Capitulo 9

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  Adele 

 Al final del día terminamos de grabar nueve demos. Jonathan me informó que de estas se escogería una canción como single promocional y sería lanzada próximamente a la radio. Estaba muy ansiosa y feliz por eso, Peter me esperaba afuera de la disquera, de camino a casa decidí detenerme en una tienda y comprar algunos dulces, luego retomamos el camino y llegamos, entré al departamento y subí directamente a la habitación, me di una ducha y empecé a escribir nuevas canciones, quería despejar mi mente y esta era mi única salida. 

 Simón

— ¿Laura conoce a esa mujer? —pregunté a Daniel quien se encontraba a mi lado.

 —No tengo ni la más mínima idea, hermano —respondió Daniel encogiéndose de hombros. Nos acercábamos a Laura quien ya terminaba de firmar los libros. Tenía que averiguar si se conocían, aunque a juzgar por los hechos aparentemente sí.

 — ¡Todo salió excelente amor! —Daniel abrazó a Laura y luego la besó. 

— ¡Lo sé! ¡Estoy muy feliz! —una exagerada sonrisa se marcaba en el rostro de ella. 

—Amor, esa chica que estuvo contigo hace rato ¿Quién es? —preguntó Daniel expectante y yo también esperaba su repuesta.

 —Ahhh, ella es una de mis mejores amigas, mejor dicho es mi mejor amiga —respondió Laura muy feliz. 

— ¿Tu mejor amiga? —pregunté sorprendido y más interesado en el tema. 

—Sí, ¿Por qué? —Preguntó Laura 

—Nunca me habías hablado de ella, amor —dijo Daniel cruzado de brazos 

—Es que teníamos mucho tiempo sin vernos... nos alejamos por... por cosas del destino —la voz de Laura se tornó triste y melancólica — ¡Lo olvidé por completo! — Laura se llevó las manos a su cabeza. 

— ¿Qué sucede amor? —preguntó Daniel preocupado. 

—Esta noche es la fiesta y Adele me ha invitado a su casa —Laura empezó a dar vueltas en círculos mordiendo sus dedos.

 —¿No puedes visitarla otro... 

—Puedes invitarla a la fiesta —agregué yo, esperando que Laura aceptara. Quería ver de nuevo a esa chica. 

—No lo sé... ¿Por qué tanto interés, simoncillo?—Laura me miró entrecerrando los ojos. 

—No... ninguno, yo solo te doy esa opción, para que se te facilite —mentí, tenía muchas ganas de ver a esa chica de nuevo. 

—Mmmm... No lo sé, puede ser... —Laura miraba el piso fijamente pensando 

—Iré a buscarla, tratare de convencerla, cosa que será difícil porque no le llaman la atención las fiestas. 

—Si no acepta, ya tendrán otro día para verse, amor —agregó Daniel y yo quería matarlo, esa era la única oportunidad que tendría de verla. 

—No lo sé... Bueno pero ahora ayúdenme a limpiar este desastre —ordenó Laura,  Daniel y yo nos miramos con cara de fastidio. 

Terminamos de recoger los libros que habían quedado, la venta había sido todo un éxito. Laura y Daniel se dirigían a su casa y yo a la mía, de camino estuve pensando en aquella chica de ojos verdes y piel blanca, quedé hipnotizado en sus ojos y esa sonrisa tan tierna y tímida que de solo pensarla mi corazón palpitaba rápidamente. Entré a casa, subí  a la habitación, solo quedaban tres horas para la fiesta con motivo de la apertura de la librería de Laura, a decir verdad estaba más entusiasmado por ir y esperar ver a aquella chica, espero que Laura pueda convencerla de ir. Me di una ducha de una hora, me encontraba frente al closet, indeciso en que ponerme, me coloqué una camisa negra, pantalón de jean y unos tenis blancos, quería lucir bien, para impresionar a esa chica de la cual no sabía su nombre, pero por lo menos teníamos una amiga en común. 

When We Were YoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora