Secuestrando a mis ídolos #PGP2017

Capítulo 9

Muerdo por cuarta vez la uña de mi pulgar.

Estoy nerviosa... Estoy muriendo... Estoy a punto de colapsar.

¡Demonios! Ya ni sé cómo estoy.

Los nervios se han apoderado por completo de mi cuerpo. Tiemblo inconscientemente mientras camino de un lado al otro en la sala de Shanon.

Niall y Harry están en el sótano.

Niall y Harry están inconscientes en el sótano.

¡Madre mía! ¿¡Qué hago!?

Jamás en mi vida llegue a imaginar que conocería a los chicos de One Direction de esta manera. ¡Santo cielo!

Estoy a un solo paso de tener hipertensión. Aún sigo pensando qué es irreal.

Ahora estoy mordiendo mi uña del dedo índice, a este paso si sigo así terminaré con diabetes y sin uñas.

— ¿Puedes dejar de dar vueltas alrededor de la sala, Sam? me estás empezando a marear —musita Shanon con aire distraído, mientras revisa su teléfono móvil.

Detengo mi caminata nerviosa por un momento, alzo mi mirada del suelo acto seguido observo a mi amiga un tanto roñosa. Se encuentra acostada en el sillón familiar, con una expresión sumamente pasiva, su postura es relaja y tranquila, y sus ojos pasean por el teléfono que está en sus manos.

¿Cómo es que ella está tan tranquila y yo no?, respuesta; No lo sé.

«Tal vez porque ella no exagera todo lo que pasa como tú» la vocecilla de mi subconsciente hizo acto de presencia».

Pongo los ojos en blanco como acto reflejo.

—Sólo estoy nerviosa —me limito a contestar.

Shanon despega por un momento su mirada del teléfono, acto seguido la posa en la mano que está pegada a mis labios y alza una ceja de forma obvia. Es evidente el mensaje oculto que dice esa expresión; «Es en serio». Se acomoda en el sofá, de tal modo que ahora se encuentra sentada en éste.

Observo las uñas de mi mano derecha un tanto roñosa. Evidentemente y para mi pesar la marca de mis dientes está adherida en mis uñas. Si viera esto mi madre... ¡Uf! Ya ni les cuento lo que pasaría.

—Sí, lo noté. Déjame decirte, querida, que esas ya no son uñas. Creo que te arruinaste la cutícula. —Señala mi mano.

Genial, ahora aparte de lidiar con dos lindos e irresistibles chicos inconscientes en el sótano, también lidiaré con cinco uñas que parecen de vagabundo.

—Gracias —respondo con sarcasmo.

—Para eso estoy —sonríe —. ¿Sabes?, Deberías sentarte y relajarte por un momento... a ese paso que vas te vas hacer vieja y amargada y además de eso te llegará la menopausia y estarás insoportable.

No ha apartado la vista del teléfono, sin contar que su semblante no ha cambiado para nada. Sigue intacto.

—No entiendo todavía por qué estás nerviosa, lo peor ya pasó —sigue hablando.

—Al parecer lo peor se acerca —susurro —. Por si no lo recuerdas Harry y Niall están inconscientes en el sótano de la casa, sin contar claro, que tal vez dentro de un par de minutos o quizás horas despertaran y nosotras tendremos que darles de comer..., y eso ¡será un auténtico caos!

Shanon parece pensar un poco mi respuesta, acto seguido me dedica una mirada de incredulidad y con aire despreocupado me contesta —: ¿Tanto drama por eso?

— ¡Te parece poco! —exclame escandalizada. Shanon poseía un privilegio que nadie más tenía sobre mí: era la única persona sobre faz de la tierra que podía sacarme de mis casillas en un santiamén.