Capítulo 2

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Miércoles llegó, y con él la oportunidad -O, tal vez la mala suerte -, de conocer o no a Harry. Aún seguía diciendo que era absurdo. ¿Sería algo lógico que Shanon y yo estuviéramos de meseras un día?, no lo creo. Sería más bien patético, o al menos así lo veo desde mi punto de vista.

Miro con desdén el reloj que está colgado arriba del umbral dónde está la puerta. Apenas va a ser la una de la tarde y ya me estoy durmiendo. Es la hora de Física. La maestra habla de modo tan monótono que no puedo evitar desviar un poco mi atención. En la pizarra se logra apreciar con letras mayúsculas el tema que está explicando. "MODELOS ATÓMICOS".

Por más que intento poner un poco de atención a la pobre mujer malvada que se encuentra explicando el tema no puedo. Su voz me arrulla y más las palabras coherentes que salen de su boca. Estoy a punto de dormirme en la butaca. Bajo la vista por un instante a mi cuaderno. No me sorprende encontrarme con sólo cinco renglones escritos, de todo lo que ha dicho en estas dos horas no eh anotado casi nada. Estoy segura que lo pagaré caro. Ahogo un bostezo con el dorso de mi mano.

Juego con la pluma que tengo entre mis dedos, pero no aminora ni un poco mi aburrimiento. Esto es tan aburrido.

Vuelvo mi vista al reloj del umbral. Diez para la una. ¿A qué horas acabará este martirio?, no lo sé.

Luchó contra mi subconsciente que está dividida en dos bandos totalmente opuestos, uno; lucha para que ponga atención a la aburrida clase que está dando la maestra. El otro; sólo quiere pensar en lo que pasará está tarde.

Opto más por la segunda, así que sin más me desconecto de la clase y dejo que mi mente viaje e imagine lo que pasará hoy por la tarde. Estoy ansiosa, me siento nerviosa, mis manos están temblando y sudando, mi pulso se acelera, de tal modo... Que lo escucho palpitar hasta mis oídos, mi corazón late a una velocidad alarmante, tanto que temo que haga un hueco grande en mi pecho, mi respiración se acelera. ¡Vaya que estoy nerviosa! ¡Por el amor de dios, hay una probabilidad de mil que hoy conozca a Harry Styles! ¡En persona!. Mi yo interna hace un baile raro de felicidad, no sé qué rayos voy a hacer cuando lo vea.

¿Debo de vestirme muy llamativa?..., no. ¿Qué le diré? O mejor dicho ¿cómo rayos le hablaré sin que empiece a gritar cuando lo tenga en frente?, sólo espero no decir alguna estupidez a lado suyo.

Mi yo interna sólo se limita a hacer piruetas de felicidad, no la culpo yo estoy igual. Pero eso no me ayuda nada a pensar.

¡Por dios! Conoceré hoy a mi ídolo. Al chico que se roba mis sueños desde que lo ''conozco''. Él que con sus ojos esmeraldas roba toda mi atención y vacía todo mi vocabulario coherente. Y sus hoyuelos... ¡rayos! Son mi perdición.

Hoy será mi funeral.

Cuando menos me lo espero la chicharra suena, anunciando el fin de ésta tortuosa sesión escolar y obligándome a salir de mi ensimismada maraña de pensamientos nada coherentes. Guardo mis cosas en mi mochila a una velocidad realmente anormal, me levanto de la butaca y me cuelgo la mochila en mi hombro.

Alzó la vista para fijarme a dónde voy, y para mi sorpresa (o, bueno., no tanto), me encuentro con la mirada de reprimenda por parte de la maestra.

Su mirada es intensa, tanto que me encojo como acto reflejo. Se dio cuenta.

Y así... Con esa mirada por parte de la maestra de física (la señorita Fox), salgo del salón a paso rápido.

Rayos, no volveré a distraerme jamás en la vida en su clase, o al menos, por lo que dure el semestre. Su mirada es escalofriante.

~*~

Más tarde, Shanon me recoge en su flamante coche, un March del año. Es un lindo y espacioso March de color azul marino. Lo tiene desde hace dos meses como regalo de cumpleaños número dieciocho. Sus padres tienen distintas profesiones y un sueldo lo suficientemente estable, cómo para comprar más de cuatro carros último modelo; Su madre, la señora Stward, es una de las mejores Neurocirujanas del país, normalmente sale siempre del país por su trabajo, de igual modo pasa con el señor Stward; es empresario, vicepresidente de una marca reconocida de cosméticos en el país, y al igual que su esposa, se la pasa viajando todo el tiempo.

Secuestrando a mis ídolos #PGP2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora