los ojos al cielo. — Es una anécdota. Todos adoran las historias de la infancia.