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Al día siguiente quedamos que ese día íbamos a ir a casa de Erick para hacer el proyecto, así que a la hora de la salida estabamos Pati, Zabdiel y yo esperando a Chris y a Erick a un lado de nuestros autos.

—¿Y cómo te fue ayer con Johann —me pregunto Pati.

—Bien, la pasamos genial.

—¿Y qué hicieron?

—Pues fuimos a comer y después...

—Basta chicas—me interrumpió Zabdiel— a mi no me importa saber que cosas hicieron ayer después de comer, pueden hablar eso cuando estén ustedes solas.

Pati y yo nos comenzamos a reír por la cara de disgusto que habia puesto Zabdiel. Vimos que Erick y Christopher se acercaban a nosotros, este último no muy alegre.

—Estamos listos para irnos. ¿Les molestaría llevarnos a Christopher y a mi? No traje mi auto y no le he hablado al chofer.

—Yo sigo diciendo que no es necesario que los molestemos, yo le puedo hablar a mi chofer.

—Es algo patético ya que vamos al mismo lugar, Christopher— le dije.

—Tiene razón, Lily— le dijo mi amiga.

—Erick, tu te puedes venir con Pati y conmigo para que nos digas como irnos hacia tu casa y Christopher se puede ir con Lily y que ellos nos sigan.—le sugirió Zabdiel.

—Me parece perfecto.—Nos subimos a los autos, Erick, Pati y Zabdiel al auto de este ultimo y Christopher y yo a mi auto.

Salimos del estacionamiento del Instituto y nos dirigimos a la casa de Erick. De vez en cuando, Zabdiel se adelantaba mucho, y para alcanzarlo, aceleraba. Podía notar a Christopher un poco tenso cada que sucedía eso, así que luego dejaba que el auto al que íbamos siguiendo se adelantara de más para poder acelerar y alcanzarlo, era divertida la reacción de Christopher.

—¿Podrías dejar de hacer eso?

—¿Hacer qué?

—¡Eso! Atrasarte e ir más rápido de lo normal.

—Bueno, si no lo hago los perderemos. Yo no se en dónde vive Erick.

—Pues yo sé que te quedas atrás a propósito, no me gusta eso.

—¿Por que no? Digo, no es como si me pusiera a correr en este momento.

—Pareciera, ¿A cuánto vas? ¿120?

—Que exagerado eres—me comencé a reir— vamos a 80 y lo más rápido a lo que hemos ido ha sido a 90.

—No te creo, parece que vamos a más velocidad.

—No, pero si quieres saber como se siente la velocidad, te invito a que seas mi copiloto en la próxima carrera, será este Sábado.

—Ni que estuviera loco para volver a ese lugar.

Ninguno de los dos comento nada en lo que quedaba del camino. Por fin llegamos a la casa de Erick y como era de esperarse, era una casa muy linda. Estacionamos los dos autos y nos bajamos de ellos. Seguimos a Erick hasta la puerta de su hogar.

—Bienvenidos, chicos—Nos dijo en cuanto entramos.

Nos guió hasta el comedor y nos dijo que nos sentaramos, eso hicimos. Nos invitó a comer antes de que empezáramos el trabajo, cosa que en lo personal agradecí mucho ya que lo único que había comido en todo el día había sido un plato de fruta y un vaso de jugo. Terminando de comer nos pusimos a hacer el trabajo, en realidad no era muy complicado pero era algo laborioso. Después de tres horas terminamos el trabajo. Guardamos todas nuestras cosas, le agradecimos a Erick y salimos de su casa. Afuera me despedí de Pati y de Zabdiel, el iba a ir a dejar a mi amiga a su casa y se fueron.

Pude ver que Christopher saco su celular y comenzaba a marcar un número, fui hasta el y le quite su teléfono.

—¡Oye!—exclamo indignado por mi acto.

—Sube—le dije señalando mi auto.

—No, ahora ¿me puedes regresar mi teléfono?

—¿La quieres?—le pregunte mostrándole su celular antes de que subiera al auto. El asintió.—Pues ven por el.—Dicho esto, me subí a mi auto.

La puerta del copiloto se abrió y entro Christopher algo enojado. Cuando cerro la puerta, arranque el auto y nos fuimos de la casa de Erick.

—¿Ahora me puedes dar mi teléfono?—se lo di.—Gracias. Por cierto, ¿sabes que esto se puede considerar como secuestro?

—Yo no te obligue a que subieras.

—Me quitaste mi teléfono y no me lo querías dar hasta que me subiera, para mi eso es como si me obligaras a subir.

—No es mi culpa que tengas tanta dependencia hacia tu celular que te subas a un auto solo por el.

—Bueno, tal vez no me obligaste, pero me estas llevando a un lugar desconocido.

—¡Christopher por favor!—me comencé a reír—Que paranoico eres, solo te estoy llevando a tu casa.

Voltee a verlo de reojo y estaba sonrojado. Por si se preguntaban como se en dónde vive, el día de la carrera lo lleve a su casa. Llegamos a su casa, una casa muy linda, estacione mi auto sin apagarlo esperando a que Christopher se bajara.

—Gracias por traerme a mi casa y perdón por decir que esto era un secuestro, te prometo ya no ser tan paranoico. Nos vemos mañana en la escuela.

En cuanto se bajo y cerro la puerta me fui de ahí con dirección a mi casa.

Good Girl (Christopher Velez) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora