「 006 」

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— ❀ —

—Jimin.

¿Adivinen a quién le vale un hongo que le estén hablando? Sí, a mí.

Gruñí de forma leve cuando unos dedos se posicionaron en mis costillas y buscaron la manera de ocasionarme cosquillas. Pero no, me mantuve firme en mi silla. Aquellos dedos volvieron a pasearse por sobre mi piel, esta vez en mi cuello, reaccioné ladeando mi cabeza hacia la dirección de esos dígitos impidiéndoles que sigan con su objetivo.

De acuerdo, el cuello es mi punto débil.

Así que de un momento a otro estallé en carcajadas mientras me movía como si fuera una lombriz bailando. TaeHyung se ríe sin querer alejar sus manos de mi sensible cogote.

—¡Detente, Tae!— grité tirando de manotazos para librarme de él. Me erguí de la silla y entre movimientos raros que pareciera que voy bailando la macarena consigo distanciarme del castaño.

Voy a vengarme de TaeHyung un día de estos, el desgraciado siempre está molestándome. Nuestra amistad se basaba en patadas de amor, insultos cariñosos y bullying como un hola de todos los días. Hermosa relación la nuestra, ¿verdad?

—Ahora que tengo tu atención, ¿pensaste sobre lo que te dije ayer?— inquirió TaeHyung.

—Sobre que creías que te estaba creciendo el pe-...

—¡No!— alzó su voz frenando mis palabras. Y es que me estaba refiriendo al pelo de Tae, en el último tiempo le ha crecido bastante. Si sigue así tendré a un auténtico chubaca de mejor amigo. —Sobre lo del cine.

Y entonces una ampolleta sobre mi cabeza se alumbró y entre mis recuerdos algo hizo click. Sí, ya recuerdo. TaeHyung me había invitado al cine a aprovechar los dos entradas que consiguió en un juego de ajedrez, y vayan a saber ustedes cómo es que en un juego que requiere de tanta estrategia y cerebro este zángano mendrugo tuvo la suerte de ganar. Probablemente solo huyó con las entradas cuando nadie lo veía. 

Toqué mi barbilla mientras pensaba en una respuesta que darle. Obviamente le diría que sí, no planeaba perderme la película, pero tenía la necesidad de crear ese ambiente de duda para ver que reacción es la que podría tener mi amigo. Yo creo que me rogaría de rodillas, obvio. Este chico no puede vivir sin mí.

—Si no quieres le digo a JungKook.

Vaya bastardo, ha roto mis sentimientos.

—Vale, ya que tanto me ruegas, voy contigo.

—Pero si yo no...

—Shh.— siseé. —No me ruegues más, he dicho que iré contigo.

TaeHyung, bastante más confundido que de costumbre, frunció sus labios y asintió paulatinamente, luego se alejó tomando asiento en su pupitre correspondiente. Yo también volví a mi puesto para esperar a que la próxima clase comience, que sería en más o menos unos minutos.

Digamos que literatura es una de las pocas asignaturas que me gustan.

...

Abandoné la sala de clases tan pronto como el timbre sonó para dar paso al receso, por los anchos y grises pasillo TaeHyung y yo hemos salido disparados hacia la pequeña terraza que hay en la escuela. Sí, en ese alto lugar lleno de diferentes especímenes de plantas y flores bastante bien cuidadas gracias al club de jardinería, quienes son los únicos que están autorizados a subir a ese lugar, no obstante, la facilidad con la que se puede ir a la terraza sin necesidad de pertenecer a ese club es increíble.

WiFi ; Jimin {BTS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora