VI: Recuerdos

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—Creí que habías dicho que los celos eran cosas ridículas.

Observo a Elizabeth. Ella sonríe mientras ruedo mis ojos.

—No estoy celosa.

—¿Y qué haces observando a Victoria con Demonic?

Me encojo de hombros.

—Curiosidad.

Vuelve a reírse y la ignoro por unos minutos. No estaba celosa, simplemente quería saber porque ella había regresado. Me doy cuenta que no volvió con Marcos, su actual novio, estaba sola. Eso me generaba más curiosidad.

En aquellos tiempos en los cuales él y yo estábamos juntos, Marcos y Victoria estaban con nosotros. Hasta que cada uno se fue por su lugar y nuestros amigos también. Recuerdo muy bien esos momentos a pesar de que a veces los veo como algo borroso en mi mente.

—Nos están viendo —susurro hacia Demonic y sonríe.

—Somos demasiado perfectos ante sus ojos.

—¿Y lo humilde?

—Eso no existe en nuestro mundo.

Demonic toma mi mano y los demás empiezan a susurrar mientras caminamos. Nos sentamos en medio de la cafetería, las personas aún nos observan pero ya dejaron de hablar. Él no suelta mi mano y yo me aferro a ella. Siento sus caricias en la palma de mi mano y sonrío al ver sus ojos, aquellos que me transmiten seguridad y confianza. Nada podría salir mal si estoy a su lado.

Algunas personas entran a la cafetería y son tan ruidosos que hace voltearnos. Reconozco a varios cuando entran: Jenson, Martin y Elizabeth. Pasan por nuestro lado e ignoro algunas de sus miradas. Desde que llegamos a esta preparatoria, hemos tenido algunos conflictos con ellos. Aunque Elizabeth siempre se mantiene aparte, solo sigue a sus amigos y hace lo que la novia de Jenson diga.

—Son unos idiotas —susurra Demonic.

—Solo hay que mantenernos alejados de ellos. No valen la pena.

—Cuídate de ellos, Faith. No me transmiten nada bueno.

Parpadeo varias veces volviendo a la realidad cuando Elizabeth toca mi brazo. Inmediatamente me alejo del susto y ella se tensa.

—Lo siento, te estaba hablando y vi que no te movias —asegura Elizabeth.

—Estaba pensando —respondo cruzándome de brazos.

—¿Lo extrañas?

La pregunta me toma por sorpresa y debo observar a Demonic, quien también tiene sus ojos en mí. No, no lo extrañaba. Claro que no. Y aun así, no puedo responderle a Elizabeth ese rotundo "no". Solo me quedo callada mientras aquellos ojos azules me mantienen paralizada y luego me hacen entrar en calma. Como siempre lo ha hecho.

Los chicos entran a la cafetería y aquella conexión se desvanece. Todo el mundo se queda en silencio mientras observan a Jenson entrar, solo se podía escuchar el sonido de la lluvia acompañada con algunos truenos. Desde hace dos días cuando pasaron eso en la televisión, no dicen nada bueno de él y su familia. La tensión puede sentirse mientras él se sienta a nuestro lado y observa como todos susurran. Desde lo que pasó con Javier, todos evitan ir al gimnasio y ahora lo de Jenson, nadie quiere estar tan cerca de nosotros. Puedo entender.

—Esto es una mierda —se queja Jenson—. No sé quién carajos está haciendo esto, pero cuando lo encuentre, lo mataré.

—¿Por qué mejor no te concentras en lo que de verdad está sucediendo? —la voz de Elizabeth es molesta.

DEMONIC - EL ORIGEN  (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora