Capítulo 2: Carrera.

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''De verdad, créeme que sí, preciosa'' Volvió a repetir al notar que no le respondí ''Ahora hay que bajar las armas y mejor correr. ¿No crees?'' Me preguntó con una estúpida sonrisa en el rostro.

Joder ¿no se hartaba de sonreír? Apuesto a que le han de doler las mejillas.

''Y para hacerte tragar tus jodidas palabras'' Gruñí, mientras bajaba el arma lentamente al igual que él, noté que varias personas a nuestro alrededor escuchaban nuestra conversación atentamente. Ya saben, los típicos entrometidos de cada jodido lugar.

''Eso ya lo veremos'' Me dijo mientras guardaba el arma en su bolsillo trasero de su pantalón ''Oigan todos'' Gritó captando la atención de todos ''Esta sexy chica...'' Dijo con una sonrisa mostrando sus hoyuelos de nuevo mientras hacía una pausa para voltear a verme, yo solo rodee los ojos mientras trataba de no darle tanta importancia ''Cree que puede ganarme y quiere una carrera, así que todos vayan a la meta, ahora'' Finalizó haciendo que todo mundo fuera rápidamente a la meta ''Que gane el mejor, linda. Ah y ya sabes, sin rencores respecto a quien gane'' Guiñó un ojo.

Abrí la boca sorprendida por lo alzado que era.

''Sí, claro'' 

Le respondí sarcásticamente mientras me giraba y caminaba sobre mi lindo auto pero tengo que admitirlo, el de ese idiota es mejor pero confío en mi bebé. Lancé el arma en el auto y me subí ágilmente para encenderlo y ponerlo en marcha. Me dirigí al lugar donde comenzaría la carrera, al llegar noté que había mucha gente a mi alrededor, al parecer el lindo chico rizado es muy conocido por aquí. Mis pensamientos fueron interrumpidos al escuchar el rugir de un motor y un auto colocándose a mi lado, genial, ya llegó.

Lo miré y este hizo lo mismo. Me giré nuevamente para evadir su penetrante mirada.

Una chicas se pusieron a trazar una línea blanca con aerosol mientras que una se posaba en medio de nuestros autos, la cual casi babea por el imbécil, ¿no puede disimular un poco? que zorra. Con una sonrisa en el rostro la rubia le mandó una señal al rizado para saber si estaba listo y este hizo rugir el motor en forma de afirmación, luego la rubia me miró mandándome la señal, asentí mientras que hacía la misma acción del desconocido castaño ya que no sabía su nombre, y ahí fue cuando la chica alzo su brazo. La adrenalina comenzó a hacerse presente en mi cuerpo. Amaba esta maldita sensación.

"Uno..." Wow, la rubia sabe contar, pensé mientras que una sonrisa aparecía en mi rostro "Dos..." El idiota y yo hicimos rugir nuestros autos "Tres"

Gritó bajando su brazo con rapidez, inmediatamente presioné el acelerador a fondo, no quise mirar por el retrovisor porque si no me distraería, noté una curva a metros de mí, gire el volante rápidamente cambiando las velocidades y derrapando. Giré mi cabeza y vi al hermoso auto pero del rey de los imbéciles casi estando en la delantera, apreté el volante pisando mas y mas el acelerador, la calle estaba terminando, mierda, giré el volante bruscamente provocando derrape nuevamente y a lo lejos escuché un derrape de otro auto, al parecer voy ganando.

Volví a girar en otra calle. Ya estaba a mi lado, lo miré mientras que este hacía una señal de saludo. Pisé mas el acelerador y el hizo lo mismo. Frené de golpe girando el volante y acelerando a más no poder.

Divisé a lo lejos que la meta ya estaba cerca, cambie las velocidades mientras que seguía acelerando, voltee y vi que el rizado ya estaba a mi lado nuevamente, mierda y más mierda.

Aceleré al máximo, ya estaba cerca y el idiota ya estaba casi a la par mía, seguía apretando el acelerador, rezaba por todos los santos que mi auto acelerara un poco más, vi el tablero de mi auto y me di cuenta de que iba a doscientos veinte kilómetros por hora. Oh vamos, ya casi llego, observé que el imbécil rizado me ganaba por centímetros, pisé el acelerador mientras abría la pequeña tapa del botón azul neón y presionándolo. El nitro hizo su trabajo sintiendo como mi espalda iba contra el asiento y observando cómo iba rebasándolo, pasando la meta y dejándolo atrás. Había ganado. Yo gané. Frené el auto mientras bajaba, veía que el rizado llegaba en su auto y comenzaba a bajarse.

Un chico se le acercó.

''Joder, aposté mil por ti. ¿Cómo pudiste perder?'' Le reprochó. El castaño se giró molesto.

''¿Quieres perder tus malditos dientes, imbécil?'' Le dijo.

Se giró y ya se acercaba a mí un poco furioso, a la vez sorprendido y con el ceño ligeramente fruncido. Muchas emociones en el momento.

Se escuchaban los gritos de las personas, y algunos que otros que abucheaban.

"¿Cómo mierda pudiste ganarme?" Escupió lentamente con enojo tratando de mantener la postura.

"Te lo dije, no porque sea mujer significa que no sé correr" Le dije tranquila "Ahora, dame mi nuevo auto" Sonreí mientras señalaba a su auto, mas bien, a mi nuevo auto.

"Pero..." Iba a hablar pero lo interrumpí.

"Ah, no, no. Fue un trato, sin rencores sobre quien ganara. ¿Lo recuerdas?" Le dije extendiendo mi mano hacia a él para que me diera las llaves, el enfadado y a regañadientes me las entregó al igual que yo le entregaba las mías "Bien, fue bueno hacer tratos contigo" Mencioné sonriendo y haciendo la seña de un militar. Me acerqué a mi antiguo auto tomando el arma que había dejado en el auto. Adiós bebé.

"Fue suerte" Maldito idiota ¿no sabe perder?

"Eres un estúpido, te gané, ya admítelo" Le grité, comencé a caminar sobre mi nuevo bebé, el auto de mis sueños, abrí la puerta decidida a adentrarme a mi bebé pero su voz me interrumpió.

"¿Cuál es tu nombre?" Me gritó con su voz ronca.

"Dakota Dark" Le contesté, el me miró un poco mas sorprendido.

"Ah, eres de los de Malik" Afirmó.

"Así es, ¿y el tuyo?" Pregunté ya que si tenía un poco de curiosidad.

"Harry, Harry Styles, nena" Abrí mis ojos como platos no puede ser, definitivamente no, ahora lo odio más.

"Mierda" Me susurré a mí misma.



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