ENAMORADO DE TI

De regreso a Seúl

BAEKHYUN

El regreso a Seúl fue muy cansado, ya que el levantarse temprano no era lo mío pero que más se podía hacer, cuando regresamos de Japón todo en la casa de los Park era realmente tranquilo la mamá de Chanyeol, no se encontraba en casa, entramos a casas con nuestras maletas cargadas y las subimos a nuestras respectivas habitaciones, cuando entre a la habitación de Yona, se encontraba diferente ahora las paredes eran de color naranja claro.

Pero no le preste demasiada atención, comencé a sacar la ropa de la maleta cuando sentí como el teléfono celular vibraba en mi pantalón, con una de mis manos saque el teléfono celular y lo mire unos segundos era una llamada de mi mamá, no lo pensé dos veces y deslice mi dedo por en la pantalla.

-Hola mamá.

-oh Cariño como te la has pasado en tu viaje.

-Estupendo gracias, han sido las mejores vacaciones de mi vida.

-Eso me alegra cariño, no sabes cuánto.

-oh y tu como has estado haya por Inglaterra.

-Todo es trabajo y papeles, pero te aseguro que esta todo tranquilo.

-Que bien y a que se debe tu llamada.

-ah claro, bueno regresare más pronto de lo que imagine, así que mañana mismo iré por ti para ir de nuevo a casas.

-Oh, am... que genial.

-Eso fue un genial sin ánimos.

-No, estoy feliz de que vuelvas, a qué horas vendrás por mí.

-3:30 pm así prepara tus maletas, cariño.

-Claro.

-Bueno tengo que irme, Te amo Cariño.

Irme de la casa de los Park fue la noticia más melancólica que me han dado en toda mi vida ya que de verdad me había encariñado con la señora Park, pero que más se podía hacer cuando tu madre ya había dado la orden.

Pasaron los minutos y aún seguía sacando las cosas de la maleta, cuando por fin termine me sentía cansado así que me recosté un poco en la cama, con el paso de los minutos comencé a parpadear y sin más me quede profundamente dormido.

Comencé a escuchar un susurro en uno de mis oídos, cuando sentí un tierno beso en mi frente me desperté, abrí lentamente mis ojos y me encontré con Chanyeol.

-Valla pensé que jamás despertarías. Dijo de una manera sonriente.

-Creo que aún tengo sueño. El tomo una de mis manos y me estiro para que me levantara.

-Vamos Baekhyun, mi mamá ha llegado y quiero darle la noticia que tanto ha esperado. Cuando termino de decir aquello me saco de la cama de un tirón.

El comenzó a llevarme a toda prisa por las escaleras hasta que llegamos a la sala donde la señora Park se encontraba leyendo un libro.

En eso Chanyeol se aclaró la garganta, haciendo que su madre bajara el libro y posara su mirada en nosotros dos, ella primero nos vio a nosotros pero después vio nuestras manos entre lazadas.

-Mamá tengo algo que decirte. Ella bajo completamente su libro y lo coloco a un costado de ella.

-Bien, que es lo que tienes que decirme. El respiro felizmente.

-Bien, agárrate fuerte porque lo que diré no lo volveré a repetir. Ella comenzó a vernos extrañada. –Baekhyun y yo ya somos novios. Cuando termino de decir aquello la señora Park se levantó del sofá y camino hasta donde me encontraba.

-Tú... en eso ella me abrazo. – Nunca en toda mi vida me habían dado una mejor noticia. Eso fue todo siento los brazos de la señora Park rodearme dándome un gran abrazo. –Pero que hermosa noticia, pero como fue que paso.

-Japón. Eso fue todo lo que dijo Chanyeol. –Me di cuenta que realmente no podía vivir sin el mamá. Esas palabras me dejaron en shock.

-Pues hiciste buena elección, ama a mi querido Chanyeol, nunca lo lastimes. Yo la mire a los ojos.

-Claro que no señora Park. Ella comenzó a reír.

-No me digas señora Park, dime suegra. Me sonroje pero pronuncie aquellas palabras.

-Claro...Suegra. Ella comenzó a reír y a dar aplausos a la vez. –Bueno tengo que irme a preparar la cena mis lindos tortolitos.

Cuando salía de la sala Chanyeol me abrazo, dándome un beso tierno.

-Que te pareció, mi madre es un amor. Yo comencé a asentir.

-Chanyeol mi mamá vendrá por mí el día de mañana. El me miro sorprendido.

-¿pero porque? Eso sonó como una queja.

-Ella regresara mañana de Inglaterra y pues yo he aceptado.

-Está bien, podre irte a visitar cierto. Lo mire por unos segundos.

-Claro puedes ir todos los días que quieras. Cuando termine de decir aquello le di un piquito en los labios.

Pasaron las horas tome la cena como todos los días y después de tener una alegre charla con la mamá de Chanyeol, me fui a dormir el día de mañana sería un nuevo día, comencé a preparar la cama cuando alguien toco mi puerta.

Me encame hasta aquella puerta y la abrí encontrándome con un Chanyeol en pijama con una almohada al costado.

-Tengo miedo puedo quedarme contigo. Hizo un puchero cuando dijo aquellas palabras haciéndolo ver muy tierno.

-am... déjame pensarlo. Comencé hacer gestos. – Bien pero yo dormiré del lado de la pared.

-Bien no hay problema por eso. Cuando termino de decir aquello se adentró a la habitación y cerró la puerta detrás de él. El camino a la cama y yo de igual manera nos recostamos en ella yo del lado de la pared y el en la orilla. Comencé a sentir mis ojos pesados cuando sentí que me comenzó a abrazar, sonreí por tal acción y así fue como nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente no tenía ánimos de despertarme así que me quede un rato más dormido, no sé cuántas horas pasaron pero comencé a abrir los ojos y me di cuenta que eran 2:30 de la tarde cuando observe aquello me pare como un loco desenfrenado solo faltaba una hora para que mi madre viniera a recogerme.

-¿Qué pasa? La voz de Chanyeol sonaba pesada por el sueño. Lo mire por un segundo.

-Pasa que mi mamá vendrá por mí y no tengo nada listo. En eso comencé a aventar las cosas dentro de la maleta.

-Tranquilo te ayudare a comendar las cosas en la maleta. Y eso hizo se levantó de la cama y comenzó a acomodar todas mis cosas, nos llevamos en ello una maldita hora. Cuando terminamos escuche el timbre de la parte baja.

-Ya llego mi suegra. Le di un golpe en su pecho.

-No comentes nada de esto, necesito decírselo yo. El asintió estaba a punto de pasar por su lado pero él me detuvo.

-No quiero que te vallas, quédate aquí conmigo. Lo mire a los ojos, esos osos oscuros que tanto me encantaban. El tomo mis manos y las junto con las suyas.

"No hagas esto que me mata".

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