La primera vez que Ella lo vio, sintió la curiosidad y el misterio que emanaban sus ojos grises, cuando la mirada de Él se perdió en sus ojos violáceos, el universo se detuvo...
Cuando ella despertó...el sueño se había terminado...El había destruid...
Así fue como Zamasu y Mila, caminaron, por el lugar, en un principio en silencio, sinceramente el aprendiz no sabia que decirle, una parte de el se debatía entre entablar una conversación con ella y otra parte en que ella era parte de la raza humana aun que tuviera sangre sayayin y que el debía limitarse, pero a que..realmente eso valía la pena, se preguntaba, en cambio Mila, se sentía cohibida y nerviosa, pero a la vez feliz. Pero tubo que ser ella la que rompiera ese silencio.
- Se respira mucha paz y tranquilidad en este lugar. - si así es.. - Que es aquel lugar..-Mila había señalando un jardín, el aprendiz se adelanto y le hizo una seña para que le siguiera.
Era un jardín lleno de hermosas y extrañas flores, de colores exoticos, Mila se apresuro para seguirle el paso, una vez ahí la joven recorría anonadada el lugar.
- Veo que te han gustado. - Son hermosas. - Ten cuidado...a veces los humanos no saben apreciar la belleza de la naturaleza y tienden a destrozarla- ese comentario lo había dicho con saña. - Quizás..pero al menos, yo no- Mila tomo una rosa , color turquesa y aspiro su aroma, olía a una mezcla de miel y cerezas- huele delicioso. - Si ...- respondió el. - Ojala y hubiera traído mi cámara fotográfica o mi libreta de dibujo..o al menos mi teléfono...algo para atrapar este momento - la joven se lamento.
Zamasu escucho su comentario, algo en el llamo la atención.
- Cuaderno de dibujo? - pregunto intrigado. - He...sii ...me gusta el arte...me especializó en ella - dijo con mucho orgullo- Me gusta pintar, dibujar y fotografiar - la joven sonrío. - No me lo imaginaba.. - Mi hermano mayor es el genio de la familia y yo la artista - lo dijo con un tono gracioso , haciendo que sonara solemne. - Ya veo...- Zamasu se sentó en el pasto del jardín.
La joven iba y venia , tocando las flores, oliendolas..El solo la observaba a ella...de vez en cuando ella preguntaba algo tonto, sobre el lugar, el se limitaba a contestar algo técnico y no muy profundo, ella asentía en son de entender. Ella miro un árbol con un fruto extraño muy similar a un durazno, de color amarillo, se acerco a el y con una dulce sonrisa miro a Zamasu.
- Puedo, probar ese fruto por favor? - pregunto amablemente la joven.
Esa sonrisa tan dulce y autentica, lo puso nervioso....
- Hee....si pero te recomiendo que comas las de hasta mero arriba, son mas dulces- dijo señalando al árbol. - Haa Ok esta bien.
La joven se elevo y empezó a buscar en la copa del árbol un fruto, el la observaba, se levanto y se acero al tronco del árbol.
- Creo que debemos irnos, quizás te este buscado el Señor Bills.
Mila había visto un fruto, grande y se un color amarillo suculento,solo que estaba entre las ramas, flotando sería difícil tener acceso, se poso en una rama gruesa, introdujo la mano por entre las delgadas, intento jalar el fruto con fuerza, pero la rama donde estaba se fracturo, rompiéndose ella perdiendo el equilibrio, Zamasu intento sostenerla, pero había sido muy rápido y ella cayo sobre el.
Zamasu quedo recostado, en el pasto, abrió los ojos, sintió el peso del cuerpo de Mila en el suyo, el cabello negro de la joven caía como cascada en el, su corazón se estremeció al darse cuenta de la posición en que estaban, tenia muy cerca el cuello de la joven en su rostro, el aroma que desprendía la joven lo envolvió, un olor a miel, olor dulce.
Ella sintió el cuerpo de Zamasu, debajo del suyo, se sonrojo para sus adentros, sintió la respiración de el en su cuello, poco a poco fue levantando su rostro, para observarlo, de nuevo gris contra violeta, ella colocó su mano en el pecho de el , se sorprendió de sentirlo fuerte y firme, apesar de su complexión delgada, la mano de el toma la mano de ella, acariciando su piel tímidamente, fue instinto o un acto reflejo ,pero con su otra mano Zamasu acaricio el bello rostro de Mila, ella cerro los ojos y sonrió sentir la piel del Kayoshin de sentir su mano tibia, la joven abrió sus hermosos ojos violáceos para verlos, el podría jurar que el universo estaba en ellos.
Zamasu se levanto un poco mas, para tener mas cerca el rostro de Mila, los dos se miraban fijamente, ella suspiro.
Zamasu se acerco a su cuello para aspirar su aroma, la miro profundamente, intento acercarse a sus labios, ella podía sentir su respiración. Pero se detubo, la miro avergonzado una parte de el le decía que ella era un humana, el no debía dejarse llevar, pero otra parte quería mandar al diablo, sus pensamientos, al final de cuentas el era un hombre y ella una mujer.
Ella se sonrojo y bajo la mirada, tenia dudas si estar con Zamasu ,estaba bien o no, tenia cosas no resueltas en la Tierra, pero quería besarlo, quería ser besada por el aprendiz , probar su boca, mordió su labio inferior y lo volvió a mirar. El le devolvió la mirada, suspiro antes de hablar.
- Mila....debo llevarte con Bills... - Hee...siiii- Mila se levanto.
Zamasu se paro del pasto, ella le dio la espalda estaba muy avergonzada,no había que ser estúpido para no darse cuenta de lo que había pasado. Zamasu puso su mano en el hombro de Mila.
- Disculpa...- dijo El en un apenas un susurró- ...Me gustaría volver a verte.
Mila abrió de par en par los ojos y se voltio para verlo.
- A mi también Zamasu. - lo dijo mientras sonreía tiernamente. - Te buscare en dos días - dijo esto seriamente , para que no quedara dudas que no mentía. - Te esperare.- dijo ella dulcemente.
El sonrió, tomó la mano de la joven, para salir de ese hermoso lugar, mientras caminaban, ella entrelazo sus dedos en los de Zamasu...
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