Capítulo 7

15 2 0
                                    

Me encuentro sentada en las escaleras del bloque de pisos de Craig apoyando mis codos en mis rodillas y hundiendo mis nudillos en mis mejillas.
Hace media hora salió de casa para buscarnos algo de cenar, y dado que estaba tardando en volver, decidí esperarlo mientras regresaba.

Como no tenía ningún lugar al que ir, me ofreció quedarme en su apartamento mientras que él preparaba nuestro viaje.

"Aquí estarás algo más segura que sola en cualquier lugar" dijo.

Y como a mí me parecía la mejor opción, que era una de las pocas que me quedaban, acepté su invitación.

Aún me siento un poco aturdida por lo rápido que ha estado pasando todo últimamente. En unos días, Craig y yo viajaremos hasta California, donde se supone que están escondidos los demás números de la lista.
Todavía no sé cómo dirigirme a ellos, si es que existen, pero que creo que ese es un buen apodo.
Aunque bueno, claro está que mi habilidad no es la de ser la más creativa.
Tampoco sé cómo voy a reaccionar si esta locura es verídica al final ni tengo pensado qué voy a hacer después.
¿Por qué mis padres dejaron que me hicieran esto? ¿Tenían algo que ver en realidad?
Mi mente es todo un caos debido a la situación, y tengo muchas preguntas que hacer para poder entender esto de una vez.
Tal vez si Craig no se pone otra vez hecho un energúmeno puedo intentar que vaya respondiéndolas sobre la marcha, al menos para eliminar toda esta confusión que me invade.

Como si alguien me hubiese leído el pensamiento, justo en ese momento, oigo el sonido que hace al moverse el gran portón metálico de la entrada, y más tarde, unos pasos que se apresuran a subir los escalones de mármol del edificio.
Pienso en salir corriendo hacia la puerta del apartamento de Craig, pero me tranquilizo cuando lo veo aparecer tras la barandilla. Levanta la vista para ascender y se me queda mirando desde abajo tras poner un pie en el primer peldaño. Yo lo observo aún sentada en en lo alto en silencio, apoyando mis brazos en mis rodillas algo indiferente.

-¿No te dije que te quedaras dentro de casa? -dice reanudando su camino hasta pasar junto a mí y esperar a que lo siga.-

-No he salido del edificio -contesto levantándome y volviendo a entrar por la puerta.- Ni siquiera he bajado a otras plantas -añado mientras me giro para mirarlo.-

Él cierra apoyando su cuerpo y luego deja algunas bolsas de la compra encima de la barra de la cocina. Entonces comienza a vaciar su contenido y a guardar los alimentos en sus sitios respectivos.

-Es mejor que nadie sepa que estás aquí conmigo -habla mientras abre unos pequeños armaritos de madera y coloca latas de conserva.- Sabes que es peligroso.

Me acerco a curiosear a las bolsitas para averiguar qué es lo que ha estado comprando en este tramo de tiempo.

-Sé perfectamente cómo cuidar de mí misma -inquiero sacando un mini cubito de fideos instantáneos.-

Él se pone frente a mí para seguir cogiendo las cosas que quedan en la mesa, quitándome los fideos de las manos y guardándolos en un cajón.

-Por eso tuve que ayudarte a escapar esta mañana -dice sarcástico sonriendo a modo de burla.-

Cojo todos los alimentos que quedan y me sitúo junto a él para terminar de colocarlo todo en su sitio y ayudarlo al menos en su tarea.

-Para tu información -expreso mientras cierro el pequeño armarito.- No necesitaba que me sacases de allí, podía haberme escondido yo sola -me giro hacia él poniendo mi mano sobre la encimera.- Además, no soy yo la que vive en su piso sin tener nada de comida.

Craig continúa sonriendo un poco mientras me mira, y luego mete su mano en su pelo para despeinarlo.

Empiezo a pensar que es una costumbre suya.

TenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora