99 Días Antes.

140 10 1
                                        

Querido diario:

Hoy Ryan y yo fuímos al zoológico, fue muy extraño ya que se enojó conmigo al principio. Íbamos de la mano cómo solémos hacerlo hasta que él vio un hombre vendiendo manzanas acarameladas y me tomó muy fuerte por las muñecas, cinchandome hasta dónde se encontraba el hombre. Comencé a sangrar mucho, me tapaba con las mangas y no podía evitar el sangrado, los hombres de mantenimiento se dieron cuenta y se ofrecieron a llevarme al hospital porque yo mentí que me había clavado una espina en la muñeca. Obviamente no dejé que me llevaran, ¿te imagínas sí hubieran llamado a mi padre del hospital por qué su hija es una desquiciada que se mutila? Horrible, me odiaría a mi misma por preocupar a mi padre. Además él comenzaría a tratarme diferente, con cuidado, mediría todas sus palabras, me tratarían cómo una psiquiátrica a punto de estallar. Jamás podría soportarlo, es incluso peor que las miradas clavadas en mí de la gente cuando voy a la playa completamente vestida. Es cómo sí yo fuera una bomba de tiempo, la cual deben tratar para que no estalle. 

Luego de eso, Ryan ofreció delante de los de mantenimiento llevarme él mismo, y cómo está acostumbrado a mis sangrados efusivos, cuando regresamos a su auto curó mis heridas con su botiquín personal. Estaba poniendo un poco de desinfectante en los cortes cuando subió su cabeza para mirarme y yo ya lo hacía, instintivamente nos besamos, cómo otras tantas veces lo hemos hecho por inercia. 

Ambos volvimos a mirarnos y pegamos nuestras frentes, él procedió para volver a besarme y me hice a un lado, colocando el vendaje. Fue incómodo, raro y  extraño, jamás él me volvía a besar, al contrario, reíamos y decíamos al unisono: "Estamos completamente desquiciados". Jamás, jamás él intentaba besarme de nuevo, simplemente jamás. Me fue extraño aceptarlo y volver a sentirme cómoda, ya que Ryan estuvo de muy mal humor el resto del medio día. 

Para la tarde su humor cambió, fuímos al cine y mirámos mi película favorita, "Malos Hábitos". Reímos mucho, incluso nos abrazamos, suelo llorar y Ryan hace cómo que es fuerte y no lo afecta pero también llora. Ésta vez dejó que lo vea llorar, lo abracé y le devolví el favor de hoy; lo besé.

Nos besamos muy lento, éramos los únicos en la sala, me avergüenza contarte que cuando estaba por terminar la película me subí sobre él, continuábamos besándonos, mis labios estaban adormecidos, pero no terminaban de saciarse de él. El momento fue interrumpido cuando las luces se prendieron y las puertas se abrieron, fue incómodo volver a mirarnos, creo que en lo que siguió del camino a casa no nos dirigimos ni palabras y mucho menos miradas. 

Fue realmente extraño, por un momento no pensé en los días, ni las horas, ni los segundos, éramos yo y él, y las capas de ropa que nos separaban.

Minuto de Silencio∞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora