Capítulo 14

388 35 9
                                    

Alba's POV. 

—Joder, lo siento. Ya te dije que soy una falsa de mierda, ya lo has comprobado —murmuró, y yo negué con la cabeza.

—No eres una falsa, eres una cobarde. ¿Por qué no te muestras tal y como eres? Que irónico, antes me decías tú eso a mí —solté una risa débil y ella se mordió el labio negando con la cabeza.

—Es que aún no tengo claro lo que siento por ti —dijo, y yo me miré los pies, entristecida— Alba, me gustas, eso no lo dudes... Pero creo que todo esto es demasiado... ¿Precipitado? No sé, aún somos jóvenes. Tenemos mucho tiempo por delante para tomar decisiones tan importantes como éstas.

—¿Para ti es una decisión importante admitir que quieres a alguien? Porque lo haces, ¿no? —arqueé una ceja, y ella asintió con la cabeza.

—Joder, Alba... Déjame llevarte a un sitio y explicarte todo esto bien... —me pidió, pero la corté.

—No.

—Alba, me gustas, ¿vale? —atrapó mi cara entre sus manos y yo miré hacia abajo— Pero aún no estoy preparada para gritarle al mundo que eres mía, que he sido la única que ha podido besarte —acarició mis labios con su dedo pulgar y yo tragué saliva.

—¿Cómo sabes que ha sido mi primer beso? —pregunté.

—Te veías insegura al principio, ya sabes... Pero no lo haces para nada mal, ¿eh? —me guiñó un ojo y yo rodé los ojos.

—Gracias, supongo —me encogí de hombros y aparté la mirada de sus ojos.

La calle estaba vacía, la puerta del instituto seguía abierta pero no había nadie por el patio ni nada. 

—Joder, perdóname. Seguramente, si tu me hubieses hecho lo mismo ahora estarías más que muerta —bromeó y yo esbocé una sonrisa— Bueno, fuera de bromas... Me gustas, y ya no sé cómo coño decírtelo para que te lo creas. Te lo repito, aún no estoy preparada para que lo sepa todo el mundo, ya sabes... Además, no tienen por qué saberlo.

—Lo sé, no me molesta que me hayas rechazado el abrazo, me molesta el hecho de que no te muestres tal y como eres. Tú eres la que siempre me dice que debo de ser yo misma, pero mírate. Tú eres exactamente como yo —murmuré.

—Cállate de una puta vez y dame un abrazo bien dado —sí, quizás su elección de palabras no había sido la más acertada, pero a mí me había gustado y bastante, la verdad.

Pasó sus brazos alrededor de mi cuello y yo hice lo mismo pero la abracé por la cintura. El olor a vainilla volvió a atacar contra todos mis sentidos y tengo que admitir que me mareé un poco. ¿Nunca habéis tenido esa sensación? Parece que te transportas a otro mundo, a otra dimensión. Cerré los ojos fuertemente y la atraje más aún hacia mí. Lo necesitaba, necesitaba ese abrazo tanto como el aire para respirar. Necesitaba a Sonia, y es que no podía estar enfadada con aquella chica, era tan adorable y comprensiva... Pero a veces era tan idiota... Y eso me encantaba, me volvía loca.

—Aún llevas mi camiseta puesta —dijo contra mi hombro, sonreí.

—Sí, en cuanto me la quite te la devuelvo —le aseguré, pero ella negó con la cabeza.

—No, te la puedes quedar —hizo una pausa— Aunque bueno, si eso de que me la devuelves incluye que tengas que ir a mi casa y yo consiga convencerte de que te quedes un rato más, también me gusta... —sonreí ante su momento de inmadurez.

*     *     *

—¿De verdad pensabas que todo iba a ser perfecto? —me empujó, y yo caí de culo contra el suelo asfaltado.

Mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas. Ahí estaba otra vez, delante mía con un rostro de pocos amigos. Su pelo se movía a causa del viento que hacía mientras que se reía de mí.

—Me he enterado de que has vuelto bollera a la chica de mi mejor amigo —fruncí el ceño ante eso que me acababa de decir y negué con la cabeza mientras gateaba hacia atrás, intentando escapar de él.

—¿Qué dices...? Ni siquiera sé quien coño es tu mejor amigo —murmuré, y su pie fue directo a mi labio.

—¡Blas, joder! Ahora no me vengas diciendo que no sabes quién es su novia, porque está claro que sabes quién es —me miró a los ojos, intentando intimidarme. Lo consiguió— Sonia Gómez, hostia.

Abrí los ojos como platos, y esa vez sí que no pude evitar llorar. Eso me había partido el corazón en mil pedazos. Sonia estaba con alguien más, y lo peor es que yo estaba jodidamente enamorada de ella. Los labios que besé la noche anterior seguramente hubieran besado a aquel gilipollas, y no me podía sentir más idiota en ese momento.

—¿Y POR QUÉ NO VIENE ÉL A DECÍRMELO A LA CARA? —grité, y el me miró con odio y me dio otra patada, esta vez en la espalda.

Me retorcí en el suelo y gemí de dolor.

—¿Quieres que venga? —me preguntó sacando de su bolsillo su móvil.

—Preferiría no contestarte a eso —murmuré.

—¿Me estás vacilando, niñata? —escupió, y yo me encogí de hombros.

Me levanté del suelo como pude, no sin antes soltar algún que otro gruñido. Pude ver cómo Carlos marcaba un número en su móvil, por lo que intenté salir de allí corriendo, pero el dolor que sentía en la espalda era superior a todas mis fuerzas. Me cogió por la parte trasera de la camiseta que me había prestado Sonia, y yo intenté escaparme de su agarre, pero era imposible. Intenté darle una patada en sus partes, pero no podía; me dolía todo.

—Deseo cumplido. Dice que en diez minutos ya está aquí —se rió, y yo miré al suelo entristecida.

Miré hacia atrás, me quedaba poco para llegar a mi casa, de hecho estaba casi enfrente. La de Sonia estaba enfrente, pero su moto no estaba aparcada por ahí, así que grité sin pensármelo dos veces:

—¡¡MAMÁ!! ¡¡PAPÁ!! —chillé una y otra vez con todas mis fuerzas— ¡¡AYUDA!!

Pero no salió nadie. La escena le había hecho gracia y todo a Carlos.

—No les importas ni a tus padres, ¿crees que le vas a importar a alguien más? —se rió, y yo cerré los ojos fuertemente.

El sonido de una moto acercándose me hizo girarme para ver de quién se trataba, totalmente esperanzada de que podría ser Sonia.

Entrecerré los ojos para poder visualizar mejor a la persona que conducía aquel vehículo.

Espera...

No era Sonia.

Era Blas.





chicos lo siento por este capítulo tan aburrido!!

Light & Dark - (Albonia, Sweet California)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora