Capitulo 41

508 55 12
                                    

Angelo y Simon habían partido a un campo de golf en compañía de Rob y su hijo. Angelo no era un chico de este tipo de actividades pero quería despejar su mente por tantas cosas que estaban pasando con el, asi que salir con su padre y tener un rato para ellos era buena opción.

Por su parte Adele manejaba en dirección a casa de Alison, después de manejar por un buen tiempo y perderse alguna que otra vez llegó a la zona donde vivía Alison. Se sorprendió mucho al llegar y ver el lugar donde vivía, esperaba llegar a un lugar distinto. Bajo del auto y al acercarse se aseguró de que esta fuera la casa y en efecto era. Tocó varias veces el timbre de la residencia pero nadie abrió, se escucharon los ladridos de Zeus pero nada de Alison. Adele vio la hora y ya estaba cerca del mediodía, se le ocurrio la idea de llamarla pero enseguida cayó en cuenta que no tenia el numero de su hija. Miró a la casa vecina y Aylin venia saliendo de su casa, al encontrarse con Adele se sorprendió.

—Hola... —dijo tímidamente Aylin al ver a Adele, saludándola con la mano.

—Hola cariño...¿Sabrás si Alison está? —preguntó Adele amablemente.

—Si, ella esta... —dijo Aylin y Adele respiró aliviada —durmiendo

—Pero... es tarde —dijo Adele viendo su reloj.

—Si lo se, asi es ella. Entremos —dijo Aylin y Adele se quedó estatica viéndola con confusión —Mi casa esta conectada con la de ella —respondió Aylin algo fastidiada por la misma respuesta de todo el tiempo. Adele le causó ternura y gracia esto, siguió a Aylin y por el mismo pasillo entraron a casa de Alison. Adele miró a todos lados sorprendida al ver la casa, muy bonita llena de colores claros y oscuros, con muebles negros, luces blancas y algo que llamó la atención de Adele fueron las fotos enmarcadas en portarretratos blancos que estaban en la pared de la sala. Adele se acercó a ellas mirando para saber de quien se trataba.

—Voy a hacer el intento de despertarla —dijo Aylin, Adele asintió entre una sonrisa viendo a Aylin subir por las escaleras.

Volvió su mirada a las fotos y pudo darse cuenta que las pequeñas de las fotos eran Aylin y Alison, acarició una foto a través del cristal al ver a Alison siendo una niña vestida con un tutu rosa y su cabello castaño claro ondulado, una sonrisa de oreja a oreja enseñando sus mini dientes con sus manos en la cintura. Adele se entristeció al ver la foto tratando de reprimir su llanto, se reclamó una y mil veces por no estar en esos momentos con su hija. Siguió mirando las demás fotos limpiando sus lagrimas, miró las demás fotos y pudo darse cuenta de que la otra chica quien salía en otra foto era Aylin, estaban vestidas iguales con vestidos blancos y su cabello explotado posando de la misma manera.

Aylin entró a la habitación de Alison, encendió la luz y ella estaba bajo las sabanas profundamente dormida boca abajo, con su cabello completamente desordenado, sacó con delicadeza una almohada y con esta golpeó a Aylin en la cabeza sin ningún tipo de delicadeza.

—¡Despierta! —gritó Aylin sobre el oído de Alison haciéndola saltar en la cama.

—¡¿Que demonios Aylin?! ¡¿Estas loca?! —dijo Alison sobresaltada mirando con enojo a Aylin quien estaba atacada de la risa.

—Jajaja, te volviste blanca del susto —dijo Aylin. Alison tomó una almohada y golpeó con fuerza a Aylin en el rostro haciéndola tambalear.

—Eres una perra —dijo Alison mentiendose nuevamente debajo de las sabanas. Aylin la descubrió.

—Tu aquí durmiendo como una morsa y tu madre esta allá abajo —dijo Aylin colocándose las manos en la cintura.

—¿Mi madre? ¿Cuál ma?... ¿Adele? —preguntó Alison despertando completamente del sueño.

When We Were YoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora