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—¿Cómo se encuentra mi pequeño Serafín? —Al escuchar la voz de mamá me levanto perezosamente de mi cama, sentándome, es de noche, estaba durmiendo, aún tengo algo de sueño.

—Con sueño, mami —Respondo alzando mis brazos hacia ella, lo que entiende como una señal para abrazarme, dejándome en su regazo.

Eso es normal, campeón —Papá se sienta a mi izquierda, acariciándome el cabello con unos ligeros toques—. Mami te tiene que decir algo.

Mi cabeza se gira otra vez hacia ella, que me sonríe con dulzura mezclada de angustia. Me pregunto porque ella estará así, hace poco escuché unos murmullos de ella y papá en la habitación de Janis, ¿ella habrá sido grosera con ellos otra vez?

Tengo otra conferencia —Respondió dejándome con muchas dudas e inseguridad, me aferré instintivamente a su brazo y también al de papá, no sabía si podía soportar las burlas de cada día sin verlos.

Sólo será una semana, campeón. No te preocupes, tus hermanos y yo estaremos aquí para ti, no te dejaremos.

Y esas palabras son las que me hacían desconfiar más, porque sabía que no era verdad.

Adrien © | Libro #10 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora