Capítulo 3

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- Yo-ka, no me di cuenta cuando entró.

- Lo siento, estabas tan concentrada que no quise interrumpirte. – se disculpó.

- Descuide, justo terminé. Solo es una idea para el vocalista, ¿Qué le parece? – se lo mostró.

Yo-ka contempló la hoja, estaba detallado perfectamente y de tal manera que difícilmente alguien podría objetar.

- ¿Cómo es que terminaste esto tan pronto? – Yo-ka la miró sorprendido devolviéndosela.

- Bueno, la información en el folder es suficiente como para hacerme una idea de lo que buscan en su nuevo estilo

- Eres increíble, estoy seguro de que les encantará una vez que les muestres los conjuntos

- Eso espero. Por cierto, ¿Cuándo vendrán? Me gustaría que habláramos en persona para cerciorarme de que realmente estoy yendo en la dirección correcta. Necesito sentirme segura acerca de las ideas que tengo para ellos

- Oh, claro. Había olvidado decírtelo, estarán aquí para conversar contigo el día de mañana. Por lo pronto me parece bien que sigas avanzando. Es hora de tomar un descanso, ¿vienes conmigo?

- ¿Ah? – parpadeó sin comprender.

- Es hora de comer algo – dijo sonriendo.

- Ah, claro.

Ambos salieron de la oficina y avanzaron en dirección al estacionamiento del edificio. Esta era la primera vez que Yo-ka invitaba a una colaboradora a comer con él. Siendo el hijo del presidente Kawada, ser el centro de atención para muchas mujeres era algo a lo que estaba tan acostumbrado, pero con Isabel se sentía diferente. Era la primera vez que alguien le parecía de verdad interesante profesionalmente. Hacía un par de años que le seguía desde lejos, siempre al pendiente en las redes y revistas de todo lo que hacía y no dejaba de maravillarse por lo talentosa que era siendo tan joven. Definitivamente era un sueño trabajar con alguien tan destacado en la industria de la moda, tenía la certeza de que Isabel era la persona perfecta para el proyecto del que estaba a cargo cuando My First Story le solicitó.

Llegaron al restaurant favorito de Yo-ka. Caminaron hasta un lugar un poco apartado de las demás mesas, ordenaron.

- Gracias, Isabel

- ¿Por qué me agradece?

- Por aceptar mi oferta

- Oh, por favor. Yo debería estar agradecida con usted.

- No sabes cuánto tiempo esperé este momento. Creo que me emociona que al fin, después de tanta espera, estés aquí, en Japón, en Grupo K.

- Oh, Yo-ka. No diga eso, o me hará sonrojar – rió. – Es temprano aun para ponerse sentimental

El sonrió bajando la mirada. ¿Qué demonios? Nadie en la vida había conseguido que escupiera las palabras tal y como las sentía en el instante. ¿Por qué ella podía lograrlo con tanta facilidad? Realmente debía admirarla demasiado. Pensó que esa sensación debía ser admiración. Isabel bajó un poco su cabeza para tratar de encontrarse con sus ojos nuevamente.

- Entonces, si estoy en lo correcto quizás debería invitarme a tomar algo - Yo-ka la miró sonrojado.

- ¿A-aceptarías...salir conmigo este fin de semana?

Jamás había titubeado ante nadie. Se odió a si mismo, se sentía patético. Como si fuera la primera vez que invitaba a una chica a salir. Isabel parecía disfrutar de su posición. Estaba consciente del efecto que causaba en él y lo estaba utilizando a su favor.

- Parece que usted tiene demasiada experiencia con las chicas – comentó con ironía.

- Debí haberte dado una impresión equivocada...bueno, es...contigo es distinto....no quiero decir que... - la risa de Isabel lo interrumpió.

- Entiendo. Usted pretende utilizar su carta de seducción con esa estrategia de mantener una imagen de chico lindo e inocente pero, conmigo no funciona, Yo-ka – dijo un poco más seria. Él se ruborizó ligeramente.

- N-no. No es eso, realmente quiero invitarla a tomar algo y agradecerle apropiadamente

- Usted ya lo hizo. El departamento, el auto, el viaje...¿eso es poco para el imperio del J-Rock? ¿Es por qué tienen demasiado dinero que piensan que invertir en cosas como esas es insignificante?- su tono parecía de reprensión.

- ¿Invertir? – Alzó las cejas sorprendido por la reacción de Isabel.

- Ustedes me dan todo eso para mantenerme "asegurada" en la compañía a pesar de haberles dicho que sí con antelación.

- No, no. Calma, Isabel. ¡Dios! No creí que lo veías de esa forma. Para nada ha sido nuestra intención ofenderte, yo solo quería que estuvieras cómoda y es parte de mi gratificación hacia ti. Sé perfectamente que tu pudiste haber comprado una propiedad de tu elección, pero quería hacer algo por ti. Creo que estaba tan emocionado de que aceptaras venir que me dejé llevar un poco, quería proveerte de todas las comodidades posibles – se veía apenado. Isabel estalló en risa.

- Es solo una broma, Yo-ka. No se lo tome tan personal, ustedes los japoneses son muy serios. Estoy realmente cómoda, y para nada me siento ofendida sino, todo lo contrario. Me halaga que se haya tomado tantas molestias por mi. Me esforzaré para sentirme merecedora de sus atenciones – Yo-ka se sonrojó aun más. - ¿Se encuentra bien? Está muy rojo

- E-estoy bien, no te preocupes.

Terminaron de comer y volvieron a Grupo K. Isabel continuó esbozando los conjuntos para los miembros de la banda, posteriormente recibió una llamada de su joven superior anunciándole que debía estar en la sala de juntas lo más rápido posible. Al parecer, un poco tarde, le darían la bienvenida oficial a la compañía.

Isabel...My only vanillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora