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Capítulo 12

Dejamos atrás la ciudad por completo y, desde entonces, continuamos nuestro viaje con normalidad sin encontrarnos con ningún que otro problema que nos vuelva a retrasar.

Ni Craig ni yo hablamos en un buen rato, pues no podemos hacer otra cosa que pensar y sentirnos culpables una y otra vez... o, al menos, es lo que estoy haciendo yo en este momento, perdiendo la vista en algún punto cualquiera del paisaje de alrededor.
Noto entonces que me mira durante unos pocos segundos aunque yo no pueda confirmarlo, pero debo estar en lo cierto, porque decide romper el silencio e intentar hablar conmigo.

-¿Estás bien? -pregunta concentrado ahora en el camino que tenemos delante.-

Es tranquilo y cómodo, con carreteras lisas y anchas en las que encontramos a más viajeros en sentido contrario tras varios kilómetros recorridos.

Yo no respondo, pues no sé lo que decir ya que no sé cómo me encuentro.
Una parte de mí no deja de pensar que tendría que haber hecho algo más, y eso me hace creer que no voy a poder tranquilizarme hasta saber qué es lo que les ha pasado a esos chicos después de que los dejásemos atrás.
Pero la otra, sólo insiste en que debo dejarlo estar y olvidarme de una vez de lo que acaba de ocurrir, como he intentado con todas y cada una de las veces que he vivido situaciones muy parecidas a esta, claro está, sin mucho éxito con el propósito y bastante remordimiento de por medio.
Y es que, ¿cómo puedo hacer eso? ¿No volver a darle más vueltas y hacer como si nada? ¡Es imposible!
Y no podría aunque quisiera...

-Oye... -continúa Craig después de que yo haya ignorado sus palabras una vez más, intentando captar mi atención para ayudarme.- No podíamos convencerle -insiste nuevamente, en un intento de hacerme sentir mejor y de calmarme un poco, aunque no lo consigue de ningún modo y mis remordimientos no dejan de aumentar.- No había otra solución.

Esta vez sí reacciono a sus palabras y decido intervenir, pues no estoy de acuerdo con esa última afirmación.

-Sí que la había -contesto un poco enfadada y girándome hacia él por fin para mirarlo mientras le hablo.- Tendría que haber usado mis poderes -añado frustrada, diciendo estas cosas más para mí que para él.- Mover los coches, parar las balas... ¡lo que fuese!

Cubro mi rostro con una de mis manos y cierro los ojos, lamentándome por sentirme tan inútil y sin dejar de pensar que hemos cometido un error.

¿Por qué nada me sale bien? ¿Por qué todo el que se me acerca acaba siempre de la misma manera?

-Caroline... -me llama entristecido, con voz suave y aterciopelada, como si pudiese consolarme y acariciarme con ella.-

Yo me giro hacia el otro lado apoyándome sobre la puerta y acurrucándome como puedo en el asiento, volviendo a pensar demasiado y a encerrarme en mí misma.

No quiero escucharle. Todo esto está siendo agotador para mí, y no puedo evitar seguir estando así de enfurecida. Es imposible que puedan salir de esta, es por mi culpa y no puedo soportarlo.
¿Por qué siempre acabo metiendo la pata en cualquier situación? ¿Por qué no puedo creer que valgo para algo?
Una vez me escapé para olvidar todo esto, hace ya bastante tiempo, y no quiero volver a sentirlo otra vez en la vida.

Cierro mis ojos en un intento de hacerlo todo desaparecer, pero entonces, Craig alza la voz para contestarme y continúa hasta que yo me dejo de lamentar.

-Mira, -interviene de repente de forma brusca y airada, acallando mi mente durante un momento y haciendo que lo deje todo para escucharle.- Ese chico iba a dejarnos acompañarlo por encima de su cadáver -responde en un tono algo más gruñón y menos apagado que antes, haciendo gestos con la cabeza y las manos expresando indignación.- Y si hubieses usado tus poderes nos habrían descubierto -añade de una manera un poco más dura, como riñéndome por mi comportamiento cual niña pequeña y dándome un sermón, desahogándose.- Es mejor que no sepan a dónde nos dirigimos y esos chicos nos han ayudado a ello -prosigue, provocando que pare de ponerme tan nerviosa y ayudándome a empezar a pensar de una vez más racionalmente.-