Capítulo V

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De más está decir que no nos besamos esa noche.
Salí del armario antes de que el minuto terminara y Finn vino riendo detrás mío.
El juego no duró mucho más y luego de eso, nos fuimos. No me volvió a tocar Finn pero si pude ver cómo él besaba a Nani cuando nos íbamos. Fue como una piña al estómago y no solamente por el aspecto físico de ella, que sin duda era envidiable, sino por algo más importante a mí parecer: su personalidad.
Está bien, yo la consideraba una completa zorra pero era extrovertida, risueña y simpática, todo lo contrario a mí y por más de que lo intentara, de que tratara de soltarme, entrar en confianza y demostrar lo que sentía, mis temores al ridículo y a lo que pensarán los demás eran más grandes, así que siempre era catalogada como tímida o mala onda.
- ¿Qué piensas de este? - preguntó MJ mostrándome un vestido negro.
Dejando mis pensamientos de lado, volví a la tierra.
- Pienso... que ese color me quedaría mucho mejor a mí - respondí arrebatándoselo de las manos.
- No es justo, Jade. Siempre usas los negros.
- Es el único color que me gusta.
- No es cierto, amas el azul y el rosado.
- Bueno pero no puedo ponerme un vestido rosado ¿o sí?
Ella rodó los ojos y después de mirar un poco mas, fue al probador con 5 vestidos.
Se probó uno amarillo que le quedaba precioso y luego, uno celeste que combinaba con sus ojos.
- Amo ese - le dije.
Entró enfurecida al probador y supe lo que venía a continuación.
Silenciosamente, abrí un poco la cortina y la vi ahí, sentada en el suelo, sólo en ropa interior, llorando.
Acomodé los vestidos que estaban tirados y me senté a su lado.
- Me odio, Jade.
Tome una gran bocanada de aire.
Había probado un millón de veces con decirle la verdad y hacerle ver lo hermosa que era pero en momentos así ella ya no escuchaba.
- Creo que todos lo hacemos un poco, Mary Jane - hice una pausa, este también era un tema delicado para mí - Es muy difícil amarse a uno mismo, aceptarse tal y como uno es pero hay que hacerlo. El cuerpo es sólo un envase que nos dieron para llevar nuestra alma y tu tienes la suerte de tener ambos hermosos.
Me miró esperanzada.
- Y no lo digo por ser sólo tu amiga MJ, bien sabes que poca gente me cae realmente bien y tu eres una de ellas.
Ella sonrió triste.
- Yo me sentiría afortunada porque un bombón como yo te quisiera - bromeé.
- Sí, claro - rio.
- Pero, en serio, no quiero que llores MJ... porque me vas a hacer llorar a mi también - se me rompió la voz.
- ¿Qué pasó? - se preocupó.
Le comenté cómo me sentía respecto a Finn y Nani y ella me abrazó y me dijo:
- Nani es una zorra, siempre lo has sabido. Sólo tienes que ignorarla hasta que deje de hablarte o le dices en persona que no la quiera más cerca - negué con la cabeza - Bueno, ignorala entonces.
- ¿Y si la pandilla la vuelve a invitar o algo?
- Entonces yo me encargo de echarla a patadas.
Ahí estaba ella, mi MJ.
Ambas nos cuidabamos la una a la otra.
- Y con respecto a Finn creo es muy raro que sea así.
- No lo estoy inventado MJ.
- No, no digo eso - me miró - Él siempre ha sido amable con todos, no sé por que es así contigo.
Entonces el problema era sólo conmigo.
- Quizá es su manera de ligar...
- Una bastante mala - añadí.
Ambas reímos y salimos del lugar después de que MJ se cambió.
Antes de despedirnos, el celular vibró en mi bolsillo. Un mensaje:

Estoy aburrido. Ven a visitarme.
Archie.

*****

Toqué el timbre de la casa de Archie y me abrió una mujer alta, rubia y con gafas.
- Hola cariño, debes ser Jade, la amiga de Archie ¿verdad? - extendió su mano y la estreché mientras asentía - Pasa, está arriba en su habitación.
- Gracias - dije empezando a subir las escaleras.
- Oh, espera cariño. Recuerdale que deje la puerta abierta y que tiene hermanas pequeñas - me guiñó un ojo.
Ok, ¿qué?
Asentí con la cabeza sientiendo mi cara arder.
¿Qué mierda estaba pensando esta mujer?
La puerta estaba semiabierta y Archie me vio antes de entrar. Sonrió ampliamente y me invitó a pasar. Estaba sentado en su cama, con la espalda apoyada en la pared y los pies colgando, despreocupado. Tenía una guitarra en su regazo.
- ¿Tocas? - dije señalándola sorprendida.
Él asintió sonriendo y con un gesto de su mano me señaló el costado de su cama para que me sentara.
- He estado trabajando en una nueva canción pero todavía no está completa.
Así que escribía también. Wow.
Empezó a tocar las cuerdas de forma tan profesional que me perdí en el sonido, era suave y tranquilo, como él. Pero fue su voz la que me cautivó por completo, sonaba como un ángel y me perdí por completo en ella. Sinceramente no puedo decir de qué hablaba la letra porque lo único que existía en ese momento eran sus labios y su voz. Esos labios que hacía unas noches me habían besado tan suavemente.
- Y eso es todo lo que tengo...
Sacudi mi cabeza violentamente.
- ¡Me encanta! Yo creo - bajé los ojos - que amo tu voz.
Él se sonrojo apenas y me dio una sonrisa hermosa.
- Gracias - susurró.
Estábamos muy cerca el uno del otro y empecé a sentirme nerviosa pero realmente quería besarlo, probar sus labios de nuevo.
- ¿Hace cuánto tocas? - pregunté en cambio.
- Desde toda la vida, creo. Es una de las cosas que más me gusta hacer.
Pasó sus dedos por las cuerdas.
- ¿Cuál es tu canción favorita? - preguntó.
- Tengo muchas - rei.
Es como si me pidieran hablar de mi libro favorito ¿cuál de todos?
- Entonces ¿qué bandas te gustan?
Me acomode mejor en la cama y apoyé mi espalda en la pared.
- Me gustan A-ha, U2, Oasis, Génesis,
Sting...
Levantó un dedo en el aire haciéndome callar y se concentró en las cuerdas.
- Every breathe you take. Every move you make - empezó a cantar acompañado de la guitarra - Every bond you break. Every step you take.
- I'll be watching you - canté junto a él.
Me regaló otra de sus sonrisas y pasó su pulgar por mi mejilla. Estábamos tan cerca de besarnos... hasta que alguien se aclaró la garganta desde el umbral de la puerta.
Nos separamos rápidamente y al ver quién había sido el interruptor mi cara se tornó roja.
- Hey Finn - saludó sonriente Archie - ¿Qué haces aquí?
- ¿Interrumpo algo? - dijo mirándome fijamente con una ceja levantada.
- No, no. Pasa - el geek dejó la guitarra en el suelo y Finn después de estudiarnos por unos segundos más, puso las manos en sus bolsillos y camino hacia el puff verde en un rincón de la habitación.
- Entonces ¿qué hacían?
- Nada - respondí cortante.
Archie me miro extrañado.
- Hablábamos de música - se encogió de hombros - ¿Sabes que tenemos a una de las nuestras acá? - dijo señalando en mi dirección.
Finn frunció el ceño.
- Es de la vieja escuela - explicó entusiasmado - A-ha, Sting y toda esa música de los 80'.
El badboy no pareció impresionado para nada. Sólo miraba fijamente.
- Archie. Cerveza - pidió como si fuera el dueño de la casa.
Levanté las cejas asombrada cuando Archie salió de la habitación en busca de las bebidas.
Miré hacia otro lado, no queriendo estar a solas con él, otra vez.
- Entonces... - no podía evitar hablar cuando me ponía tan nerviosa.
- Entonces...
- ¿Te acostaste con ella?
Que alguien me mate ahora mismo. ¿Por qué pregunté eso?
- ¿Celosa?
- Curiosa - corregí.
- Quizá. ¿Ella no te ha dicho nada?
- ¿Debería? Quizá no fue tan bueno como para mencionarlo.
- Auch. Eso no fue dulce, Jude.
Me encogi de hombros.
- Capaz deberíamos acostarnos para que saques tus propias conclusiones - agregó engreído.
Me reí sarcástica.
- Ni en tus sueños más lindos.
- Tranquila nunca caería tan bajo.
Auch. Eso dolió. Demasiado.
- Lo mismo digo.
Cuando Archie entró a la habitación, puedo apostar a que se sentía la tensión entre nosotros. Aún así no dijo nada y le tiró una latita de cerveza a su amigo y me ofreció una. No la abrí. No me gustan, odio su sabor.
- ¿Finn te dijo que es un fan empedernido de Génesis? - me preguntó.
- No...
- Así es y va a ir a verlos la próxima semana en el Festival.
- ¡No inventes! - asombro y emoción se filtraban por toda mi cara - Pero las entradas estan agotadas desde hace unas semanas.
- Las compramos hace mucho.
- ¿Tu también vas?
- Por supuesto, no puedo perderme un festival tan monumental como ese. No me lo perdonaría jamás. Pero Génesis no me gusta mucho - acomodó sus gafas - lo siento, Jade.
Asenti lentamente.
- Vamos a ir en mi auto y en el de Finn, deberías venir con nosotros.
Mi corazón empezó a latir emocionado por ver a todas esas bandas en un mismo lugar y encima, con mis nuevos amigos, pero la realidad me cayó como un balde de agua fría demasiado rápido.
- Espera - levanté las manos - No tengo entradas.
Archie rio y luego señaló con la cabeza a su amigo.
- Finn tiene una de más.
Ok, perdí todas las esperanzas en esa frase.
Finn puso sus manos detrás de su cabeza y cruzó sus piernas estiradas. Luego, levantó las cejas en un gesto que denotaba que rogara por esa entrada.
Suspiré frustrada y puse la mejor sonrisa que pude.
- Finn...
- ¿Jude?
- ¿Vas a hacerme rogar por ella?
- Se me ocurre algo mejor, mucho mejor.
Sonrió de lado y me guiñó un ojo.
Sólo esperaba no perder mi dignidad.

"Yo, La Pandilla Y Él"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora