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Esta historia no pretende ser mucho, solo quiero contribuir de alguna forma  con #JustWriteIt y dejar uno de esos momentos que se nos quedan en la memoria y hacen que amemos u odiemos al artista. Que bueno que yo no soy un artista.

El Lugar: la ciudad cercana a la playa  de Truvio 3 en Arminium 300

La fecha: algunas sesiones  hace 2 ciclos  durante las últimas vacaciones que pasé con mis padres.

Recuerdo que habíamos ido a un mall a comer algo antes de  la aventura que mis padres habían agendado. Después de comer todavía nos quedaba algo de tiempo así que fuimos a caminar por el mall y a ver algunas tiendas. Al pasar por La Casona, una de esas tiendas caras  a las que gente como mis padres, unos respetables 1.0 chapados a la antigua, normalmente no entrarían, no pude despegar la vista de la vitrina, allí estaba ella. Su caja se hizo transparente por un move y no pude dejar de contemplarla, parecía estar durmiendo plácidamente. La cubierta de cartón que protegía la caja parecía brillar y las letras doradas eran llamativas

 Insistí en entrar a la tienda y mi madre, que siempre me alcahueteaba o al menos me toleraba mis tonterías,  me acompañó

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Insistí en entrar a la tienda y mi madre, que siempre me alcahueteaba o al menos me toleraba mis tonterías,  me acompañó. Al fin de cuentas, qué daño podría hacer entrar a una de esas tiendas nuevas? las vacaciones siempre son el momento ideal para probar cosas diferentes. Mi padre nos siguió a regañadientes.


La tienda era, como todas La Casona en todas las islas de la confederación, un lugar a media luz que inspiraba tranquilidad y confianza, un lugar que parecía una casa dentro de una casa.
Un dependiente, seguido de cinco MoonLady, nos ofreció su ayuda. Mi padre y yo nos quedamos contemplando a las MoonLady, los dos pensamos algo diferente. Para mi padre aquellas muchachas de un metro de estatura parecían una aberración y parecía todavía más aberrante que siguieran al dependiente como si él fuera el centro de su mundo. Yo simplemente pensé que si se trataba de una estrategia de ventas seguramente ésta sería la mejor que alguien hubiera  podido imaginar hasta ahora. Sentí algo de envidia del dependiente.
Había muchas cubiertas de cartón negro sobre sets de cajas pero yo no pude dejar de pensar en la belleza que dormía tranquilamente en la vitrina.
Pregunté al dependiente por la caja que estaba en exhibición y él dijo que podría mostrarme un holograma, para lo cual bastaría con que yo sincronizara mis lentes con la tienda. Eso sería lo máximo que el dependiente podría conseguir sin lastimar a la MoonLady. El dependiente me  explicó la compleja relación que puede forjarse entre un
1.0  o un 1.1 y una MoonLady.

Depronto ella apareció, la tienda se convirtió en una pasarela delante de mí y pude ver caminando a la beldad que parecía estar durmiendo plácidamente en la vitrina.


 


 

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