Capítulo 30

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-De acuerdo, no se que peliculas te gustan pero Piratas Del Caribe me agrada.-Dije mientras pasaba las películas en la televisión con el control.

Ya había pasado una hora desde que Harry se marchó, inconscientemente llevaba mi celular a todas partes. Ahora mismo estaba sosteniéndolo con mi mano, simplemente esperaba a que mandara un simple mensaje diciendome que estaba bien, pero quien sabe siquiera donde había ido.

-No estoy de humor para ver películas.-Murmuró Sebastián, jugando con un almohadón blanco que estaba sobre el sillón.- Mejor hablemos.

En cuanto lo escuché presioné el botón rojo del control hacía la televisión. Tampoco tenía ganas de ver una, en este preciso momento creo que la escena que se formó anteriormente nos había desestabilizado a ambos. 

-¿De qué quieres hablar?-Pregunté sentándome a su lado en el sillón.

En cuanto me senté no calculé la distancia y mi rodilla tocó la suya por un segundo. Me corrí al instante, más lejos de el. Sentía su mirada sobre mí, me incomodaba completamente cuando alguien hacía eso, y si lo hacía Sebastián, aún más.

-¿Por qué dejastes que volviera tan fácil?-Preguntó.- Explícamelo, porque no lo entiendo.

Sus últimas palabras las dijo con decepción, podía notarlo en su mirada, en su voz, nisiquiera había un rasgo de molestia en su rostro. Intentaba con mucho empeño que intentara verlo de otra manera.

-Sebastian, no necesito que me entiendas.-Tomé su mano cuidadosamente, el me miro extrañado en cuanto lo hize.-Cuando amas a alguien no creo que nada te detenga a hacer lo que sentís, mucho menos el ego de alguien.-El me dió una mala mirada, sabía en la manera que pensaba, sabía que pensaba que lo que decía estaba mal. El estaba en completo desacuerdo conmigo-A veces me molesta ser así, no tenerle rencor a algunas personas cuando intentaron hacer mi vida imposible, pero, si fuera una persona totalmente distinta, no tendría a mi lado a personas como a ti.

El soltó mi mano cuidadosamente, en cambio, pasó su brazo alrededor de mis hombros. Al igual que todos los hombres abrazan a su pareja en el cine, incluso si no lo son, solo... para tener al otro cerca.

-¿Lo amas?-Preguntó con temor en su voz, me rompía el corazón tener que darle una respuesta que no era la que esperaba. Lo quería demasiado, pero no de la misma forma que el.

-Somos jóvenes para saber lo que queremos, yo lo sé,-Lo miré dándole la mirada más sincera y acogedora posible.-pero tú no, se que encontraras alguien que te merezca de la misma manera en la que tú lo haces.

-Entonces, ¿Por qué me invitaste aquí si Harry estaba contigo?

Tragué mi saliva en cuanto lo escuché preguntarme. Al repasar mi respuesta en mi cabeza sonaba a que lo había usado, que estaba jugando con sus sentimientos. Me sentía una miseria.

-¿Recuerdas la vez que te dije que estaba embarazada?-Sonreí.- Tú y Fiorella eran los únicos que lo sabían. Me ofrecistes irme a vivir contigo.-Lo miré.- Pero también dijistes algo de darle celos a Harry y creo, que eso puede funcionar.

-Lo recuerdo como si esa conversación la hubiéramos tenido ayer.-Dijo con diversión.

 

  Los minutos pasaban lentos en el reloj, ahora me encontraba sola, Sebastián se había ido hace rato con mi padre a la empresa para tener una charla y ver si estaba físicamente dispuesto a seguir con su trabajo como recepcionista.
Yo estaba emocionada con la noticia y a el claramente le hacía ilusión volver al trabajo de toda su vida.

Recordaba la conversación que tuve con el hace un rato y si, era cierto que quería causarle celos a Harry. Podía sonar infantil, estúpido y sin sentido pero quería hacerle pasar un mal rato a él. Quería que se arrepintiese por haberme herido, quería que creyera que sentía cosas por alguien más que no sea el.

Everything You Are || H.S EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora