Aprendí a decir que no

Prólogo

Ufff.. acabo de llegar de la escuela, el transporte se retrasó bastante, (o quizás había mucho tráfico), el punto es que, no sabía cómo empezar esto...
Veras, una amiga me dijo, que escribir era la mejor forma de expresar lo que sientes y no necesariamente lo tienen que saber todos, ella me dijo que te llamara "Diario", pero la verdad, es un nombre muy común y finalmente no creo que sea un diario como tal, por eso prefiero llamarte "Guardián de palabras", de hecho se me acaba de ocurrir, pero suena increíble (por lo menos para mí si).
Ahora ¿quién soy?, soy una adolescente de 13 años, normal, que va a la escuela, tiene amigos, familia, pero sobretodo, que tiene sentimientos, podrás decir "qué tontería, cualquiera tiene sentimientos" y es cierto, pero no todos los experimentamos de la misma manera...
Mi nombre es Jessica, pero muchos me llaman Jess, y me gusta que me digan así, porque siento que como parte de mi personalidad, ese 'Jess' habla mucho de quién soy y de mi propia identidad.
Bueno, creo que para no saber cómo empezar, ya dije bastante y hable demasiado. Pero, quería decirte que la razón principal para que yo viniera a escribir y dejar estas palabras aquí es porque realmente necesito una manera de expresarme sin que nadie me critique, simplemente, es la manera más silenciosa y discreta de decir lo que siento...
Está es mi historia, una historia común, que puede coincidir con muchas otras, pero lo más especial es que cuenta el momento en el que aprendí a decir... no