Soy Martin Wallace. Me he despertado en plena calle y a mi sorpresa todo está devastado. No veo a nadie por ningún lado, por lo que intuyo que no hay nadie, creo... Quizás haya supervivientes. No encuentro mi mochila con mi cartera y mi móvil. Toda mi ciudad está destruida. Los edificios caídos y los que no, cuelgan cual puente colgante abandonado. Las carreteras están llenas de coches estrellados, aparentemente sin nadie dentro, y las aceras están llenas de grietas, boquetes y grandes hoyos de varios metros de profundidad. Casi todas la farolas están por los suelos y la mayoría de bocas de incendio están arrancadas, dando un chorro de agua hacia la superficie a presión. Al acercarme a aclararme la cara en uno de estos chorros, me doy cuenta de que alguna que otra farola por el suelo, aún sigue titilando. Eso me deja un poco más tranquilo, dentro de lo que cabe que estés en un paisaje post-apocalíptico y que por lo menos haya energía.
Me voy a adentrar en el centro de la ciudad y a ver si con suerte encuentro mi casa. Al ser una ciudad a las afueras, esta cerca de una una zona rural cuyos bosques dan al parque del centro de mi ciudad, pero ir por ahí sería peligroso, debido a la inestabilidad de algunos árboles y a los ásperos caminos que han quedado tras el desastre que ha ocurrido. Al llegar a mi ciudad, espero que no esté tan destruida como esta. Al ser la ciudad vecina, dudo que haya quedado menos destruida que esta. He pensado que el mejor medio para llegar es ir por la carretera. Con suerte, el camino sea un poco más reconfortante y no esté tan destruido. Durante el camino, me senté varias veces a descansar encima de coches aparcados sin motivo en medio de la carretera. En uno de esos descansos, oí algo. Me acerqué y... Algo saltó de un arbusto. Solo era un ciervo. "Por lo menos tengo un poco de compañía"-Pensé. Después de que todo se destruyera, los animales salvajes se habían adueñado del mundo, o eso parecía.
Bueno, ya casi había llegado a mi casa. Estaba bastante bien para haber pasado por una Apocalipsis. Miré alrededor de la ciudad y me deprimí al ver que todo estaba peor que la otra ciudad vecina. Entré en mi casa y mi primera idea fue encender la luz para comprobar mi teoría de las farolas de la calle. No se encendían así que fui a revisar los diferenciales y los interruptores y estaban todos bajados. Al subirlos, un fuerte chispazo saltó de las luces y una de ellas se encendió. No entendía como, sin gente, podía haber energía. Algo extraño estaba pasando. Subí al piso de arriba y vi la habitación de mi hija, eso me hizo recordarla...
***
-Papá, ¿esa es mi nueva habitación? ¡Que chula!
-Sí hija, ¿has visto las vistas desde tu ventana?
-Sí, que bosque más bonito. Pero ¿que es eso?
-Se llama central eléctrica, y da energía a nuestra casa y a toda la ciudad.
-Ah, ¡qué chulo papi!
-Bueno hija, ahora a descansar. Debes de estar muy cansada del cine. ¿Te ha gustado la película?
***
Me hizo pensar en si mi mujer estaba bien... Cuanto les echaba de menos a las dos... Entré en la habitación mía y la de mi mujer y cogí mi diario de el cajón de la mesa de noche. Me bajé al almacén y encendí la luz. El coche de mi mujer seguía en el garage, aún que estaba muy deteriorado. Al acercarme a la estantería, me tropecé con algo en el suelo. Era la caja de herramientas. Miré dentro y no encontré lo que buscaba: mi linterna. Continúe hasta la estantería. Rebusqué y encontré la linterna. Tras apretar el botón para encenderla y ver que nada ocurría, le di unos golpecitos en mi mano y luego contra la estantería. Nada ocurrió. Al abrirla, vi el problema: faltaban las pilas. Metí la linterna y la metí en mi bolsa junto a mi diario. Salí corriendo en dirección a la central eléctrica en la montaña cercana a la ciudad para averiguar la razón de la energía que llegaba sin motivo. Como antes, fui por la avenida principal y algo me llamó la atención. Donde antes había un coche cerrado, ahora estaba abierto. Me acerqué y miré dentro y vi un teléfono móvil. Junto a él, había un oso de peluche. Puede que no esté solo...
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24 HORAS ANTES [Publicando 2a Edición]
Science FictionAño 2123. Martin Wallace se despierta. Al levantarse y cuando se le aclara la vista, todo esta destruído. No recuerda nada. No hay rastro de nadie. El mundo esta cubierto de devastación. Martin va teniendo flashbacks durante el relato sobre los días...