Uno

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Son las tres de la tarde, a esta hora el metro está lleno de personas que corren intentando llegar a tiempo a su cita de trabajo, su comida con amigos o, simplemente, con ganas de llegar a su casa y no tener que pensar en nada importante en todo el fin de semana. Todos corren, deseando que acabe de una vez el viernes, deseando descansar...bueno, todos no.

Dirigiéndose lentamente hacia las escaleras mecánicas, sin apenas percatarse de que el metro que pretendía coger se acaba de marchar, hay una chica. Es joven, una adolescente de unos dieciséis años, y guapa, no en el sentido de que está buena sino que hay algo en esa sonrisa tranquila o en el brillo de emoción en sus ojos que hace que quieras ver lo que ella mira, oír lo que ella escucha, soñar lo que ella sueña.
Su paso es lento no porque esté buscando algo o mirando el móvil, como podrías pensar de alguien de su edad, su paso es lento porque ella mira, disfruta, se fija en los pequeños detalles, no tiene prisa y le gusta pensar que cada cosa que ve le enseña algo.

Pasa por delante de una pareja de ancianos, que se dirigen al mismo sitio que ella, con paso enérgico pero más lento que el suyo. Van agarrados del brazo, fuerte, como con miedo a soltarse y perderse entre la multitud y no poder encontrarse de nuevo. La mujer le dice algo al hombre, que sonríe y le da un beso en la mejilla antes de responderle una frase que suena como «no te preocupes».
La chica del metro sonríe y se pregunta qué habrá dicho la anciana para que su marido le responda de esa manera, demostrando su amor hacia ella con cada gesto y cada palabra. Pero por encima de eso, piensa que es mentira lo que la gente dice, eso de «el amor de verdad no existe», es mentira porque todavía hay una pareja de ancianos que, en un día normal, en una estación de metro, en medio de cientos de personas, se demuestran que se quieren.

Y piensa, mientras ve a la pareja subir al metro y el anciano ayuda a su mujer a sujetar bien las bolsas que lleva, que ojalá algún día todos encontremos algo así.

La chica del metroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora