IV: ¿Fue real?

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Mírala, parece una enferma.

Siempre está así. Es como si lo causara ella misma.

Nunca se quita los guantes o las vendas.

Cerré mi casillero con algo de fuerza y bostecé. Podía sentir la mirada de varias personas sobre mí y sabía que era por mis notables ojeras, y mi cara enferma. Luego de mi desmayo en casa de Cassie, desperté a la media y los chicos estaban preocupados. Volví a casa inmediatamente y me encerré en la habitación.

Desde la madrugada no me sentía tan bien que digamos, había tenido algo de fiebre y un dolor punzante en todo mi cuerpo que no me dejó casi dormir. No quería venir, pero había faltado hace días y tampoco podía dejar que mi hermano sospechara de algo.

Sé que lo que estaba pasándome tenía que ver con esa sombra que vi hace días en mi habitación y también con la cercanía de Demonic. A pesar de que no quise darle vueltas al asunto tenía que evitar que volviera a pasarme algo así enfrente de mis amigos, no solo me ponía en peligro a mí sino a los que rodeaba.

Antes de volver a casa, los chicos habían quedado de acuerdo en olvidar las notas, diciendo que quizás era una broma pesada y confiaban en que eso fuera así. Estaba lidiando con cosas ahora mismo como para que unas notas me hicieran perder el sueño.

Después de mi primera clase, salí a la cafetería para sentarme un rato y descansar. A lo lejos veo como Demonic está sentado leyendo un libro y levanta su mirada cuando me nota. El recuerdo de ayer viene a mi cabeza. Habíamos estado tan cerca que mi cuerpo casi reacciona a su cercanía, haciendo que algunos recuerdos se revuelvan en mi cabeza.

¿Estás segura de esto? —pregunta en voz baja.

—Nunca estuve segura de algo hasta ahora.

—Nos van a castigar.

—Entonces valdrá la pena.

Puedo sentir su respiración incluso en mi cuello. Su tacto y hasta su voz cerca de mí. Dejo de verlo cuando sonríe. Es como si hubiera mandado específicamente ese recuerdo a mi cabeza y hago una mueca.
Hasta hace unos días ni siquiera podíamos vernos la cara y ahora hasta me sonreía, desde ese día en la cafetería es como si algo estuviera cambiando a nuestro alrededor.

No sé si era casualidad o quizás quería hacerme la vida imposible, pero no iba a dejar que se metiera en mi cabeza o en mi vida otra vez.

—¿Cómo te sientes? —pregunta Elizabeth cuando llega hasta mí.

—¿Cómo crees?

—Incluso en la mierda te ves preciosa.
Sonrío ante su comentario.

—¿Lander se dio cuenta? —niego con mi cabeza.

—Si lo hubiera hecho, estaría aquí conmigo. No puedo dejar que él se de cuenta que algo anda mal.

—¿Segura que estás bien? A pesar de que te ves hermosa, te ves muy enferma, Faith.

—Estoy bien.

—¿Y tus manos?

Las levanto y ella sonríe cuando ve que no tengo ni vendas ni guantes. Hoy mis manos habían amanecido en buen estado a diferencia de mi cuerpo, es como si no pudiera estar bien completamente. Algo debía fallarme.

Los demás llegan y se sientan con nosotras. Hay una ligera tensión sobre nosotros a pesar de que Justin intenta hablar para calmar el ambiente. Puedo sentir como todos están tensos y quieren decir algo, pero no lo hacen. El tema de las notas no podíamos traerlo de nuevo a nuestras vidas.

DEMONIC - EL ORIGEN  (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora