Capítulo 32

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- Isabel – se acercó y tomó su mano envolviéndola entre las suyas. - ¿Cómo te sientes?

- Bien, aunque me han dado algo para el dolor siento pequeñas molestias. Es muy incómodo estar aquí

- Me asusté demasiado, creí que... - sus ojos se cristalizaron ante la idea de perderla – Isabel, ¿Quién te atacó?

- Eran dos personas

- ¿Las recuerdas?

- No, cubrían su rostro. Pero, sus siluetas...eran muy similares a las de una mujer. Así que casi podría asegurar que eran dos mujeres quienes me atacaron. Posiblemente, son personas que conozco

- ¿Personas conocidas?

- Aunque no puse resistencia, y les dije que les daría lo que me pidieran ellas no dijeron nada. Y, no me di cuenta en que momento llegaron, pero, cuando bajé del coche ellas ya estaban ahí

- Entonces, podría ser que se tratara de algo personal...y la única persona que podría hacer algo así es...Yuno

- De ser así, consiguió una cómplice

Tatsuya y Shoya llegaron al hospital, caminaron por el pasillo hasta encontrarse con aquella escena. El interior de Tatsuya se sintió como si estuviera siendo vaciado y con ello perdiera la fuerza para continuar de pie. Cayó al suelo, al igual que sus amargas lágrimas.

- Kei – se apartó cuando por fin pudo tomar control de su cuerpo, levantándose de la banca.

Shoya intentó ayudar a su amigo a ponerse de pie, quien no apartaba la mirada de ellos. Haru se volvió al escuchar a Shoya llamar a Tatsuya, quien logró incorporarse. Antes de poder decirle algo, Tatsuya giró en dirección hacia la cafetería, Shoya fue tras él. Y Haru se sentó nuevamente como si algo pesado la empujara.

- Lo siento, Kei...yo no puedo corresponder a tus sentimientos porque amo a Tatsuya – dijo mientras sus lágrimas fluían a través de sus mejillas.

- No, Haru. Perdóname a mí, siempre supe que no tendría oportunidad contigo. Estoy consciente del daño que les acabo de hacer, y por eso, te prometo que hablaré con él

- No, no empeores las cosas. Seré yo quien hablé con él

Era la primera vez que Shoya veía a su mejor amigo en ese estado. Tatsuya, aun sollozaba silenciosamente apoyando su cabeza en el cristal de la ventana.

- No imaginé que este día llegaría – el tono de su voz se apagó.

- Tatsuya...

- Haru...es la única mujer a la que he amado

- Y sigues amando

- Es...es increíble. No puedo creer lo que acaba de pasar. Confié en ella siempre ciegamente ¿Cómo pudo...?

- ¡Basta! – le interrumpió obligándolo a mirarlo – Tu y yo sabemos perfectamente que Haru te ama y jamás te traicionaría. Sabías sobre los sentimientos de Kei hacia ella. Está claro que esto es obra de Kei, si quieres culpar a alguien, cúlpalo a él.

Tatsuya, quien cegado por los celos se había permitido devastar, escuchó más tranquilo las palabras de Shoya. Secó sus lágrimas, ahora se sentía avergonzado. ¿Podría dudar del amor de Haru? Claro que no. Fue totalmente irracional, dominado por la rabia de verla como una presa cayendo en una trampa.

- Tatsuya – ambos se giraron. – Tenemos que hablar.

Y claro que tenían que hablar. Ahora que se encontraba más calmado, le invitó a sentarse. Shoya fue en busca de Haru. Regresó por el mismo pasillo, y justo alcanzó a verla a punto de abandonar el hospital. Corrió hacia ella hasta alcanzarle tomándola de un brazo haciéndola girar.

Isabel...My only vanillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora