Entorné los ojos tratando de decidir qué hacer a continuación pero antes de hacer nada Chop me salvó.
- ¡Tragos para todos! - gritó con dos vasos en cada mano.
En ese momento quise abrazarlo, besarlo en la frente y decirle: "buen trabajo Chopie" pero en lugar de eso, me limité a sonreír y a agarrar uno de los vasos.
Levanté la mirada para encontrarme con la de Finn. Sus ojos, tan oscuros como la noche, me estudiaron un buen rato y suspiró, luego, cogiendo uno de los vasos se perdió en medio de la pista.
- ¿Qué le pasa? - me habló, medio gritó, Archie en el oído.
- Ni idea - mentí.*****
Tres horas y unos cuantos tragos más tarde, salimos del boliche hacia el estacionamiento.
Finn no había regresado en toda la noche - lo cual me hacía pensar en que realmente era bastante misterioso (por no decir raro) - pero, de igual forma, la había pasado muy bien con el resto de la pandilla. Estaba empezando a entender por qué MJ hacía tiempo quería presentármelos.
- ¡Qué buena noche, nenas! - gritó Chop.
Todos levantaron los brazos festejando excepto MJ.
- Chicos ¿quién de ustedes va a manejar? - sonaba preocupada.
- Le toca a Archie - contestó despreocupado Chop.
Miré al geek que estaba sentado con la espalda apoyada en la puerta del auto.
- Supongo que soy el encargado de llevar sus traseros a salvo esta noche - sonrió.
MJ chasqueó la lengua: - Ni lo pienses. Yo manejo.
- Ni loooco, MJ. Prefiero que un perro maneje mi auto antes que...
- ¡Chop! - lo regañó Zoe.
Se sostuvieron las miradas unos segundos... se podía sentir la tensión en el aire.
- Está bien - dijo finalmente - tú mandas.
¿Qué? Eso sí que no me lo esperaba.
- Archie dale las putas llaves - agregó - Necesito un cigarrillo.
Riendo me senté al lado de Archie. El tipo ya se estaba ganando mi confianza a pesar de que sólo llevaba unas horas de conocerlo pero, supongo, que eso pasa cuando alguien te cae realmente bien.
- ¿Cómo estás?
- Perfecto - contestó serio.
- Mmm.
- Bueno... quizá haya tomado un poco de más está noche - dijo inocente.
- ¡Archie le estuviste bailando a una mujer que perfectamente podría ser mi mamá!
Me miró durante unos segundos: - No sé qué decir en mi defensa.
Reímos un buen rato, hasta que el señor misterio apareció con un cigarrillo entre los dedos.
- ¿Qué es tan gracioso? - nos preguntó.
Levanté las cejas y miré a mi nuevo amigo.
- ¿En dónde estabas? - pregunto él.
Finn rodó los ojos.
- Por ahí.
Miré hacía un costado, no queriendo ser parte de la conversación y todavía un poco dolida porque él haya querido bailar con mi amiga... y no conmigo.
Zoe ya había conseguido que Chop recuperara su buen humor pero MJ parecía estar enojada por algo.
- ¡MJ! Tú mandas, amiga - gritó Zoe señalando el auto.
- Vamos entonces - y se puso en marcha hacia el asiento del piloto.
Estaba por entrar al auto cuando a MJ se le ocurrió una brillante idea (espero que se me note el sarcasmo).
- ¡Finn! ¡Espera!
Él se detuvo camino a su moto.
- ¿Sí?
- ¿Sigues viviendo cerca de la plaza a la que fuimos el jueves?
Él asintió con la cabeza, confundido.
- ¿Podrías llevar a Jade, entonces?
Creo que mis cejas tocaron el cielo. No. No. No. No. No. No. Por favor di que no.
- Ella vive a sólo dos cuadras de ahí... puedo explicarte cómo llegar.
Trate de descifrar la expresión de Finn. Nada. Neutro.
- No traigo otro casco - contestó.
Mi amiga me miró como buscando apoyo. No entiendo por qué quería que yo fuera con él: o me estaba ayudando porque le había dicho que me parecía lindo o se estaba deshaciendo de mí. En ese momento, no sé cuál de las dos razones odiaba más.
Finn dejó salir una respiración pesada: - Está bien pero yo voy a usar el casco.
MJ aplaudió feliz y me dio una mirada de "después me cuentas todo".
- Adiós chicos - me agaché hasta la altura del auto para saludar a la pandilla.
Zoe ya estaba medio dormida con la cabeza apoyada en el hombro de Chop y Archie, que se sentó adelante, estaba luchando para mantener los ojos abiertos, se veía adorable. Le di un beso en la mejilla y él agarró mi mano y dijo: - Esto se tiene que repetir.
Sonreí y asentí con la cabeza, esperando esa próxima vez.
Finn ya estaba sentado en su moto.
- Toma - me pasó su casco.
- P-pensé que habías dicho...
- Sube - me interrumpió.
Nunca había estado en una moto antes, les juro, ni siquiera en una de esas de los juegos de niños.
Trague saliva y pasé una pierna con sumo cuidado para no tocarlo.
Él la encendió y la moto rugió a la vida.
- ¿Lista?
- Sí - No.
Rogé porque estuviera lo suficientemente sobrio para no estrellarnos por ahí o atropeyar a alguien. El sólo hecho de pensarlo me ponía la piel de gallina.
Coloqué mis manos a sus costados tratando de tocar lo más mínimo de su cintura. Si hubiera sido cualquier otra persona estaría en este momento agarrándome fuertemente a su cuerpo, en especial si iba tan rápido como Finn, pero no me animaba a hacerlo con él.
Llegamos a la plaza y le indiqué cómo llegar hasta mi casa, a tan sólo a 4 cuadras de allí.
Estacionó detrás del auto de mis padres y detuvo la moto.
- Gracias... por traerme - dije sacándome el casco y peinándome rápidamente el pelo.
- Está bien, vivimos cerca.
Quería preguntarle en dónde quedaba su casa pero había algo en él que me inhibía más que el resto de las personas.
- Está bien - repetí - Bueno - froté mi brazo, incómoda - nos vemos.
Empecé a girarme para ir hacia mi casa pero el preguntó:
- ¿Por qué no me presentaste a tú amiga?
Me puse colorada.
- No sé... Yo... pensé que...
- Me tendrías que haber dicho que te gustaba tanto - chasqueo la lengua.
- ¿¡Qué!?
El rodó los ojos.
- Te vi, en el bar - no puedo creerlo - ¿cuando estaba afuera, fumando el cigarrillo? Me di cuenta que no dejabas de mirarme.
Tragame.tierra.ya.
- ¿Y después en el boliche? Pff, es bastante obvio para mí.
- No, no es así - contesté nerviosa.
Él se rió.
- Entonces ¿por qué no me la presentaste, Jakie?Eso me cabreó.
- En primer lugar, soy Jade y segundo, pensé que serías lo suficientemente hombre como para sacarla a bailar tu mismo.
Él apretó la mandíbula durante un segundo y luego su boca se abrió en una gran carcajada.
Increíble.
Avergonzada e impotente, me di la media vuelta y entré a mi casa.
-------------------------------------------
Nota de la escritora¡Hola queridos lectores! Si han llegado hasta acá quiero decirles que significa mucho para mí que le estén dando una oportunidad a mi nueva historia así que ¡gracias! ♡
Segundo quería preguntarles si las fotos que pongo en cada capítulo pueden verse porque a veces cuando reviso las publicaciones salen y otras no.
Por último, aquí la palabra bar hace referencia a un lugar a donde se puede ir a tomar tragos y comer y boliche a un local bailable, como un antro.
En fin, voy a actualizar seguido así que estén atentos 😊
ESTÁS LEYENDO
"Yo, La Pandilla Y Él"
Teen Fiction"Donde empieza la música tienen que morir las palabras." - Guillermo Cabrera Infante. Jade Carter y Finn Nelson descubrirán la magia y el poder que tiene la música para unir a dos personas que creían no entenderse y no disfrutar de la compañía del o...