24 HORAS ANTES [Publicando 2a Edición]

Capítulo 4: En Busca de Humanos

La casa de la persona del móvil no estaba muy lejos. De hecho, estaba a solo unos 40 min. Era una distancia corta, teniendo en cuenta que iba en la camioneta de Bruce, pero se me hizo larguísimo ya que no tenía a nadie con quien hablar. De vez en cuando, Luke se me asomaba desde la parte de detrás y yo le decía algo, pero eso era la única "conversación" que me entretenía de vez en cuando. No elegí ir otra vez por la carretera principal, sino que me fui por un camino más rural. Se me habría hecho muy aburrido ir todo el rato por el mismo sitio. Hasta en el camino por el que iba, habían una buena cantidad de coches. Me pregunto si huirían de algo o alguien.
Cuando solo quedaban aproximadamente unos 5 minutos, algo se cruzó en mi camino y lo embestí. De tal susto, me salí de la carretera y me di con un árbol. Me bajé a comprobar qué era. Al bajarme, vi un venado tirado en el suelo, en un charco de sangre que iba creciendo a medida que pasaba el tiempo. Lo subí en el maletero de la camioneta por si era necesario comerlo cuando se me acabasen las provisiones de la mochila. El parachoques de la camioneta estaba ensangrentado y abollado pero me subí de nuevo a la camioneta. Metí la marcha atrás y pisé el acelerador. Tras un buen rato de tira y afloja con la camioneta, conseguí meterla de nuevo en la carretera. Ya era muy tarde. Estaba oscuro así que decidí dormir. Eche hacia atrás los asientos de la camioneta, pues los pestillos y me dormí.
A la mañana siguiente, me desperté a las 7:10 debido a la alarma de mi reloj. Solía levantarme muy pronto para ir a trabajar. Trabajaba en FarTec, una empresa futurista en la que trabajábamos para prepararnos para el futuro, mejorar la tecnología para el día de mañana y hacer experimentos. Me encantaba. Salí de la camioneta y me estiré. Me metí de nuevo y del portazo, desperté a Luke. Se me acercó y me dió unos lametones de «buenos días». Desayuné un sándwich mixto chafado que cogí de la gasolinera. A Luke le di un chorizo, también de la gasolinera. Arranqué y nos dirigimos hacia la casa. Aparcamos en la acera enfrente de la casa. Me bajé y llamé al timbre. Sin respuesta. Lo repetí varias veces y al final derribé la puerta y me metí dentro. Era, bueno, hubiera sido una casa muy bonita. Subí las escaleras y vi una habitación de matrimonio y una infantil. Entré en la habitación infantil y vi unas fotos en la pared. Coincidían con la niña del móvil. Luego, me metí en la de matrimonio y vi un escritorio. En él, un mapa de la localidad estaba desplegado por toda la superficie. El mapa estaba marcado con chinchetas en algunas localidades con nombres propios al lado. También, con círculos de marcador rojo estaban rodeados la "central eléctrica", la carretera, y otras zonas. A parte, unos dibujos de unas criaturas, pegadas con chinchetas a un tablón de corcho, estaban junto a unas fotos de unos seres. Estos seres eran llamados "Ellos" por las personas que habían hecho las fotos. Con un círculo verde, había una zona del mapa en el bosque marcada. Junto al círculo, el título "La Madriguera" resaltaba por sus colores vivos.
Decidí ir a ver que era "La Madriguera" y si podría haber alguien.
En el coche, Luke me esperaba inquieto. Eso me hizo sentirme mal así que decidí que en la siguiente misión de exploración lo llevaría conmigo. "Nos vamos.en busca de humanos Luke"-le dije.
La Madriguera se encontraba hacia el Sur. Cerca de la "central eléctrica". El viaje se hizo aún más largo por dos motivos. El primero era la peste a venado podrido que emanaba susodicho venado. El segundo era que, si cogía mucha velocidad, el parachoques saldría volando, cosa que no quería que pasara. Una vez allí, aparqué la camioneta en la carretera y me adentré con Luke en el espeso bosque. Según el plano que había en la casa, estaba más o menos cerca de un río. Me acerqué a la orilla y barrí con la mirada toda la costa. De arriba a abajo y vi una caseta en la zona alta del río. Tras un rato de bordear la costa llegué a la caseta y entré. Había una trampilla en el suelo. La abrí y una mano me metió para adentro. Luke también saltó. Pegué un grito y de repente se encendieron las luces. Habían unas 20 personas mirándome. La que me estiró me puso la mano en la boca y me dijo: "No grites. Estás a salvo. Ya sabes que no estas solo. Soy Katie, líder de los supervivientes. Encantada."