Capítulo 2:Secuestro

118 10 1
                                    


ADVERTENCIAS:

- riren (lemon)

- suave Erwin x Eren y viceversa

- Edad media

- Muerte de algunos personajes

- Fantasía

-narra eren-

Desperté en una suave cama de sabanas inmaculadas y almohadas esponjosas, mi vista era borrosa y mi cuerpo estaba entumido. Me removí un poco, estaba confuso y aturdido, mire hacia arriba, el techo era un mosaico de azulejos que retrataban un cielo nocturno, mire a mi alrededor, era una habitación pequeña y circular pero muy colorida, con un espejo con detalles dorados, un tocador, un armario de madera pintado con suaves líneas azules que dibujaban líneas sin sentido y un sillón rojo
"esta no es mi habitación ni ninguna parecida al castillo" fue a la única conclusión a la que llegué. Entonces como un puzle, todo encajo, me acorde de lo que había pasado, de mi boda arruinada, mi secuestro y todas las muertes de soldados de mi reino. Me incorporé al momento

- tengo que escapar de aquí. –fue la decisión que tome en ese momento

- me temo que no. –una voz femenina me habló, me asuste ante la idea de encontrarme con uno de mis secuestradores, mire hacia la puerta pues allí se encontraba la portadora de esa voz, una mujer alta y delgada con el pelo recogido en una coleta, tenía el pelo marrón al igual que sus ojos

- ¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí? ¿Dónde estamos? –hable apresurado a causa de mis nervios o miedo más bien, la chica soltó una risa y se aproximó hacia mí, yo me aleje acto reflejo hasta que choque contra la cabecera de la cama

- Tranquilo pequeño cervatillo, soy Hanji Zoe, lo único que quiero es comprobar si el efecto de la droga a desaparecido y estamos en la torre de vigilancia abandonada dentro del bosque negro

- ¿! En el bosque oscuro?! –me sorprendió escuchar eso, dentro de nuestro país este bosque se localizaba en la frontera noreste, era tan denso que nadie se atrevía a explorarlo. –espera, has dicho drogado, ¿¡me habéis drogado para traerme aquí?!

- Es obvio ¿no? –la chica se encogió de hombros restándole importancia. –no creo que quisieras venir por las buenas y teníamos órdenes de no hacerte daño

La escudriñe con la mirada, me parecía muy extraño todo lo que decía

- ¿Qué queréis de mí? ¿Un rescate? ¿O mi muerte? Trabajáis para el rey de Sina ¿cierto? –empecé a teorizar

- No no ni mucho menos. Aunque no lo creas solo queremos tu bien –rio un poco y luego me sonrió amable

- Ya claro. –reí irónico. - ¿y porque debería confiar en lo que dices? –la reté con la mirada

- Porque te estoy mostrando mi rostro y te estoy diciendo quien soy, por lo cual me estoy arriesgando a que si consigues escapar de aquí yo estaré expuesta ante tu reino

"Buen punto" pensé. Pero eso no sería suficiente para que confiara en ella. Y como si leyera mi pensamiento continuo hablando

- Y porque voy a sacarte de la habitación para que conozcas a los demás

- ¿a los demás? –pregunté extrañado, ella solo asintió y me cogió de la mano arrastrándome fuera de la cama y por consiguiente de la habitación, llevándome escaleras abajo hasta sabe dios donde

Esto no es un cuento de hadas, príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora