Esto no es un cuento de hadas, príncipe.

Capítulo 1: Sucesos

Hola de nuevo, aquí pezgato-senpai con una nueva historia (n.n)/

Ya sé que no escribo nada de la otra historia y que voy muy retrasada con ella ;u; pero simplemente este es un riren (me encanta el riren) que se me vino a la cabeza y no puedo dejarlo sin escribir. No os prometo nada, ni siquiera sé cuándo podré actualizar esta historia, pero por favor dadle una oportunidad y leerla

ADVERTENCIAS:
- riren (lemon)
- suave Erwin x Eren y viceversa

- Edad media

- Muerte de algunos personajes

- Fantasía

-Narra Eren-

Soy Eren Jaeger, príncipe y heredero del reino "María" el tercer reino dentro de ese país, rico en tierras fértiles y siendo el más amplio y hermoso es envidia del reino Sina, el más lejano y rico en minerales, convirtiéndolo en lo que llaman el reino de oro, es pequeño pero lleno de minas repletas de joyas vírgenes que le dan gran valor a sus tierras, no obstante y aun con todo el potencial que pueden aprovechar es un reino corto en recursos y alimentos. Quizás si el rey hubiera aprovechado todas esas joyas en invertir sobre su pueblo en vez de embellecer su palacio y a sus nobles y seguidores no nos encontraríamos en la situación de ahora. Desde que yo nací nuestro pueblo y el suyo han estado en constantes peleas, ellos para tomar nuestro reino y aprovechar nuestros recursos alimenticios y nosotros para defendernos, por mala suerte somos gente pacífica y no disponemos de un gran ejército, apenas hemos podido mantenernos en pie estos últimos quince años. Y aquí es donde entró yo, príncipe soltero del reino de María formare una alianza con el rey del tercer reino, Rose, para formar una alianza y cooperar en la batalla contra Sina, puesto que Rose es el reino con mejores soldados y más grandiosos herreros, siempre hemos sido buenos vecinos y nuestro matrimonio será la combinación perfecta que nos salvara de este caos.

Y sí, como dije antes me voy a casar con un hombre, no es que no me moleste, en verdad estoy encantado, el rey Erwin es mi amor platónico desde que lo conocí en el baile de mi doceavo cumpleaños, fue fijación a primera vista y creo que el sintió lo mismo, desde entonces hemos tenido numerosos encuentros en los que hemos podido consumar nuestros sentimientos mutuos y establecer este trato con gusto. Servir de ayuda a mi pueblo y casarme con la persona que amo, parece que vivo en un cuento de hadas... si no fuera porque son las nueve en punto de la mañana y tengo clase de esgrima con mi profesor y capitán de la guardia real Levi Ackerman. Suspiro mientras camino por los largos pasillos hacia la sala de entrenamientos. Ese hombre es un bruto, más de una vez el reino ha estado a punto de quedarse sin heredero al trono por culpa de su rudeza en los entrenamientos, hasta Mikasa, mi guardaespaldas, una chica que a pesar de serlo es la segunda más fuerte del reino, (la primera es mi maldito profesor de esgrima, obviamente) ha intentado matarlo más de una vez por supuesto atentado contra la vida del príncipe, ella es muy protectora conmigo, quizás demasiado, a veces me avergüenza que me trate como un bebé. Y mi amigo y consejero Armin, inteligente pero muy flacucho por poco se desmaya la última vez que me hizo una herida en la mejilla, ese hombre se toma los entrenamientos muy enserio.

Vuelvo a suspirar cuando me encuentro frente a la puerta de la sala y la abro lentamente, allí esta esa persona, un hombre rudo, serio, implacable y frio, la razón por la cual el reino no ha caído ya es su alta capacidad en los ataques, siendo calculador, sereno y certero. Pero también bajito. Increíblemente bajito. Da gracia que alguien considerado "el más fuerte de la humanidad" apenas supere el metro sesenta (y tengo mis sospechas de que usa tacones dentro del zapato) aunque su estatura también le sirve para ser más ágil en los ataques. Ese hombre sería perfecto si su carácter fuera distinto, y es que tiene unas facciones delicadas pero masculinas, piel de porcelana y ojos de acero, filosos y rabiosos, de un azul oscuro que contrastan perfectamente con su cabello negro intenso en un corte militar.

- llegas tarde.- habla con su voz ruda y clava la mirada en mi mientras limpia su espada, odia la suciedad. Un escalofrió recorre mi espalda.