Goodnight.

Capítulo 11

El día es nublado, como mi vida desde hace seis meses.

Uso un suéter aún más grande que los anteriores, y el culpable no es el frío, son mis brazos, mi estómago y mis piernas que han sido víctimas de mi intento por quitarme este horrible dolor que siento.

Aún me pregunto como es que he sobrevivido durante estos días.

Hace unas cuantas semanas estuve en el hospital. Un auto, que venía lo suficientemente rápido, pasó sobre mí. Todos creyeron que fue un accidente, que no me dí cuenta del auto que venía hacia dónde yo estaba.
Y yo, yo creía que sería mí fin, creí que esa podría ser mi oportunidad de irme de aquí, pero no lo fue.

Los médicos al ver las cicatrices que adornaban mí cuerpo, no tardaron en contarle a mis padres sobre la existencia de éstas en el cuerpo de su hija. Y como buenos padres que son, se preocuparon. Sólo frente a los médicos que estaban allí, claro está. Ellos ya sabían que me lastimaba, que lo hacía cada noche mientras me encerraba en mi habitación.

Desde ese "accidente", mi madre me acompaña a todos lados como si fuera una niña pequeña que no sabe cuidarse.

¿La escuela? La misma mierda de siempre.
Todos me conocen como "la loca", "la que vio como murió su amigo", "la zorra que se aprovecho de Cody para no sentirse sola" o "la puta loca". Debo admitir que esos apodos son una completa mierda, igual que sus cerebros.

¿Cody? Bueno, después de nuestra última plática ha estado un poco alejado, lo cual agradezco enormemente, pues no me gusta escuchar su voz ni ver su cara cerca de mí. Aunque todos, o la mayoría, creen que yo le rogué a ése inútil para que fuera, aunque sea, mi amigo.

-Hija, cuidado, casi chocas con un árbol-

Cómo dije, mi madre me acompaña a todos lados, y cuando digo todos, realmente son todos. Justo en éstos momentos me está arrastrando a la escuela.

Al llegar a la entrada, ella sonríe y yo estoy a punto de tirarme al suelo, sólo porque si. Mi madre sonríe aún más, si es que se puede, al ver que cierto chico se acerca sonriente. Y yo, nuevamente quiero tirarme al suelo mientras golpeo mi cabeza contra el duro concreto bajo mis pies.

-Buen día señora. Hola Anne -

-Hola Cody -

¿Cómo es que mi madre conoce a éste hombre?

-Bien, te encargo mucho a Anne. Me tengo que ir, un gusto verte de nuevo - Y tan rápido como ella se fue, el sujeto frente a mí tomo mi mano, comenzando a caminar hasta entrar a la escuela, conmigo casi a la fuerza.

-Idiota, me estás lastimando-

Pareciera que le hable a un jodido árbol porque el maldito de Cody ni siquiera aflojó su agarre.

Decidí parar en seco a la mitad del pasillo, sin importar que se entorpeciera el recorrido de los demás. Cody se giró para mirarme sin soltar mi mano.

-¿Qué pasa? ¿Por qué paras?-

-¿Será porque me estás arrastrando hacia no sé dónde cómo si fuera tu juguete?

- Sólo te llevo a tu clase.
Tu madre me ha pedido que te cuide y con mucho gusto acepté-

Demonios. No.

-Me contó sobre tu accidente y me pareció prudente que te cuide mientras ella... -

- Yo no necesito que me cuiden- solté mi mano bruscamente de la suya .

- No lo tomes a mal, sólo...-

- ¿Que no lo tome a mal?, Joder.- Los estudiantes que pasaban cerca de nosotros nos miraban con intriga. Seguro se preguntaban que era lo que pasaba entre la rarita y el chico.
- Soy una persona que sabe cuidarse. No necesito niñeras en la escuela, ni en ningún lugar-

Cody me miró y rió.

- Sabes cuidarte tan bien que accidentalmente un auto paso sobre ti- Cody "susurró" sarcásticamente esas palabras haciendo que unos cuantos metiches se dieran la vuelta hacia nosotros.

Bien, este chico quería verme enojada.

-Maldito imbécil-

Y, "accidentalmente" mi puño pegó contra su rostro, haciéndolo retroceder unos cuantos pasos.

- Eres una jodida porquería-
Y no había nada más que hacer que largarme de ahí.

Caminé hacia la salida del lugar sin importarme que todas, o la gran mayoría, de los estudiantes estuvieran viendo cómo la-chica-loca-de-la-escuela huía del chico más popular.

No queria hacerlo, pero no podía más. Era necesario esto.