segundo puente

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Lo primero que hizo Josh al despertarse fue llamar a su mamá.

Quería asegurarse de que estuviera bien, pero también quería quitarse la incomodidad que sentía tras su cabeza desde la noche anterior. No sabía si el sabor amargo que tenía en la boca era miedo o era la esencia de las pastillas, así como no sabía la razón de por qué durmió sin sueños esa noche. Era la mañana más confusa de su vida, llena de acertijos, preguntas sin responder, paranoia abriéndose paso en su cabeza.

"¡Josh, hijo!" Su madre siempre le contestaba alegre. Fuentes fidenignas decían que su rostro se iluminaba cuando recibía una llamada de Josh, su hijo mayor. "Hace ya tiempo que no llamabas, ¿como estás? ¿cómo está Debby?"

"Bien, mamá. ¿Cómo estás tú y todos por allá?" Esperaba sonar lo más sutil posible.

"Todos aquí estamos bien, Joshua. Tu abuela tuvo un percance con su riñón, pero nada de qué preocuparse."

"Deberían revisar eso," dijo Josh seriamente. "deberían revisarlo bien."

"Ella está bien, hijo." le tranquilizó su madre. "Gracias por preocuparte."

"¿Pero tú? ¿Has ido ya al médico, mamá?" Al carajo la sutileza.

"¿No? ¿Por qué la pregunta, nene?" Sonaba preocupada ahora.

"Ya sabes, siempre es bueno un chequeo cada cierto tiempo." murmuró Josh, apoyando su cadera en la encimera de la cocina, relajando un poco sus músculos conforme su voz se hacía más tímida. "Por si acaso."

"Tienes razón, hijo. Mi último chequeo fue el año pasado."

"Ve otra vez. Me avisas sobre cualquier cosa."

Por un momento, el teléfono quedó en silencio, y lo único que se escuchó fueron gritos a la lejanía.

"¿Mamá?"

"Josh, tu padre me iba a llevar al mercado. Suerte con todo. Te amo."

La línea murió, y Josh nunca se sintió tan débil.

***

Normalmente, las cosas malas sucedían cuando Josh estaba en un momento crítico de su vida, lo que conseguía estresarlo más; por eso, cuando llegó al trabajo ese día y no devolvió saludos ni cortesías a nadie, todos supieron que no debían molestarlo mucho si no querían un golpe en la cabeza.

"Hey, ¿y ese mal humor?" Newt, el maestro de la selección de violines y violonchelos, fue el primero en arriesgarse a hablarle, a pesar de que todos los demás le habían dicho que lo dejara en paz. "Hoy tienes práctica con los chicos de noveno, será mejor que te calmes un poco."

"Sí, lo sé." suspiró Josh, y en un intento por desestresarse, tomó sus baquetas y empezó a contar ritmos.

"Pon el conteo de compases para I Dreamed a Dream."

"¿Qué hay del Allegreto que iban a tocar las flautas?" Había estado trabajando en eso desde hacía semanas.

"Se murió."

"No me jodas."

Newt se rió adorablemente, y Josh no pudo evitar que una sonrisa estirara sus mejillas.

"Bien, no se murió. Pero necesitamos el trabajo del xilófono para hoy o sí morirá, Josh."

"Estoy en eso, estoy en eso," gruñó, dándole una bofetada al platillo izquierdo de la batería. Newt lo reprendió con un leve 'No maltrates a Cheryl'. "tampoco soy un John Williams."

"No, pero eres un Josh Dun, y nuestra victoria en el concierto de elencos cae en tus manos."

"Gracias por la presión extra."

touch [joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora