Después del entrenamiento, un chico de la selección australiana de Taekwondo quiso retar al campeón mundial, y ese era JB. Decidieron hacer un combate una vez que los maestros se habían ido ya que sino no les iban a permitir llevar a cabo semejante ocurrencia y se reunieron en el tatami. Avisaron a otras selecciones y Mark fue por curiosidad, para saber cómo había mejorado su ex en aquellos cuatro años.
Las normas estaban claras, era un combate de Taekwondo y se llevaba a cabo con el reglamento oficial, nada de cosas sucias ni de lesionar al contrario adrede. Los dos chicos aceptaron las normas y se equiparon con sus petos y sus cascos, el juez sería un chico de la selección española ya que así no favorecía a ninguno de los dos.
El combate empezó y no habían pasado ni dos segundos cuando JB atacó con una patada giratoria en pleno salto, llamada Tuio mondolyo furyo chagui. El australiano cayó desplomado al suelo, JB le había hecho un K.O. en menos de 5 segundos y claramente había ganado el combate ya que el chico no podía ni levantarse.
La gente saludó al ganador con bastante respeto y a todo el mundo le quedó claro que no tenían que ir a chulearse porque podían terminar igual que el australiano. Poco a poco se fueron yendo y se llevaron al perdedor a la enfermería, Mark se fue por su lado sin decir nada, sabía que se tenía que enfrentar a él y obviamente había mejorado, ahora era más rápido, más fuerte y, si cabe, aún más inteligente.
Prefirió ducharse en los baños de su pasillo y luego fue a cenar con su selección, vio a Jackson de lejos con sus amigos chinos así que lo saludó con la mano y se fue con su gente. Cuando se sentó el tema de conversación era claramente el combate que acababan de presenciar y lo buenísimo que era JB con esa técnica impecable y su rapidez absolutamente indiscutible, pero cuando se sentó Mark quisieron cambiar de tema para no incomodarlo, aunque no lo lograron ya que el tema era peor.
-¿Qué tal con Jackson? –preguntó uno de los chicos.
-Bien, normal, como cualquier compañero –respondió Mark.
-¿Compañero? No me digas que tienes con el chino la misma relación que con alguno de nosotros –otro de la mesa.
-Soy más cercano a vosotros incluso –dijo Mark con una leve sonrisa.
No quisieron preguntarle más. Después de cenar el chico vio que Jackson ya se había marchado a pesar de que estaban el resto de sus amigos todavía en la mesa. Se apenó porque no iba a verlo hasta el día siguiente y se fue a su cuarto donde hizo una video llamada con su familia y volvió a preguntarles si iban a ir a verle, pero no iba ser posible. Le apenaba, querían que estuviera con él y más después de ver lo mucho que había mejorado JB.
Charlaron de cosas ajenas al deporte, Mark quería saber cómo estaban sus sobrinas, las cosas que hacían allí, cómo estaba su perro al que se lo mostraron en la pantalla y tras un rato, colgaron. Aún era pronto, no tenía sueño, decidió jugar un rato a cualquier juego que pilló online de lógica, así mantenía la cabeza entretenida. Total, que eran las 12 de la noche y llevaba dos horas haciendo sudokus. Al ver la hora que era se asustó de su propio vicio y se fue a dormir, de nuevo sin el chino.
Al despertar a la mañana ya era el gran día para Jackson, 9 de agosto, su primer combate. Si ganaba tendría otro unos días más tarde.
Mark bajó a desayunar y el chico no aparecía por allí, de hecho lo estuvo esperando pero no bajaba así que decidió marcharse, a través de algunas pantallas vio que Jackson ya estaba en el estadio así que fue corriendo a pedirle permiso al maestro de que dejara ver el combate de aquel día y, a regañadientes, el hombre se lo concedió.
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See the light (MARKSON)
FanfictionDos atletas prometedores de distintos países se conocen en los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro. Mark compite en la categoría de Taekwondo mientras que Jackson es un joven esgrimista que pisa las competiciones por primera vez. Entre ambos...