• Capitulo 23

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-Narras tú-

La intensidad que temo, que sea capaz de ver a la verdadera _____, cuando mira a mis ojos, que note que siento algo por él, que escondo tras mi fachada, ahora ¿nadie lo ha notado?

-¿Qué esperas? –Alza sus manos arqueando una ceja.
Niego con la cabeza incrédula.
-No tengo idea de donde me llevaras.
-Solo ve y lo que tengas que hacer, en 4 minutos nos vamos, corre el tiempo, _____. –Dice mientras toma las llaves del auto. 
Odio que me hable de esa manera tan arrogante, si quiere invitarme a salir, porque no lo hace de una manera ¿adecuada, normal? Si quiere, puedo seguirle el juego. Su expresión realmente no muestra nada, pero sí sus típicos ojos profundos, inyectados en mi pupila.
El contorno de su camisa delinea sus músculos que a base de trabajo ejercicio que me imagino que siempre hace. Amo realmente como se ve de camisa de cuadros, es sin mangas. ¡Basta! Concéntrate.
Cuando mi mirada llega a sus ojos de nuevo, el tiempo se detiene. Me atraviesa con los ojos, presiento que en cualquier momento puede notar que estoy enamorada de él… que con cualquier palabra logra intimidarme.

-No, Justin. –Me enderezo ante él mostrando valor. Si quiere algo serio, o empezar a invitarme a salidas, que le cueste, hacerme difícil. ¿O realmente debería aceptar? ¿Para que termine como el otro día?
En cuanto respondo, el lame su labio inferior, soba su nunca y mira para otro lado.
-¿Qué tengo que hacer para que salgas conmigo? –Dice. 
Oh mierda… mi corazón empieza a latir segundo por segundo.
-¿Hablas en serio?
-¿Te parece que estoy bromeando? –Yo solo logro cruzar mis brazos.
Indecisa logro responder:
-En cinco minutos bajo. –Digo mientras me dirijo a las escaleras.


Mirándome al espejo que tengo enfrente de mí, mis pupilas brillan como nunca. Aspiro todo el aire que puedo y exhalo ruidosamente.
Algo que yo sabía es real…. Justin no me invitará porque si, la gente cambia… y si se demuestra intentando cambiar lo que paso… los hombres mas excitantes son los que no podemos tener, la fruta prohibida. Y si Justin me está dando el primer paso, tengo la oportunidad de acceder a esta oportunidad… 
“Los hombres si no son malos, no son buenos” Recuerdo las palabras de Nicole… Quisiera descontrolarme ahora mismo. Solo intento relajarme. 
“Ah… y abrígate un poco más, no querrás morirte de frio.” Cierro mis ojos recordando cada palabra que decía, cuando veo sus labios carnosos rosados, hablándome a mi estomago se revuelve, no sé si son de mariposas, o de nervios. 
Tantas veces he escucho parte de él que iremos a una parte, la última vez que me lo dijo, me llevo a donde nunca pensé que me llevaría lo ¿que conseguí? ¡Mi primera vez, con él! mierda me siento afortunada, como si hubiera hecho algo bien y la vida me lo recompensara. 
¿Esta vez, iré de nuevo con él a esa cabaña solos? tengo esa gran duda, que no lo sabré si no termino de arreglar mi cabello. 
Me pongo a pensar si será ‘bueno’ ir a donde sea que me llevara, ese gran y misterioso Justin. 
“Solo ve lo que tengas que hacer, en 5 minutos nos vamos.”
Justin susurra de nuevo en mi mente. Tienes 3 minutos… Shit… tengo que decirlo siempre, no importa lo que pase, me basta con estar con él. Miro mi reloj *2 minutos* Rayos… ¿No tengo idea que ponerme? Se hace tarde… mis pensamientos interrumpen. 
Sus ojos color avellana, su barba y bigote de tres días con el gran deseo de pasar mi tacto en el… sentir sus labios por una jodida y ultima vez… 
Niego con mi cabeza. ¡Ya!
Well ¿de verdad que hace algo de calor? no lo hace, él día esta perfecto. Me dejo mi short floreado blanco y mi top de estilo de mezclilla, mis botitas negras llegándome un poco arriba de mis tobillos, lacio mi cabello hacia la izquierda completamente, Mmm… ¿si él dice que este abrigada? Busco por la maleta una chaqueta de mezclilla, la abrocho, recojo las mangas largas hacia mis codos. Para combinar, un gorro color negro, lo acomodo.
Muerdo mi labio inferior, hasta pronto dibujarse una sonrisa estúpida en la cara. Mis manos comienzan a sudar, sentirme fría y caliente a la vez. Mis mejillas no necesitan pintarse, solas se ruborizan. Las mariposas revolotean como locas Me siento como la primera vez que saldré con él. ¿Qué no se suponer que Justin y yo… estamos distanciados? No sé qué pensar, no sé cómo actuar. Con su presencia hace que sea otra persona… actuare de la forma más normal posible, tomo un poco de mi Victoria Secret y esparzo un poco en el cuello, muñecas, ropa, manos… es ahora de enfrentar todas mis emociones a la vez. ¿Te das cuenta, _____? Actúas como una chica vanidosa viéndose en el espejo una y otra vez. No es lo mío, esto puede llegar a ser divertido, y con ganas de gritar.

Bajando las escaleras, me preparo mental y físicamente, espero que todo salga bien, en serio que no tengo idea de donde me llevara, me siento feliz, que yo recuerde, ¿nunca nadie me ha invitado a tantos lugares? Justin es el primero, esta experiencia a ciento tan jodidamente perfecta. Me da risa en cómo me estoy sintiendo o me comporto, no debería ¿o sí? Parezco una niña, relájate. 

Sintiendo vibrar mi celular, lo deslizo de mi short de la parte trasera, desbloqueándolo, el nombre de Justin aparece en mi pantalla, sonrisa estúpida viene de nuevo. *Mensaje nuevo.*

De: Justin
Para: +55 606-608-753
22-02-2013 12:04 p.m.

Hey… ¿vendrás? Te espero en la camioneta de Ryan.
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Bien… ha llegado la hora. Estar en el auto los dos, en centímetros, respirar el mismo aire, de nuevo estaré con él. Quiero sonreír tontamente.
Girando la manija de la puerta, mi sonrisa no se borra. Respiro de nuevo. Mi mirada la preparo seria, abro la puerta para dirigirme hacia con Justin, al abrirla, su silueta esta justo de frente de mi, recargado en la pared de la puerta exterior. Ahí está él, con su iPhone en su mano como de costumbre, aguardándolo en su pantalón, para rápido alzar sus ojos hacia los míos. Nos quedamos mirando a los ojos mutuamente los segundos pasan eternos. Trato de reaccionar antes de que piense cosas…
-Pensé que estarías en la camioneta. 
-Si… Iba para haya. –Responde. Miro hacia otro lado excepto sus ojos, siempre logra intimidarme. 

Justin disimuladamente me mira de pies a cabeza. Lo siento, sé que me mira, yo solo disimulo que no me doy cuenta. Surcando mi labio inferior a un lado, Justin me lanza una mirada para entrar de nuevo a la cabaña. Me hago hacia un lado para que pueda pasar, ciento el contacto de sus dedos tocar mi cadera para que pueda pasar. Eso hace erizar mi piel
-Me gusta tu gorro –Esta a punto de dar una sonrisa. 
-Gracias…
-Ahora que lo pienso –Justin presiona sus labios con el pulgar y su índice –Me dan ganas de ponerme el mío también. –Punta con su dedo índice hacia arriba en señal que debe subir.
-Oh… ¿oye? –Interrumpo su ida a las escaleras–
-¿Yep?
-¿Dónde se supone que iremos? –El da una pequeña risita.
-No te diré… aún… –Perfecto, la intriga viene conmigo, ¿todo gracias a? al Justin misterioso. 

Cuando baja las escaleras, esta igual con su playera blanca de algodón, encima su camisa de cuadros sin mangas y sus vaqueros. Solo que esta vez agrego un gorro tremendamente igual al mío. Me siento contenta en saber que llevamos casi lo mismo. Solo que mi chaqueta es de mezclilla. Su gorro llega un poco arriba de sus cejas, cubriendo todo su cabello.

Justin introduce las llamas de la camioneta para después arrancar en la camioneta de Ryan, ¿Qué no se supone que están peleados?
-Y… ¿Ryan te presto su camioneta? –Digo mientras bajo la ventana.
-Emm… ¿no? –Yo asiento con mi cabeza mientras miro por la ventana.
-Espero que no se moleste. –Suelta una risita.
-¿Nos tardaremos mucho?
-No lo creo. –
Tengo el corazón algo acelerado, y mis entrañas ciento que se encogen. Pero solo debo relajarme. Los dos, estando juntos, solo unos centímetros nos separan, respirando el mismo aire.
-¿Qué no se supone que no podemos salir? 
-Se supone, _____.
-O sea, ¿que nos escaparemos? –Justin me mira por un par de segundos y luego vuelve su vista al frente.
-Tal vez…
-Nos meteremos en problemas
-No lo creo. –Llegando a la entrada de las cabañas Justin baja un poco la velocidad de 10 k/h.
-_____, voy a pedirte que te agaches cuando te lo diga ¿entendido? –Yo asiento con mi cabeza. El se baja de la camioneta.
-Espera aquí. –Justin avanza hacia las oficinas de las cabañas, y entra. Espero por un par de minutos y el regresa con su jodido caminado perfecto. Cielos, ¿siempre es una costumbre lamer su labio inferior?
-Ahora –El asiente, abriendo la puerta para entrar. Yo agacho mi cuerpo y mi cabeza en la guantera. El arranca, solo tengo que esperar unos segundos para enderezarme.
-Listo nena. –Dice. Joder con su nena, hace que sienta un escalofrió.

