VII

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La enorme mansión de ChanYeol y Kai era un caos total, ya se habían enterado que el maldito de Kris se había llevado a su SeHun, pero de algo estaban seguros; matarían a Kris de la peor manera posible por meterse con lo que no era suyo, porque si, SeHun ya tenía dueño y eran ellos. Aunque odiaban el pensar en SeHun como una propiedad, al principio si lo hacían pero con el transcurso del tiempo el hermoso niño les había enseñado que a las personas no se les trata como cosas, si no como personas. Además de enseñarles amar de la manera más dulce y sincera posible.

— Kai, tranquilízate.— ChanYeol trataba de mantener la calma aunque en la circunstancias en la que estaba era imposible. El solo pensar que algo le pasará a su Ángel le traía un amargo sabor en la boca.

— ¿cómo quieres que me tranquilice?; ¡Si ese hijo de puta tiene a mi SeHun!— gritó históricamente Kai, la poca cordura que tenía se fue con la noticia de que su niño estaba en peligro.

— ¿Piensas que eres el único preocupado?; Yo también lo estoy, pero así como estás no me puedes ayudar a atraer a SeHun con nosotros.— Respondió ChanYeol mientras traía al moreno en sus brazos para darle un poco de calma.

— Me importa un carajo lo que pienses, ChanYeol.— Volvió a gritar, safandose de los brazos de su amigo.

— JongIn, te calmas o te calmo... tú eliges- le dijo ChanYeol gritando, pero cuando Kai estuvo a punto de responderle dijo - Escucha, Kai. tenemos algo más importante que ponernos a pelear entre nosotros. Así que no me hagas perder la paciencia.

— Tienes razón, Yeol y ¿Cuál es tu brillante plan?— Dijo Kai con sarcasmos, llevándose un suspiro de irritabilidad por parte de ChanYeol.

— Primero que nada hay que ver dónde se encuentra Kris y después veremos.

— De acuerdo.— Dijo Kai no muy convencido pues aún se sentía intranquilo.

Ambos se fueron a investigar donde se encontraba el bastado de Kris, moverían cielo y tierra hasta encontrar a SeHun, solo esperaban que Kris no le haya puesto un dedo encima porque ahí le arrancarían cada una de sus extremidades.










Mientras tanto en otro lugar se encontraba SeHun profundamente durmiendo sobre una gigante cama sin percatarse del demonio que tenía a su lado; Kris a su lado admiraba su belleza. Wu pensó que en verdad eran bonito sus ojos, sus pestañas largas le daban un toque angelical a su rostro y ni hablar de sus labios rojo cereza que le daban ganas de besarlos hasta desgastarlos y, su cuerpo era un infierno, sin duda SeHun era lo que había estado buscando por mucho tiempo.

Al ver que SeHun comenzaba a abrir sus ojos, se emocionó porque por fin podría escuchar su hermosa voz.

SeHun comenzó abrir sus ojos de a poco percatándose que no se encontraba en su habitación y tampoco era la mansión de Kai y ChanYeol. Al girar vio al hombre que había visto en el auto. Sus hermosos ojos se llenaron de lágrimas y empezó a temblar del miedo.

— Por favor... no me haga nada.— Una cataratas de lágrimas bajaban de las mejillas de SeHun mientras pequeño hipidos lo acompañaban.

— No te hare daño así que cálmate.— Dijo Kris lo más calmado. No quería que el niño le diera un ataque de pánico y colapsara del miedo.

— ¿Por qué estoy aquí?— Le preguntó SeHun aun llorando, no le gustaba nada de eso, el sólo quería que ChanYeol y Kai lo saquen de ahí.

— Estás donde deberías estar, precioso.— Le respondió Kris.

SeHun al escuchar eso empezó a llorar más fuerte, colmando la poca paciencia de Kris. SeHun extrañaba a sus padres, amigos y a sus dos amores. Sólo quería estar en su casa tranquilo pero notó que ese hombre no lo dejaría ir. Kris al ver que SeHun lloraba más no le quedo de otra que hacerlo dormir nuevamente.

— Hasta que por fin te callaste.— Dijo irritado Kris a SeHun que se encontraba durmiendo de nuevo.

Éste salió de la habitación donde se encontraba SeHun descansando para poder planear su ida a china, se encargaría que ChanYeol y Kai no puedan verle más la cara a esa preciosidad que se encontraba durmiendo en su cama.

— Jefe; ChanYeol y Kai se están moviendo muy rápido, si no nos movemos rápido nos encontraran.— Le dijo uno de sus matones.

— Preparen todo que nos marchamos a china esta misma noche.— Dijo Kris con una sonrisa triunfante.

— Como ordene.











ChanYeol y Kai se encontraban desesperados, no había rastro ninguno del bastardo de Kris, no por nada era el mafioso más temido de china. Pero había un pequeño problema, era que él ahora estaba en su territorio y no los del él; Por lo tanto, tenían eso a su favor. SeHun no se tendría que preocupar por nada porque ellos lo encontrarían.

— ChanYeol, creo tener una idea donde se encuentra Kris.— Dijo Kai pensativo.

— ¿Dónde crees que se encuentren?— Le preguntó ChanYeol.

— Creo que se encuentra en las afueras de la ciudad.— Le respondió Kai.— pues yo en su lugar hubiera hecho lo mismo.

— No me digas, jamás me lo hubiera pensado.— Dijo ChanYeol sarcásticamente.

— Lo que te quiero decir, estúpido, es que se encuentra en la mansión de los Huang.— Le dijo Kai enojado.

— Porque no lo había pensado antes.— Se maldijo mentalmente ChanYeol por no haber pensado eso antes.

— Es hora de movernos ¡Ya!— Le grito Kai.

— Vamos. Aguanta sólo un poco más, SeHun.— Fue lo último que dijo ChanYeol antes de acelerar al máximo dentro de vehículo.












Kris ya tenía todo planeado; Primero se llevaría a SeHun a china, segundo; se encargaría de matar a esos dos estorbos así nadie se metería en sus planes.

Lo primero que hizo fue ir a su habitación para llevarse de ahí a SeHun, entretanto Kris cargaba el cuerpo inconsciente del pequeño se le formo una sonrisa en su rostro, esa preciosidad lo haría muy feliz. Él se encargaría que no le falte nada, no como esos inútiles que ni cuidarlo podían. SeHun se merecía a un hombre como él, no como los dos incompetentes de ChanYeol y Kai.

Durante el viaje al aeropuerto clandestino, Kris pensaba como reaccionaria el precioso chico que tenía entre sus brazos, al enterarse que ahora viviría en china lejos de su familia y amigos, el haría todo lo posible para que SeHun se acostumbre a él.

En otra parte ChanYeol y Kai se habían enterado que Kris pensaba llevarse a su SeHun con él a china. Pero eso no sucedería porque ellos iban en camino para detener a ese infeliz y rescatar a SeHun de ese bastardo.









Una vez en el aeropuerto Kris bajo del auto con SeHun en brazos, subiéndose a su avión acomodó a SeHun en un asiento para que pudiera seguir durmiendo tranquilo, una vez que acomodó a SeHun en el avión bajo para chequear que todo esté listo y así poder despegar tranquilo.

— Jefe, ya está todo listo.

— Entonces partamos.— Dijo Kris para subirse de nuevo en el avión y sentarse al lado de SeHun.

— Acá empieza tu nueva vida, precioso.— Fue lo que dijo Kris cuando el avión despego.


XOXO

" 𝙢𝙞𝙨 𝙙𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤𝙨 " % kaihunyeol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora