[Fanfic CDM] Hilo del destino

Sacrilegio

Poner la canción en el ''(*)''

''Desde que era niña, siempre me había cuestionado sobre la existencia de Dios. Cada vez que en la clase de ciencias mencionaban el dilema de la creación y la evolución no sabía qué responder. Hasta que llegué a preguntarme... ¿Realmente existe Dios? Quizá... en ese tiempo sólo era una necia pequeñaja, porque cuando me cambiaron de colegio me sentí infinitamente triste. Entonces no podía existir Dios; hasta que finalmente, Kentin llegó a mi vida, me sentía tan ilusionada, tan viva... Que realmente comencé a creer que debía existir una deidad omnipotente quien había dado la vida a los seres humanos, la creación de la tierra y de todo el espacio sideral. ¿Qué curioso que solamente cuando a alguien le pasa cosas buenas llega a creer en Dios, no? Después de todo, la raza humana no podía ser la única en el mundo, aunque me sentía como una pequeña hormiguita... Sentía que debía haber algo más allá de la luna y la estrellas. Por eso ahora creo en Dios.

Porque él me había escuchado y mi oración se había cumplido. Atesoraré cada segundo los lazos que nos unen entre él y yo. Incluso en otra vida... Jamás lo olvidaré.

Jamás''.

La luna llena iluminaba con todo su resplandor, con su luz podía ver el rostro de mi perfecto y magnífico novio, Lysandro ¡Estaba tan emocionada por llamarlo así! Un sentimiento tan real, tan divino que incluso nuestro amor podría llegar a ser más fuerte que el de Romeo y Julieta, el libro que tanto me gustaba leer años atrás. Recordar todos los momentos que viví con él y aún se me humedecían los ojos cuando veía su hermosa pulsera hecha para mí en mi muñeca. El éxtasis y la euforia ascendieron a creces cuando me descubrí que estaba pisando la realidad.

Kentin no se levantó, pero poco me importó, en realidad fue como si toda esa horrible escena se me hubiera borrado completamente de mi cabeza. Al igual que él también. Estaba completamente inconsciente y tendido en el suelo, pero como me encontraba en el séptimo cielo ni siquiera se me ocurrió llamar a una ambulancia, a Lysandro tampoco. Es como si hubiéramos caído en la demencia de las flechas de cupido.

Supongo que mi querido albino pensaba lo mismo. Podía ver su respuesta en sus hermosos ojos, de los cuáles me enamoré desde el primer momento que los vi. ''Lysandro, Lysandro, Lysandro'' Era todo en lo que podía pensar, en el día de nuestra boda, en el día que tengamos hijos y les llamaran tíos a mis mejores amigos. En el día que... seremos unos ancianos y aún así tenernos el uno al otro, como una unión indestructible cual diamante.

 ''Yo siempre creí que sería  eterno, para toda la vida él estaría conmigo''

- Nunca he visto una gata que tenga mi mismo color de ojos, supongo que no soy tan diferente de los demás. No es como si fuera el único en el mundo que tenga heterocromía ocular - habló el albino mientras acariciaba a la pequeña gata que buscaba mimos en las manos y en las piernas de Lysandro. Él estaba enternecido, pues es como si hubiera encontrado su lugar en el mundo dentro de una gata como ella. Yo también lo miré mientras brotaban algunas lágrimas de mis cuencas, es que me resultaba imposible... no amar todo de él.