Aquí estoy otra vez, frente a esta computadora; escribiendo lo que siento cada vez que se cumple un mes desde que me abandonaste. Siempre he intentado descifrar porque me dejaste, yo te amaba tanto y éramos tan felices juntos, te odio, te odio pero...
Annie no podía creer lo que escucho de los labios de poncho
Annie: ¿Estéril? –dudando-
Poncho: Sí Anahí, tal vez pienses que te estoy mintiendo pero no es así mira –le entregó un sobre blanco y Annie lo tomó- son los análisis
Annie: -Abriendo el sobre y dándose cuenta de que lo que decía era verdad- Pero porque no me lo dijiste antes –llorando y con unas ganas enormes de abrazarlo-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Poncho: No tuve el valor, me sentía muy mal... lo único que hacía era pensar en que jamás voy a tener hijos –llorando- por eso es que no llegué a la iglesia, no habría podido verte a la cara, no merecías a un hombre como yo
Annie: Ahh claro ¿qué fácil no? Que fácil fue para ti irte y dejarme ahí, sin darme la cara Alfonso, sin saber el motivo por el que me estabas abandonando
Poncho: Es que Anahí... no pude, no pude... fue algo más fuerte que yo, miles de cosas pasaron por mi mente, entre ellas el miedo, el miedo de que al enterarte de la verdad me dejaras de amar, me rechazaras por no poder darte hijos, los hijos que soñamos con tener
Annie: Todo habría sido diferente si tú me hubieras dicho Alfonso, ¿cómo crees que yo haría algo así? –triste- preferiste irte lejos, preferiste no contarme, preferiste guardarte esta verdad por miedo, sabes pensé que me conocías -decepcionada-
Poncho: Annie yo no pude evitarlo... fui un cobarde lo sé, debí decírtelo
Annie: Las cosas pudieron haber sido tan distintas, todo habría tenido solución
Poncho: ¿Solución? Ja ¿Acaso hay una solución para curar mi esterilidad? No la hay Anahí, soy estéril y eso siempre será así
Annie: Te equivocas Alfonso ahora hay muchos tratamientos para la infertilidad, hay muchas opciones, la adopción en una de ellas
Poncho: Adoptar –suspiró- yo jamás habría querido eso para ti Annie, criar niños que no llevan tu sangre, que no sabes de donde vienen, no quise eso para ti, en parte por ese motivo también te dejé
Annie: -Dolida- no puedo creer que hables así, es que te escucho y no eres el mismo Alfonso del que yo me enamoré, eres un egoísta... decidiste por los dos, decidiste hacernos infelices y sabes las cosas si hubieran sido diferentes porque a mí no me hubiera importado no tener hijos, estando contigo yo habría sido inmensamente feliz pero tu decidiste por los dos
Poncho: Para mí fue lo correcto Anahí yo tampoco iba a permitir que estuvieras conmigo por lástima
Annie: Suficiente... ya ha sido suficiente, me diste tu explicación y no hay nada más que hablar –iba a salir del consultorio pero Poncho la tomó del brazo-
Poncho: espera un momento, Annie yo... yo necesito que me perdones, necesito tu perdón porque no podré vivir tranquilo si tú no me perdonas
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.