Me enderezo, miro a todos lados excepto el. Suelto por fin el aire; he estado conteniendo la respiración todo el tiempo. Sé que estoy haciendo su lucha de estar a su lado.
Sale hacia la carretera, el aire puro y frio entra por la ventana, miro por el espejo retrovisor, mirando los ojos perfectos color miel de Justin, otra vez de sus pestañas chinas, él está concentrado en el camino. Se ve tan guapísimo manejando, sus manos masculinas tocando el volante y su otra mano en la palanca de velocidades. De vez en cuando reposa su brazo en la ventana. Miro de nuevo a sus ojos, quiero apartar la vista con el miedo de que pueda encontrarse con los míos.
Justin corre su mirada al retrovisor, y cacha mis ojos en los suyos, oh mierda. Hace que voltee a la ventana. Siento mis mejillas sonrojarse.
Prefiero reposar mi cabeza y mi brazo en el reposabrazos, acercar mi rostro fuera de la ventana, ver los pinos borraditos, y el aroma que mata.
El clima loco pasa desapercibido, haciendo que una nube gris tapara el sol brillante. Justin comenzó a acelerar demasiado, quisiera decir que baje la velocidad, sé que no es la primera vez que maneja así cuando he estado presente, incluso en la cuatrimoto se emociona y se lleva a volar.
Me sujeto cuando acelera más, y solo a frena un poco para pasar las curvas, parece que nos acercamos más al norte, el frio aumente cada kilometro. 
Puedo percatar aguanieve en las plantas, en los pinos.
El olor es increíble, las gotas de lluvia se hacen notar en el vidrio chispeando una a una, pero solo es un poco, lo mínimo… mientras Justin avanza mas puedo notar neblina, haciendo tapar el camino pero todo normal.
Justin volvió acelerar cada vez más fuerte, las luces de los autos me cintilaban los ojos, parecían estrellas fugaces, mirando la Abuja del velocímetro, pareciera como si mágicamente se movía a la derecha, llegaba más y más a 110 kilómetros por hora esta vez me sujetaba con fuerza. Mi respiración comenzó a entrecortarse, mis oídos zumbarme y taparse a la vez. 
Mi cabeza daba vueltas, y mi mente empezó a jugarme sucio. La neblina, la velocidad, las gotas de lluvia aceleraban y las llantas de la camioneta rechinaban cada a frenón al dar curva. Tan presente como aquel día, el día que mi madre y mi hermano murieron. Lo recuerdo, lo tengo todo tan marcado en mi jodida vida.
Mi madre iba manejando, mi hermano Daniel en el asiento del copiloto, y yo obviamente atrás. Estábamos en carretera, era un día normal y lluvioso, pero gran parte de la carretera no se alcanzaba a ver así que iba manejando con precaución. Mamá no llevaba cinturón, mamá no llevaba cinturón, Daniel tampoco. Me lamento y me torturo con esa frase una y otra vez.
Mi hermano le subió a la música a lo cual le dije que le bajara viendo la situación. “¡Daniel baja la música!” le decía. “Hermana boba” respondió mientras volteaba y me sacaba la lengua.
Comenzamos a discutir y mi madre comenzó a regañarnos. “¡¡Basta niños!!” recuerdo sus palabras, nosotros simplemente la ignoramos. Como me arrepiento de esa puta discusión, maldita mierda discusión al ignorarla. Todo el auto era un caos, y entonces… sucedió… todo fue tan rápido, todo hacia morirte de miedo, hacerte desear no haber nacido y tener esta horrible experiencia. Esto era real, lo sentía, sucedía, nos sucedía…
Las luces de aquel camión estaba terriblemente enfrente de nosotros, y el claxon sonaba pero era demasiado tarde, mi madre no pudo reaccionar a tiempo y de pronto todo era un desastre, el auto se volcó ¡volamos! 
Cerrando mis parpados con fuerza, deseando que acabara, deseando.
Los segundos parecían horas, cuando paramos quería morirme un golpe muy duro, golpeo mi cabeza, todo estaba lleno de sangre, las lagrimas me surgieron porque sabía lo que esto significaba, lo sabía, porque ellos no gritaban., tenia cortadas por todas partes, todos los vidrios rotos, Daniel no estaba en su asiento ¡NO! Mi cabeza duele al provocarme el llano, alzo mi man para tocar mi cabeza y al mirarme veo mucha sangre derramada en mis manos, lo único que yo podía era llorar, llorar por nosotros, no podía moverme estaba atrapada. Era más evidente que tenia a las personas que amaba sin vida, justo en frente de mí. Y es más doloroso para mi hermano, un niño de ocho años con mucha vida por delante. ¡Dios mío, ayúdame por favor! Rogaba que esta pesadilla terminara. Que dura y cruel realidad. Quise hacer un esfuerzo para poder levantarme GRITABA DE DOLOR. Cuando menos lo espere un fierro cayó encima de mi ¡NO! Hasta sentir mi cuerpo desvanecerse… 

-¡NO! –Grito saliéndome totalmente del flashback
-¡Ay madre, que! –Justin grita asustado mientras baja la velocidad.
-¡BAJA LA VELOCIDAD! –Junto mis piernas en mi pecho y apoyo mi frente en mis rodillas.
Justin disminuye la velocidad. Mi corazón bombea con fuerza.
-Baja la velocidad… baja la velocidad… –Susurro una y otra vez sin despegar mi frente de las rodillas apretándome con fuerza. De repente quiero llorar, no aquí, no aquí.
-¡_____, sucede! –Dice, yo sigo con mi cara en mis rodillas y no hago ningún movimiento.
-_____... –Vuelve a decir.
-¡Mierda, _____! ¿Vas a decirme? –Pronto escucho como Justin da vuelta y disminuye la velocidad hasta quedar parados, el apaga el motor.
-_____. –Dice mientras siento su taco en mi rodilla.
-_____, _____, mírame, mírame. –Responde alterado. Yo apachurro más mis piernas.
-_____, por favor ¡mírame! 
-¡ESTOY BIEN –Digo sin levantar mi cara.
-Nena… –Dios.
-Nena, ven… mírame –Su voz ahora es suave. Justin intenta estirar mis piernas y pronto mi cara y mi cuerpo se endereza. Justin toma mi mentón volteando mi rostro para que pueda mirarlo, después me toma con sus ambas manos. No puede ver más que mi cara roja y mis ojos cristalizados. El me mira mis dos ojos intentado descifrar lo que me pasaba…
-¿Estás bien? –No respondo. Mirando sus ojos, intimidada.
-¿Estás bien? –Repite, con sus labios entreabiertos, y sus ojos muy clavados en los míos. Puedo ver la profundidad de sus coloridos ojos avellana, puedo sentir que traspaso su mirada, hacerme temblar. Solo estamos a unos pocos centímetros. Siento su delicioso aliento rosándome la piel… No puedo decir nada, quede muda completamente.
-Entiendo… –Dice con un hilo de voz, rodea mi hombro con su brazo derecho, apretándome a su cuerpo cálido y fuerte.
Mientras descanso mi cabeza en su pecho, después aplasto la cara en el para esconderla, respiro su aroma, su perfume, su olor a Justin, mi Justin… respiro el presente, respiro a que toda esa pesadilla y temor se fue… mi corazón se relaja, respiro tranquilidad, mientras su respiración me relaja. Justin da una caricia desde mi cabello de ahí a mi brazo, hasta llegar a mi cintura. Tan rápido como parece siento una descarga eléctrica en mi espina dorsal. Me siento tan bien ahora.
Justin se separa un poco de mi solo para mirarme.
-Iremos por un café o algo primero para que te tranquilices ¿vale? –Me lanza una sonrisa pequeña. Mi mundo gira con esa sonrisa, y yo me dejo llevar.
Yo asiento con mi cabeza y le devuelvo la sonrisa tímida.

Cuando llegamos a la cafetería de unos pocos kilómetros de donde paramos. La cafetería es diferente a otras, es una cabaña abierta. “El buen café” Oh valla que nombre tan bastante original, sarcasmo. 
-Hola, bienvenidos ¿Qué van a pedir? –Dice un señor calvo de mayor edad. 
-Pide lo que quieras, nena. –Dice Justin susurrándome a la oreja mientras rodea mi cintura con su brazo atrayéndome a él.
-Un café por favor. –Digo.
-¿Segura? –Justin interrumpe – ¿No quieres un capuchino, o un vienes?
-Un vienes estaría bien, digo dirigiéndome a él señor calvo.
-Sale un vienes –Dice el señor.
-Dos vienes por favor –Espeta Justin.
-Dos vienes para los clientes, a la orden. 

Cuando estamos en la mesa Justin juega con la azúcar oh well…
-¿Te sientes mejor? –Dice Justin que está enfrente de mí. Asiento con mi cabeza.
-Estas muy callada, ____. ¿Quieres hablarlo? –Dice. Y yo solo niego con mi cabeza apretando mis labios en una sola línea.
Justin suspira y exhala ruidosamente.
-_____, quería que vinieras conmigo, porque tengo que aclarar lo que paso la otra mañana. En pocas palabras, la llamada que tomaste. –Yos solo lo miro a los ojos y aprieta sus labios con sus dedos.
-Mira, ____. Esto no es fácil para mí ¿sabes? Te lo diré de una vez. No quiero que haya malos entendidos entre nosotros. –Oh my god dijo “Nosotros”
Trago saliva. Vuelve a respirar ruidosamente. Mira a todas partes menos a mí.
-Jessica Johansen, forma parte de mi pasado. –Niega con su cabeza buscando palabras adecuadas para hablar. –No esperaba esa llamada ¿sabes? Cuando dijiste que se había relacionado como “su novio” no lo creía –Explica.
Me mira a los ojos intentando ver si diré algo o no.
-Seré sincero contigo. Si quieres que entre los dos esté bien, y pueda terminar con esta mierda ya.
-Ella fue mi ex novia, _____. Yo la ame, como no tienes idea. –Dice mirándome fijamente a los ojos. –Auch, Auch, Auch. Se me hace un nudo en la garganta.
-Dos vienes listos. –Interrumpe una señora con un mandil verde poniéndolo en nuestra mesa. Es una taza de vidrio con su contenido café, y mucha crema arriba y eso sí, no faltaba el chocolate, y sus chispas. Se ve tan delicioso pero volverme de pronto con Justin se me hace un nudo en el estomago, sin ganas de nada.
-No te diré las razones porque todo termino. Vuelvo a repetir, que se me hizo extraño que ella llamara y te dijera eso, porque… –Intenta buscar palabras, nervioso. –Realmente todo acabo hace aproximadamente un año. Ya no tuve más contacto con ella. Creo que comienzo a sospechar que quiere regresar. O esta “celosa porque te escucho” no sé qué mierda se le metió en la cabeza al inventar semejante barbaridad. Pero nunca perdonaré lo que me hizo. –Mierda todo esto me está doliendo más que una paliza.
-Mierda, no sé por qué jodidos te estoy diciendo esto. Pero, solo quiero que me creas que ella y yo, todo está en el infierno –Dice con un rostro amarga.
-Entonces… ella fue en un momento de tu vida, importante… –Musito. 
El asiente con su cabeza surcando su labio a un lado. Auch, dolió decirlo de mis propias palabras.
-Sabes Justin… al principio pensé lo que peor. Pero después recapacite y se me hizo raro la llamada, sentía que eso no era verdad.
¿En serio?
-Sí. –Digo mientras tomo crema con la cuchara y la meto en mi boca.
-¿Entonces me crees?
-Te creí quince minutos después de que paso.
-Odio estar enojado contigo ¿sabes? –Oh cielos, lo acaba de confesar, mierda. Yo solo agacho mi cabeza.
-No agaches la mirada. –Acerca sus dedos a mi mentón y la alza para que pueda mirarlo. El me guiña un ojo. Mierda. 
Yo solo sonrió, intentando disimular que esto me está hechizando.

-Bueno creo que ya deberíamos regresar antes de que nos atrapen.
-¿Quién dijo que ya termino nuestra salida?
-¿Aún hay más? –Digo con la boca abierta.
-Yep.
-Y a donde me llevaras, ¿otra sorpresa?
-No es sorpresa, iremos a un lugar divertido, te encantará.
-Oh… ¿me llevaras a los GO KARS, ¿o a la tirolesa, O los toboganes? –Justin suelta una pequeña carcajada.
-No, nada de eso –Contesta en lo que enciende el motor de la camioneta y salimos a la carretera.
Creo que tendré que acostumbrarme al silencio incomodo de siempre que tengo con Justin en el auto.
Miro sus ojos en el retrovisor, quiero volver hipnotizarme en ellos. Maldita sea porque es tan guapo. Sus labios en forma de corazón, su labio inferior tiene una línea partida en el medio. Están secos… oh cielos, paso su lengua por su labio inferior, ¿Por qué siempre hace eso? Ahora son brillantes y jugosos con ganas de besárselos, lo necesito ahora joder… Miro el entorno de su boca y se le nota su bigote de 3 o 5 días. No se ha rasurado, su barba tampoco, se pueden ver sus cabellitos rubios, tan sensual. Como quisiera tocárselos y deslizar mi dedo una y otra vez, acercarme a él.
-¿Tengo algo en la cara? –Justin interrumpe mis fantasías. Oh milésima mierda.
-Eh… este... no, no. –Volteo hacia la ventana mordiendo mi labio inferior.
-¿Qué? ¿Te gusta esto? –Justin lame su labio inferior apropósito.
-¿Qué? ¡No! 
-Podría apostar que quieres sentirlos. –Justin ríe. Pronto me sonrojo, mierda ¿cómo puede decir eso?
-Sí, claro que sí, Justin. –Nótese mi sarcasmo. Justin vuelve a reír.
El da vuelta a un pavimento de pura tierra, los autos suben por ese camino, y Justin los sigue. El frio se ha ido, y el sol comienza a brillar. ¿Dónde se supone que iremos? Mirando los señalamientos, muestran cabañas, zona acampar y muchas cosas más. Mi estomago siente emoción.
-Mmm… ¿y si te digo que si yo quiero sentir los tuyos? – ¡Madre mía! Después un señor señala la camioneta de nosotros haciendo que paremos, interrumpiendo lo que me aproximaba y me obligaba a responder obviamente agradeciendo en no contestarle a Justin. Mis mejillas siguen teñidas de rojo, solo intento controlar lo que siento.
-Bienvenidos, pueden estacionar la camioneta por allí –Dice el señor acercándose a la ventana de con Justin– a unos metros se encuentra la caseta para que paguen, y diviértanse. El lugar sigue sin revelar nada en donde se supone que estamos, solo es un lugar con muchos pinos, arboles y todo el centro con pavimento de tierra y muchos autos estacionados, mas al fondo se ve la caceta y me quedo con la intriga de que hay mas haya.
-Gracias. –Justin responde. El gira el volante y con tanta facilidad estaciona la camioneta entre otras dos. Abro la puerta para salir y Justin interrumpe:
-eh, eh, no. –Alza su mano en señal que pare. –Yo te abro.
Cierra su puerta y rodea la camioneta para abrirme.
Justin amablemente abre mi puerta, estira su mano para ayudarme abajar, una pierna y luego la otra, cuando por fin salgo de la camioneta, Justin me jala hacia el tan rápido que logra hacerme jadear de un susto, cierra la puerta con fuerza y me apega a la puerta haciendo que su cuerpo quede tan apretado al mío que no tenga escapatoria y sin pasar los segundos Justin aplasta sus labios contra los míos, tan poderosamente que no logro poder respirar. Mierda, Justin presiona sus manos en mis caderas con una fuerza deliciosa, sobando mi espalda una y otra vez mientras sus labios juguetean con los míos, su delicioso sabor a café se con vina en mi boca, saboreándolo, derritiéndose en mis labios, sus deliciosos y suaves labios cálidos, sigue sin parar, ladeando su cabeza a la derecha para tener más acceso a mí. Sigo apretada contra él y la camioneta. Escucho a Justin gruñir en su garganta, y yo suelto un gemido de satisfacción. Justin como siempre, introduce su lengua dentro de mi boca, y yo lo dejo entrar, la soba tan lentamente, tan suave, esa jodida sensación, su boca caliente, que me arde, sus labios siguen pegándose con fuerza en los míos, nuestros labios siguen moviéndose como un compas perfecto. Por fin estoy probando sus labios después de tanto tiempo. Yo alzo mis manos y las poso en su cuello, han pasado más de dos minutos y el beso se prolonga más. Justin se separa para respirar, su respiración agitada, regalándome su aliento en la cara, por mi cuello, respirándome en el, Justin aprieta mi espalda y levanta mi pierna izquierda, me mira con sus ojos profundos, llenos de excitación, mierda. Yo le devuelvo la mirada, me muerdo el labio.
-Mierrrrrrda –Justin gruñe y vuelve apegar sus labios con los míos, volviéndome a besar apasionadamente. El claxon del auto de nuestra derecha suena, interrumpiéndonos, la señora nos pide que nos quitemos para que pueda salir y no arrollarnos, debido de que están tan pegados los carros. Joder…
-¡Niños, estamos en una zona familiar, no un burdel! –La señora espeta. –Justin se gira y aprieta sus labios en una sola línea, creo que apunto de reír. Ahora mis mejillas están a punto de estallar.
Justin toma mi mano para llevarme al centro y dejar pasar la señora. Juro que ya no puedo mirar a los ojos a Justin, ese beso, jodido y maldito delicioso beso.
Estando en el centro, Justin me vuelve a Jalar hacia él, mi pecho queda en su pecho junto con mis manos, sus ojos miran mis labios al igual que yo.
-____... –Susurra y yo espero unos segundos para responder.
-¿Si?... 
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The Bet (La Apuesta) Justin Bieber & TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora