Minuto de Silencio∞

107 días antes.

Querido diario:

Sentí la ventana golpearse, me acerqué y observé, observé la niebla, las pequeñas gotas que se iban transformando en grandes a medida que los segundos transcurrían. Observé y lloré cada segundo, cada gota fue un lamento, cada segundo una eternidad. Alguien tocó mi hombro y me di vuelta, era Ryan. Se sentó a mi lado, colocó mi cabeza entre su hombro y lloró conmigo.

La extrañas, ¿verdad? -musitó-

Así es -susurré-

Venga, vamos. Se me secaron las lágrimas, tomémos un baño -sonrió-

Está bien -reí- 

Tomamos un baño, pero fue diferente, desde pequeños lo hacíamos, desde los 5 años para ser exactos, claro, para ese tiempo, a escondidas de mis padres. Pero Ryan y yo siempre lo hicímos, incluso cuando yo era feliz, cuando lloraba simplemente porque se me rompía una uña o porque mi perro destrozaba mis muñecas, por razónes que hoy añoro.  Pero ésta vez ambos nos observamos, expectantes. Yo observé sus músculos que nunca noté, su cabello mojado en su frente. Y él sólo me observó, no sé qué. Noté su incomodidad, salió primero y no habló, incluso me esperó vestido en el cuarto. Nunca lo había notado antes, Ryan es un hombre, yo una mujer, no es extraño que quizá ahora a los 16 comencemos a sentir algo de atracción física el uno por el otro. Suena irreverente pensar que Ryan me satisface, aunque; en mis sueños él y yo lo hacémos. Yo le cuento, y él ríe, solémos reír por rato porque a él le pasa lo mismo, pero es cómo mi hermano, y para mi familia, Ryan es mi novio desde los diez, ingenuos todos.

Luego de ese extraño momento, comímos en silencio y él se marchó. 

Lo siento por el incómodo momento de hoy -musité apenada-

No lo sientas tonta, odio cuando te pones vulnerable conmigo, igual tú sabes,  hormónas y todo eso, pura mierda. -Río amargamente-

Bueno, no quiero que nada cambie, te amo demasiado -sonreí-

Yo a ti-me abrazó-

Así se marchó y yo me acosté en la cama, otra vez volviendo a lo mismo. Ser sumisa de mis pensamientos que extraen lo mejor de mí.