Capítulo 17

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Abrí la puerta de casa con mis manos húmedas, me limpié la palma de la mano con el pantalón que llevaba puesto. Estaba nerviosa, enfadada, decepcionada y con un pensamiento tan pesado en mi cabeza que hacía que me doliera.

Como voy a saber quién es la amante de Harry si solo intento desprenderme de eso y olvidarlo pero, se me hace tan difícil afrontarlo sola. ¿Y que con mi bienestar? Todo el tiempo priorizaba mis problemas antes de darme un vistazo a como estaba dentro. 

No tenía depresión, solo se sentía como una agonía. Escuché la lenta voz de Harry y mi padre hablando, se escuchaba lejos de donde estaba pero el ruido que hice fue suficiente para llamar la atención de ambos.

-Estamos en la sala, ven.- Gritó mi papá desde el salón.

Me miré en el espejo que estaba a mi derecha y acomodé mi cabello. Entonces caminé hacia donde ellos estaban. Observé por unos segundos como mi padre tenía una copa de vino servido en su mano y a Harry con al suya ya vacía. El mayor de los dos me hizo un lugar en el sillón en el que estaban sentado mientras que mi prometido estaba en un sillón blanco individual. Me senté en el lugar que me dejó.

-Pensé que llegarías más temprano.- Dijo mi papá dándole un sorbo a su copa delicadamente. Sentía como Harry nos observaba a ambos pero no quería mirarlo. Ni lo había visto en todo el día y estaba perfecto con ello, se sentía bien alejarse de el y no sentirse 'ahogada'.

-Yo también pensé eso.-Bajé mi mirada a mis manos entrelazadas. Se hizo un silencio en el que solo se escuchaban nuestras respiraciónes y el sonido de las agujas del reloj. Lo volví a ver y el tenía una mirada expectante en su rostro.- Pero surgió un inconveniente.- Me quede en silencio de nuevo y el seguía esperando una respuesta concreta que obviamente no iba a contestar con la verdad pero tampoco con una mentira. Me daba algo de gracia como Harry miraba disimuladamente para saber en dónde había estado, acariciando el borde de su copa de vino pero con sus oídos puestos en mi.- Que ya resolví.- Murmuré esperando que sea suficiente para que dejen de poner toda su absoluta atención en mi, lo que parecía que había funcionado cuando se volteó a servirse más del licor rojo que estaba en la botella de vidrio.  

El timbre sonó al instante, hice el ademán de levantarme para ver quién era pero Harry lo hizo primero.

-Debe ser la pizza que pedí hace un rato.-Dijo dirigiéndose a mí, el no era muy bueno cocinando de hecho, ni lo hacía y si fuera el tampoco me arriesgaría a hacerlo, sólo para no causar un desastre. En un segundo desapareció por el pasillo y fue a atender la puerta.

-Voy a poner la mesa.- Le dije a mi papá levantándome estaba vez para ir a la cocina. El asintió calmado y también salí de la sala dejándolo completamente solo. 

Escuché la voz distorsionada de Harry y de alguien más a lo lejos, sólo los ignore como antes. Tomé tres vasos de vidrio del estante más alto de la cocina pero el sonido del cerrar de la puerta sonó en mis oídos haciendo que casi uno se callera al suelo. Rapidamente los deje en la larga mesada de cerámica negra con toques en blanco que estaba colocada en todo el largo de la pared de la cocina.

Ya no estaba sola, la incómoda presencia de mi esposo estaba a mi lado abriendo la caja de pizza y cortándola con un cuchillo que había sacado de un cajón de cubiertos.

-¿Piensas ignorarme todo el día?.- Preguntó sin quitar su mirada de lo que estaba haciendo, estaba segura de que iba a ignorarme hasta que lo escuche hablar. Y estaba en lo cierto, iba a ignorarlo pero el no me lo permitía mientras me siga dirigiendo la palabra.- ¿Qué te pasa?- Me miró esta vez dejando sus manos quietas.

-No me pasa nada.-Dije tranquilamente sacando esta vez tres platos de la alacena pero el hizo que los deje en su lugar de vuelta. Se acercó tan cerca que no había una distancia entre nuestros cuerpos, sólo nuestros rostro y mis manos que yacían detrás de mí espalda.- ¿Que estas haciendo?- Pregunté con un poco de temor sonando en mi garganta. Me alejé de el retrocediendo unos pasos lentos hasta que la mesada me lo impidió golpeandose con mi espalda. No sabia exactamente qué estaba pasando, sólo se acercaba a mi con una mirada oscura que desconocía y sin ninguna palabra saliendo de sus labios. Con enfado lo empuje hacia atrás con mis manos que apesar de lo débiles que eran hicieron que ahora sí haya una distancia entre nosotros.

-¿Donde estuvistes?- Preguntó sin una muestra de alegría, gracia o amabilidad siquiera, ahora era grosero, seco y tan indiferente que molestaba.

-No te tengo porque dar explicaciones, ni a vos ni a nadie.-Dije tomando un poco del coraje que llevaba adentro. Noté como presionó su mandíbula e inhaló y exhaló por sus boca.

-Soy el padre de tu hijo, tu marido, si que me debes explicaciones.-Dijo manteniendo una postura recta y dura. Quería verse como una persona adulta e independiente a la que no le importaba nada y quería hacerme creer que el en realidad era así. Pero con todo lo que lo conocía, lamentablemente para el notaba el gran esfuerzo que estaba haciendo para no gritarme ya que estaba mi padre, pero no lo haría porque llegué tarde y le fallé, lo haría porque le duele verme ignorándolo y quizás superandolo.
Pero al que realmente no conocía era a mi, a la que sus palabras que decía para lastimarme me lastimaban el doble de lo que el quería que me dolieran.
Estaba saliendo de la cocina, sin ganas ni de hablar con mi papá pero, podía afrontar con ello a pesar de todo. Le tenía mucho aprecio y me gustaba escuchar las cosas que el tenía para decirme. Me paré en mi lugar escuchando su la voz amargada e irónica.

-¿Tanto te duele no tener a alguien?- Preguntó al parecer sin ganas en su voz. Mi piel se puso de gallina cuando escuche lo hiriente que podía llegar a ser. El no tenía ni idea de lo que me pasaba, no la tenía.

-Soy tu esposa,-Murmuré con un dolor en mi pecho, mirándolo a los ojos.- no soy tu enemiga. Pense que al menos te tenía a vos para apoyarme.- Su cara se serenó y ya no dijo nada.- Ah y Harry,-Lo llamé harta de decir su nombre y el me miró atentamente con algo de arrepentimiento en sus ojos, muy poco.- decile a mi padre que sucedió algo importante, que no se preocupe por mí.

Salí finalmente de la cocina y me fuí por la puerta de entrada con un nudo en mi garganta y con muchas dudas en mi cabeza.

Gracias por leer!

Everything You Are || H.S EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora